12.5.06

EL FACTOR FIDEL

Las revoluciones, los revolucionarios, los pueblos en Revolución, deben estar inspirados por el Factor Fidel, de lo contrario es muy difícil que culminen con éxito su tarea. Expliquemos.
Toda Revolución implica grandes sacrificios. No es posible pensar en cambios profundos sin enfrentar la adversidad. Los caminos sin obstáculos son propios de cuentos de hadas y no de la realidad de la lucha social. No es descabellado decir que los pueblos preparados para el infortunio, son los que tienen derecho a transitar caminos de felicidad. Podemos decir que el éxito revolucionario de un pueblo, tiene relación directa con el tamaño de las dificultades que puede soportar sin abandonar sus sueños.
La vida de los grandes revolucionarios, la historia de las grandes revoluciones, es una cátedra, un ejemplo de comportamiento frente a la desventura. A Bolívar alguien lo llamó el hombre de las adversidades, y qué mejor ejemplo que el paso de los Andes para ilustrar los logros de un pueblo cuando se empina más allá de sus propias fuerzas, y vence montañas en su lucha contra la fatalidad.
La historia reciente nos brinda un ejemplo extraordinario de este comportamiento revolucionario. Fidel, heredero de las mejores tradiciones de los grandes revolucionarios del continente y del mundo, en 1952 asalta el Cuartel Moncada y la dictadura masacra a los muchachos que participan en ese acto heroico, es hecho prisionero y transforma la adversidad de la prisión en una escuela de pensamiento, es lo que se llamó la cárcel fecunda. No cesa en su afán revolucionario y sale a México, no a un exilio cómodo, sino a preparar Revolución; regresa en el Gramma y, pronto, en el combate de Alegría del Pío, pierde el grueso de su tropa de revolucionarios, queda sin armamento, y en esas condiciones de suma dificultad lanza su consigna central ¡Venceremos¡ Luego, triunfa la revolución, y la historia se llena de la tenacidad de Fidel. Pero es cuando cae la Unión Soviética, y la Isla, a noventa millas del imperio, queda desamparada como una brizna de paja en la tormenta de un mundo adverso. Fidel se crece de perseverancia, salva a Cuba, y con ella la esperanza socialista de la humanidad.

Revisar la vida de Fidel es encontrarnos con la conducta de un hombre que se crece en las dificultades, las vence, las supera, y construye la posibilidad de redención de su pueblo.

10.5.06

¿HASTA DÓNDE ESTIRA EL SOCIALISMO DEL SIGLO XXI?

El Comandante Chávez cuando nos propone la consigna discutir el Rumbo al Socialismo del Siglo XXI, nos invita a construir un concepto nuestro del Socialismo. Muchas opiniones se vertieron en la argumentación, la mayoría sin el necesario rigor, por eso el concepto de Socialismo siglo XXI se ha convertido en terreno difuso y elástico. El avance de la Revolución necesita una meta clara, de allí la urgencia de retomar la discusión con la seriedad que nos permita precisar nuestro concepto de Socialismo.
En la discusión se ha dicho de todo: que el Socialismo es compatible con la hegemonía de la propiedad privada de los medios de producción, que se parece al de Felipe González en España, que la cogestión es Socialismo, que Chile es socialista. Y últimamente se dice que nuestro Socialismo del siglo XXI es similar al Capitalismo Chino. Todo está confuso, pero, cómo orientarnos en esta ciénaga teórica.
La respuesta la debemos empezar a buscar en el pensamiento del Comandante Chávez. Él nos plantea la consigna de Socialismo o Muerte como síntesis de la evolución del pensamiento de la Revolución Bolivariana. Quiere decir con esto que el mundo o se hace socialista o la humanidad perece. La vida sobre el planeta no aguanta el impacto ambiental del desarrollo capitalista. También nos dice que el Socialismo es la superación del Capitalismo, lo que significa que las relaciones económicas, sociales, políticas, la cultura del Capitalismo, son sustituidas por unas nuevas relaciones, las relaciones socialistas. O dicho más enfáticamente, el Socialismo no es Capitalismo.
Muchas preguntas faltan por responder ¿Cuáles son estas nuevas relaciones? ¿Cómo llegar a ellas? ¿Cómo será la convivencia con formas de propiedad no socialistas? ¿Cuáles son las formas de propiedad socialistas y cuáles son las falsificaciones? ¿Cuál es la conciencia socialista? Es urgente una profunda discusión en la búsqueda de estas respuestas, indispensables para encontrar nuestro rumbo propio en el camino de la construcción del socialismo.
La realidad, las circunstancias, claman por un Congreso Ideológico de la Revolución venezolana. Proponemos la formación de una comisión preparatoria, que convoque al congreso dentro del marco ideológico y político siguiente: el apoyo al Comandante Chávez, Bolivarianismo, anticapitalismo, antiimperialismo, internacionalismo, Socialismo. Dentro de estos linderos deben situarse los miembros y las deliberaciones.Tienen la palabra los revolucionarios bolivarianos.

9.5.06

VENCERSE A SÍ MISMO

El individuo es un compendio de la sociedad en que vive, en él se resume el drama social de su época. Es imposible escaparse a esta ley. Siendo así, el individuo es el escenario de la contienda de clases de su tiempo. O, lo que es lo mismo, la parte más importante de la cruenta batalla de la lucha de clases se da en el interior de los individuos.
Es en las praderas del alma individual donde se decide la lucha de clases. Los revolucionarios, para tener éxito en su tarea, deben estudiar este punto fundamental, porque no hay Revolución sin revolucionarios, y no hay revolucionario si antes no se ha vencido a sí mismo.
Las conductas de los revolucionarios, son reflejo de esta lucha de clases que ocurre en la entraña individual. Allí se opone la ideología de las clases dominantes, los valores dominantes, las costumbres, la ética, toda una espiritualidad sembrada en la temprana niñez, con la ideología revolucionaria que se adquiere con la educación y la imaginación. En otras palabras, la lucha revolucionaria es principalmente una lucha entre la niñez, que se enfrenta a la espiritualidad que se van adquiriendo con la comprensión adulta.
Esta batalla, entre lo que fuimos y lo que queremos ser, se desnuda en la toma de decisiones. Veamos.
Cuando la sociedad se reconoce en un individuo y lo hace líder, sean del nivel que sean, la pugna de clases dentro de estos escogidos adquiere características sociales. Las decisiones del conductor afectan a la sociedad, pero están determinadas por la pugna que sucede en el individuo convertido en líder. Expliquemos con un ejemplo.
Bolívar liberó a los esclavos, y esa fue una decisión que afectó profundamente a la sociedad de su época. Pero, esa decisión nace de una lucha en el alma atormentada del Libertador, allí se enfrentaron la enseñanza de su niñez, quinientos años de cultura colonial, de aceptación y justificación de la esclavitud, con los conocimientos y la conciencia que había adquirido Bolívar en su vida de adulto. En el caso de bolívar, triunfó la idea libertaria adquirida durante su vida adulta, sobre la espiritualidad esclavista sembrada en su niñez. Por eso, él es un gran revolucionario. Páez, por el contrario, sucumbe a los valores de la oligarquía, traiciona las ideas adquiridas en su adultez, al lado del Libertador, y se entrega a los valores de las clases hegemónicas que le sembraron en la niñez.
Podemos decir, entonces, que para hacerse revolucionario, para hacer la Revolución, es vital derrotar, todos los días y en cada decisión, a la ideología de la dominación que llevamos aferrada a nosotros con los poderosos hilos del inconsciente infantil. El revolucionario debe vencerse a sí mismo.

8.5.06

SUPERPOSICIÓN HISTORICA

En algunas Universidades avanzadas de Europa y Estados Unidos, está en boga el método de Superposición Histórica. Consiste en hacer una superposición de las conductas de hoy en acontecimientos del ayer histórico. Nos explicamos.
Qué rumbo hubiesen tomado los acontecimientos si las decisiones fundamentales se cambian por decisiones diferentes sacadas de teorías políticas actuales. El precursor de este método fue el mismo Libertador cuando dijo: “si yo no hubiese enviudado, hubiese sido solamente el alcalde de San Mateo”.
Este método se ha aplicado a algunos acontecimientos de la historia venezolana con resultados fabulosos. Las enseñanzas que el método nos ofrece hablan a su favor. Veamos algunos casos.
Si el 19 de abril de 1810, en lugar de que Emparan renunciase, hubiese propuesto unas elecciones, es probable que los españoles todavía estuvieran mandando en Venezuela.
Si el Libertador durante la Campaña Admirable, no dicta el Decreto de Guerra a Muerte, y en su lugar invita a los españoles a compartir una mesa de dialogó, no hubiese pasado de Cúcuta.
Si el Libertador disuelve la Convención de Ocaña y pone preso a Santander, la capital de América estaría en el Istmo de Panamá.
Si Páez no se deja cautivar por los cantos de sirena de la oligarquía, la Gran Colombia no fuese un colegio sino una poderosa nación, el Libertador hubiese muerto en Caracas a los ochentas años, Cuba la hubiese liberado el ejército bolivariano, y Texas fuese territorio Mejicano.
Si el 27 de febrero, en lugar de ser un movimiento espontáneo, lo dirige una vanguardia, ese día se entierra el pacto de punto fijo y surge la Venezuela bolivariana y socialista.
Si en lugar de un eructo, hubiese sido una confiscación, estaríamos más cerca del Socialismo.

Si Cuba, en lugar de resistir la caída del Socialismo, y afrontar sus dificultades con el heroico período especial, hubiese sucumbido, el mundo y su perspectivas sería lúgubre, Fukuyama tendría razón, y no pensaríamos en ir más lejos de Marta Hacnecker y su Revolución sin Revolución.

BOLIVIA HISTORIA DE UN DILEMA INCONCLUSO

La realidad es obstinada, siempre juega malas pasadas a la voluntad humana. La Bolivia de Evo y del Libertador revive un dilema que está pendiente desde la fundación de las naciones americanas. El sueño bolivariano de la anfictionía, del bloque de equilibrio, chocó a los mediados del siglo XIX con los intereses mezquinos de oligarquías regionales que disolvieron a la Gran Colombia y frustraron la integración americana.
Bolívar impulsó el bloque de naciones, y al mismo tiempo intuyó que no era posible ese acuerdo sin una actitud antiimperialista y una economía que rescatara la dignidad del humano. Por eso plantea el Congreso Anfictiónico de Panamá sin la presencia de los norteamericanos, y proclama la libertad de los esclavos. Quería de esta manera fundar no un simple bloque de naciones, sino un territorio, lo más avanzado para la época, donde el humano recobrara su dignidad y dejara de ser propiedad de otros hombres. Por supuesto que las neooligarquías, que habían ocupado el lugar de la oligarquía española, chocaron con el ideal bolivariano, sabotearon el Congreso Anfictiónico de Panamá, y asesinaron a Bolívar y a Sucre.
Hoy la historia se repite: el Comandante Chávez propone un bloque de naciones donde la relación económica internaciones tenga como centro al humano, y no a la infame lógica del capital insaciable y cruel. Él sabe, tal como Bolívar en su época, que la viabilidad del proyecto bolivariano, vale decir, la felicidad del pueblo de Venezuela, y de los pueblos de Latinoamérica, depende de la conformación de un bloque de naciones con un profundo carácter humano. Inmediatamente, tal como en la época de Bolívar, las oligarquías mezquinas de las naciones suramericanas se ponen en guardia contra el proyecto emancipador. Las pretensiones son las mismas, sabotear el bloque de naciones bolivarianas y acabar con el ejemplo de unas sociedades que tengan como centro al humano.
Es desde esta perspectiva que podemos entender la actitud de la Colombia de Uribe, los coqueteos de Tabaré la ambigüedad de Lula, las arremetidas de Toledo, los conflictos de intereses de Brasil con Bolivia. Y las perturbaciones que están por venir. Y, es en esa perspectiva, que podemos entender por qué Cuba, Bolivia y Venezuela fluyen hacia el ALBA.
No es posible una unión que tenga como centro al humano entre países que tienen economías basadas en la apropiación del trabajo ajeno. No se puede ser humano en lo internacional e inhumano en lo nacional. Por eso, los acuerdos con los países capitalistas son tácticos, y los acuerdos con los países hermanos que buscan superar al Capitalismo son de largo aliento, fundamentales, estratégicos.

MISCELÁNEAS II

  1. El Generalísimo Miranda firmó un pacto con Monteverde entregando la Primera República. Enseñanza: cuando se firma entregando el objetivo estratégico, en aquel caso la independencia de América, es una capitulación.
  2. El Libertador se reúne con Morillo, previo reconocimiento de la independencia de Venezuela. Enseñanza: Cuando se respetan y reconocen los objetivos estratégicos, los abrazos nos benefician.
  3. Después entendimos que la alegría no es triunfo, para construir el sueño necesario es sacar a los mercaderes del templo. La lucha no había terminado, la tarea apenas comenzaba. El objetivo es el sistema que origina miseria.
  4. La Revolución es una conmoción espiritual, cultural y económica, de inmensa grandeza. Se trata de salvar a la humanidad, a la vida sobre el planeta. No es una escogencia, no se trata de hacer una receta de cocina: con un poco de Socialismo retórico, dos cucharadas de peronismo, una pizca de Socialismo europeo, y abundante nacional-Capitalismo. ¡No! No se trata de eso, se trata de impulsar el verdadero Socialismo, el que recoge las enseñanzas revolucionarias, desde Cristo hasta nuestros días; el que se ha venido afinando a través de años de lucha de los humildes contra los apropiadores del trabajo, de la riqueza, de la vida ajena.
  5. Frente a una agresión imperialista, la respuesta no puede ser una política fundamentada en alianzas, flexibilidades, y astucias políticas. La guerra que nos plantea el imperio sólo puede ser enfrentada con una estrategia de guerra asimétrica, y allí lo principal es la conciencia del deber social del pueblo, su sentido de pertenencia a la sociedad y a la Revolución socialista.
  6. Para una Revolución socialista es vital sustituir la conciencia egoísta propia del Capitalismo, por la conciencia social propia del Socialismo. Para eso es necesario que la forma hegemónica de propiedad sea la propiedad social de los medios de producción. Esta es una verdad universal del pensamiento revolucionario, corroborada muchas veces en la historia.
  7. Cuando el Comandante Chávez dice que Cristo es el primer socialista de la humanidad, está rescatando una verdad histórica y, al mismo tiempo, fundiendo en un solo destello el humanismo de los revolucionarios con la espiritualidad de los cristianos, está uniendo lo que la infamia había separado para impedir que el humano encontrara caminos de redención, que expulsáramos definitivamente a los mercaderes del templo, o dicho en cuentas modernas, expulsáramos a los capitalistas de la economía.