5.10.06

EL MILAGRO

HABLANDO ENTRE AMIGOS, DISCUTÍAMOS sobre el hecho revolucionario. Se argumentó con efusión y entramos en la madrugada bregando este tema que acompaña al humano desde hace milenios, influenciando sus caminos.
Algunos decían que era un milagro, otros apuntaban que era una empresa inútil, y argüían que la Revolución es una ecuación sin solución. No es posible, decían, porque la construcción del futuro necesita una ética, una moral, una conducta que no posee está sociedad educada en la ética, la moral, la conducta que queremos superar. Entonces, continuaban, es imposible que la sociedad del pasado se niegue a sí misma y construya la sociedad del futuro. Y, concluían, que la empresa era imposible, sólo una bella utopía.
Después de estos argumentos se hizo el silencio, parecía que la causa revolucionaria saldría derrotada una vez más, el argumento era poderoso: el pasado no puede construir el futuro concientemente, sólo nos queda resignarnos a que el futuro venga, no podemos planificarlo. Yo, lo confieso, me entristecí y me sentía incapaz de descifrar la ecuación. ¿Será verdad que no es posible, tendrán razón estos contrarrevolucionarios ilustrados?
Desde el fondo de la mesa alguien empezó a refutar el argumento contrarrevolucionario: ¡No somos abejas!, exclamó, somos seres humanos que vivimos la contradicción de ser animales, de ser naturaleza, y también de pensar, de imaginar, de rebelarnos a los mandatos naturales que atrapan el rebaño, y eso nos hace dioses. Nosotros somos dioses capaces de hacer milagros, de hacer revoluciones.
El defensor de la Revolución continuó: el hombre tiene una cualidad, es capaz de imaginar, de soñar otros mundos, mundos que tienen base material, que tienen su germen en el presente.
Los soñadores se encuentran, se identifican y se organizan. Al principio es un pequeño grupo, luego crece hasta que alcanza dimensión de cuerpo. En ese momento, podemos decir que en el seno de la sociedad vieja ha surgido un organismo nuevo, la semilla, el embrión de la nueva sociedad. Ahora se establece la pugna entre lo viejo y lo nuevo, destinada a jalonarnos al futuro.
Ese germen es la organización revolucionaria, es como un ente con vida propia que prefigura a la sociedad del futuro, y dirige la lucha contra la sociedad vieja hasta reducirla a vestigios. Es así, con la organización revolucionaria, que se rompe el dilema del pasado construyendo futuro, encontrándole solución a la ecuación revolucionaria.
La suma de todos los sueños, de todas las imaginaciones, hace de la organización un factor del futuro. Sus miembros son del pasado, pero la suma de todos los esfuerzos, construyen una organización que supera a los individuos que la forman, prefigura al futuro, lo trae y lo hace entrar en combate. He allí el milagro, y la razón por la que no es posible Revolución, no es posible romper con el pasado, sin esa organización política revolucionaria.
La organización política revolucionaria, es una muestra de la madurez del pueblo, e indispensable para el avance revolucionario.
¡Chávez es Chávez!

4.10.06

CICLOS Y SEPULTURAS

LA DOMINACIÓN CAPITALISTA EN EL CONTINENTE adquiere dos formas: Pacto y Dictadura, entre estas dos formas se establece un ciclo que gira a conveniencia de la dominación. Veamos.
La dominación capitalista antiguamente se estabilizó con dictaduras: Somoza, Pérez Jiménez, Trujillo, Batista, Strossner. Luego vinieron las falsasdemocracias, que son un método de dominación más eficaz que las dictaduras, porque en ellas la dominación es menos evidente, más sutil, menos brutal. Cuando las falsasdemocracias se agotan, cuando la realidad de miserias producida por el capitalismo ya no puede ser contenida por el opio de las falsasdemocracias, las sociedades entran en turbulencia, y entonces, la esperanza revolucionaria surge en el horizonte, en pugna con la estabilización capitalista, en batalla con la falsademocracia y la dictadura fascista.
Chile es emblemático de estos ciclos de dominación: primero hay una turbulencia en la dominación capitalista, surge Allende y pone en peligro los intereses oligarcas. Cuando la falsademocracia fue desbordada por el avance revolucionario, se recurre a Pinochet, que a su vez da paso a otra falsademocracia, y recomienza el ciclo de dominación capitalista, que sólo podrá ser quebrado con el triunfo y consolidación de una revolución.
En Venezuela presenciamos el mismo ciclo: se agota el pacto de punto fijo, es decir, la falsademocracia, viene una turbulencia donde aparece la opción revolucionaria con el Comandante Chávez, y hoy la oligarquía intenta estabilizar, reviviendo el pacto, o con una dictadura. El ciclo intenta repetirse.
Las dificultades de Lula nos aclaran el funcionamiento de la falsademocracia: cuando los revolucionarios pretenden adaptarse al pacto, tienen que derivar hacia la derecha, y cuando hacen esto, pierden el fervor revolucionario. Entonces, la derecha se beneficia con la blandenguería de los revolucionarios.
La falsademocracia, al transmitir valores capitalistas, al usar herramientas capitalistas, consigue anestesiar al pueblo y manipularlo por caminos de distracción. De esta manera se explican los resultados del Brasil. Lula, con sus vacilaciones y adaptaciones, cavó su propia sepultura, educó al pueblo para la dominación capitalista.
Lula nos demuestra una vez más, que el único camino para los revolucionarios es hacer la Revolución. Se pueden tejer alianzas, se pueden tener amigos, se puede trabajar las grietas del enemigo, todo eso es posible, pero lo que no se puede hacer es abandonar el camino revolucionario para atraer las simpatías de los cuervos. Los que pretendan hacer Revolución con las armas melladas del Capitalismo, cavan su propia sepultura.
Hoy en Venezuela, la manera de afirmar la Revolución es votando por Chávez. Un Chávez fuerte en el 2007 es garantía de Revolución, de Socialismo.
¡Chávez es Chávez!
¡Chávez, Fidel, el Alba, son Socialismo!

3.10.06

LA HUMANIDAD

EN ESTOS DÍAS, UN GOBERNADOR DE ESTADO, con la ignorancia que aconseja la soberbia, ensayó algunas filosofías que tienen la virtud de poner en el debate, ideas y estructuras psíquicas propias de la dominación que hemos padecido por milenios.
Dice el gobernador de marras: “no estudiemos a Marx, en Venezuela a quien hay que estudiar es a Bolívar”. Concepto a primera vista irrefutable, pero que encierra una de las tretas reaccionarias que han hecho más daño a la liberación de los pueblos. Veamos.
La humanidad, el pensamiento humano, es uno sólo. Es imposible fragmentarlo. No hay una sola idea que no sea hija, que no esté influenciada por el pensamiento de toda la humanidad. No hay un hombre de valor que no sea compendio del tránsito humano en el planeta. Bolívar es Bolívar, pero es también Rousseau, Sócrates, Robinson, es los enciclopedistas, es el África que lo amamantó, y es también Napoleón, la Revolución Francesa, es Cristo, y es el mendigo que encontró en su viaje al Monte Sacro. Bolívar, sin esos conocimientos, sin esas vivencias, sin la humanidad tras de sí, no sería un hombre de valor, mucho menos un Libertador. ¡Postrémonos humildes ante la humanidad que nos habita!
El pretender aislamiento del pensamiento universal nos debilita, reduce la vista al horizonte mezquino, trunca al hombre de su madre, la humanidad, y hace vulnerable su obra y rastrero su vuelo.
Hoy no es pensable una Revolución sin el marxismo, como no lo es sin Cristo, o sin Mahoma, o el Che, o Buda, sin Lenín, o sin Fidel, y sin el Comandante Chávez. Cómo desligar una vela que hoy encendemos, con las velas que alumbraron las noches y los pensamientos de Platón. Cómo desvincular el diario Despertar Universitario, del Iskra de Lenín, o del Correo del Orinoco. Cómo no relacionar el fuego que calienta a un paramero, con el fuego que cobijó a los pintores de las Cuevas de Altamira. Cómo desligar el pan de la última cena, del trigo que ondea en las montañas andinas.
La humanidad es una sola. Pretender desechar el marxismo, en aras de un nacionalismo castrador y reaccionario, es condenarnos a reducir todo el avance del pensamiento revolucionario universal, a la ignorancia del egoísmo, es creer que el Sol sólo ilumina a la aldea. Pero, sobre todo, es condenarnos a ser inofensivos ciegos en manos de los reyes tuertos. Bolívar sabía que “por la ignorancia nos han dominado más que por la fuerza”, y la ignorancia es carencia de pensamiento universal.
El revolucionario debe buscar en el pensamiento universal el hilo conductor de las ideas liberadoras. Cristo nos dio el “amaos los unos a los otros”. Fidel nos dice que “el deber de todo revolucionario es hacer la Revolución”. Marx nos aporta que la existencia y la conciencia se entrelazan. Chávez nos alerta que “el Capitalismo es el camino al infierno”.
¡Sigamos el ejemplo de Bolívar: combatamos la ignorancia con el pensamiento universal!
¡Chávez es Chávez!

2.10.06

MISCELANEAS 24

1. Fue necesario el relámpago del 4 de febrero para que el pueblo comenzara a reaccionar y despertara de la narcolepsia. Todavía, en nuestra corta vida revolucionaría, no nos hemos podido desembarazar del sistema electoral adormecedor que heredamos, y corremos el peligro de que los métodos oligarcas continúen su maléfica acción.

2. Para los bolivarianos no existe más opción que el Socialismo o, lo que es lo mismo, transformar radicalmente a la sociedad en sus fundamentos espirituales y económicos, hacer verdad la prédica Cristiana de amaos los unos a los otros, y darle su base material en la propiedad social de los medios de producción. Ese es el único camino para la redención del pueblo humilde.

3. Hoy el principal enemigo de la Revolución es el Reformismo que la debilita. En él confluyen capitalistas bolivarianos y capitalistas oligarcas, los dos tienen intereses comunes, los dos tienden puentes, a los dos les interesa truncar la Revolución que en su avance pone en peligro sus intereses, a los dos les conviene compartir un sistema político que yugule a la Revolución y les permita subsistir.

4. El Reformismo florece cuando la Revolución titubea, se infiltra en las debilidades, se aprovecha de los vacíos teóricos de los revolucionarios, engaña con retórica tremendista. Cuando fracasa, se repliega. Nunca es autocrítico, no le importa el daño, esa es su tarea. Más teme un éxito socialista, que un fracaso reformista. Si encuentra fortalezas, se repliega y espera mejores momentos, si encuentra debilidades, avanza e impone sus ideas.

5. La epopeya revolucionaria es más compleja, se podría decir que es un gran milagro, se trata de lo viejo vencerse a si mismo y hacerse nuevo. En lo viejo, violando las reglas de la naturaleza, resucita lo nuevo, todo por obra y gracia de la imaginación, de la mente, de las ideas del hombre. El hombre es la única especie que tiene el don de hacer Revolución, es la única especie que tiene la facultad de superarse a sí misma.

6. A la Revolución no se llega caminando por la tierra firme del pasado, la Revolución es caminar sobre las aguas. Significa una ruptura y sustitución de las bases de la vieja sociedad, la conciencia y las relaciones económicas.

7. La organización revolucionaria parte de un principio: La conciencia revolucionaria de la población es desigual, es decir, hay diferencias en los niveles, diferentes ritmos en el desarrollo de la conciencia del deber social. Vale la pena ahondar en este principio, que es básico para entender la necesidad, las características de la Revolución y de la organización revolucionaria.

AMIGOS, ENEMIGOS, ALIADOS

EN POLÍTICA ES VITAL ACERTAR EN LA VALORACIÓN de los individuos y factores que se mueven en el escenario. La política podría definirse como el arte de acumular fuerza, y este proceso depende de la correcta calificación del entorno.
Calificar de enemigo a un amigo, es perder fuerza. Considerar amigo a un enemigo, es creer que se acumula fuerza para desengañarse en la primera necesidad. Desechar a un potencial aliado, es privarse de fuerza. Un error en esta evaluación puede ser fatal para una política. Siendo así, intentemos valorar el escenario político venezolano en este final de año.
Ya sabemos que la solución de fondo a los problemas que padecemos, es la sustitución del capitalismo que los creó, por el Socialismo que los resuelve. También sabemos que el único que puede guiar al país por el camino de la construcción del Socialismo, por el camino de la redención, es el Comandante Chávez. La primera certeza es que sólo el Socialismo nos salva, y que Chávez es el Socialismo.
Ahora bien, quiénes son nuestros enemigos. Aquí tampoco cabe duda, nuestros enemigos son los capitalistas que se oponen a la construcción del Socialismo y por tanto al Comandante Chávez. Los hay dentro y fuera del gobierno: los de afuera amenazan con conflictos en diciembre, los de adentro proponen pactos y blanduras. Los de afuera tienen intereses comunes con los de adentro. A los dos les atrae volver a una pseudodemocracia engañadora. A los de adentro les molesta el discurso de Chávez, les preocupa su independencia frente a los del norte, les desagradan sus compromisos con Cuba y con Irán. Buscan la estabilidad del acomodado.
Qué necesitan estos capitalistas, los de adentro y los de afuera, sin duda, un nuevo pacto político que sea reflejo de sus afinidades económicas. Pero para eso es necesario que la opción socialista se debilite, que el Comandante se debilite, se pierda la gobernabilidad, al punto de hacer imprescindible el nuevo pacto, que será antisocialista y antichavista. Ellos perciben, con razón, que Chávez sin Socialismo no es Chávez, y que Socialismo sin Chávez no es Socialismo.
Ya sabemos quien es amigo y quien es enemigo, ahora veamos la manera de ganar la batalla contra nuestros enemigos.
No hay nada que frene más sus planes, que un Chávez fuerte. Un Chávez fuerte en el 2007 profundizará la marcha hacia el Socialismo, arreciará la lucha contra la corrupción, enfrentará el burocratismo y la ineficacia. Por el contrario, un Chávez débil sería vulnerable frente al pacto capitalista.
Es por eso que la tarea más importante del pueblo en esta etapa, es que Chávez salga fortalecido de las elecciones. Nada es más importante que votar por el Comandante.
Votar por Chávez
es fortalecer la oportunidad de seguir avanzando, de seguir venciendo a los enemigos de la redención de los humildes, estén donde estén.
No votar es condenar al país a los abismos sin esperanzas del pasado.
¡Sólo el Socialismo salva al Pueblo!
¡Chávez, Fidel, el ALBA, son Socialismo!

EL EQUILIBRIO INSENSATO

Cuando hay batalla, el equilibrio es hipocresía. Una guerra no es un deporte, en la guerra las convenciones las impone la fuerza. Lo que hoy sucede en Venezuela, no es una partida de ping pong, es un enfrentamiento brutal y definitivo entre un bando fascista, cruel, dispuesto a todo para recuperar sus privilegios, tal como lo demostró en abril y con el sabotaje petrolero, y un pueblo humilde, que ha encontrado el camino de su redención y lo está transitando.
Hoy la confrontación ha tomado apariencia electoral. Decimos apariencia, porque en realidad para los mantuanos oligarcas se trata de una preparación para un desenlace brutal, el enemigo fascista lo divulga con descaro: están creando las condiciones para lanzarse en un asalto tipo Ucrania. Sus declaraciones tiene dos mensajes en común: habrá fraude, y cobrarán, lo que significa que desde ahora se preparan para un conflicto, las elecciones simplemente les sirven de excusa. Es el mandato de la embajada americana que todos los lacayos, desde rosales hasta el último candidato opositor, repiten con obediencia canina. Sólo a los cándidos se les puede ocurrir, que quien va a las elecciones sin reconocer la idoneidad del árbitro, lo hace con buenas y transparentes intenciones.
En estas circunstancias, con un enemigo declarando la guerra, no puede haber equilibrio. Ellos tienen abundantes televisoras y radios bombardeando todos los días, todos los instantes, nuestras posiciones. Con misiles de falsedades, preparan su embestida. Y nosotros, cual tontos, buscando un equilibrio del mensaje electoral insensato, bobo, midiendo las veces que mencionamos a los mantuanos y las veces que decimos diez millones o nombramos al Comandante Chávez.
Ellos preparando una embestida anunciada, como anunciaron la de abril, y nosotros cuidando un equilibrio ridículo. Hagamos lo que hagamos ellos nunca dejarán de manipular con sus televisoras y radios, y no renunciaran a sus planes fascistas. Firmar acuerdos con Globovisión, es como firmar acuerdos con Hitler, recordemos el pacto Molotov-Ribentropp, o la firma de la capitulación de Miranda frente a Monteverde, una ingenuidad que pasará a la historia, y unos ingenuos que sufrirán las consecuencias de buscar equilibrios quiméricos.
El deber de los revolucionarios es prepararse para la confrontación que los mantuanos anuncian, y la preparación pasa por la batalla de ideas. Es necesario, entonces, librarse de la búsqueda de equilibrios insensatos, hay que difundir las ideas revolucionarias, combatir cada una de sus mentiras, sus valores morales deben ser rebatidos, sus ofertas engañosas refutadas, sus cizañas disolventes superadas. Estamos frente al desarrollo de una agresión, y frente a ella no hay otro camino que profundizar la Revolución y ganar la batalla de ideas.
¡Sólo el Socialismo salva al pueblo!
¡Son diez millones!

¡Chávez, Fidel, y el ALBA, son Socialismo!