2.3.07

¡CRISTO ERA SOCIALISTA!

Cuando el Comandante explicó por qué Cristo fue el primer socialista de la historia, las fuerzas retardatrices oligarcas se pusieron en alerta, se desesperaron, gritaron, activaron a sus plumíferos para difundir engaños.

La reacción es comprensible, el Comandante les develó, frustró una ofensiva ideológica. Veamos.

La ofensiva ideológica oligarca consiste en negar la historia. Según esto, el pasado no tiene nada que ver con el presente, lo que hoy pasa no es influido ni influirá en la vida de la humanidad.

Así Bolívar es un fenómeno del 1800, sólo lo recordamos, pero allí quedó confinado. Cristo vivió hace dos mil años y hoy puede hacer uno que otro milagro, pero nunca su prédica podrá dirigir una transformación social que ponga en peligro los privilegios de los oligarcas. Oligarcas que son los mismos que crucificaron a Cristo, los mismos que llevaron a Bolívar a San Pedro Alejandrino, y los mismos que asesinaron al Che en la Higuera.

Se niega la historia de la rebeldía, la que sirve para despertar a los Pueblos, para guiarlos en sus luchas, la que nos dice que la batalla es milenaria, que formamos parte de un torrente libertario, que no estamos solos, que nos acompañan las ideas y las acciones de un ejército de mártires y héroes.

Cuando el Comandante revela que Cristo es el primer socialista de la humanidad, está colocando a la Revolución Bolivariana en la corriente histórica de la redención humana que comienza con Cristo, y en la que se inscriben los innúmeros intentos por construir un mundo, una base material y una conciencia, donde impere su primigenio mandato de amarnos los unos a los otros, que no es otra cosa que el Socialismo.

Cuando el Comandante dice que Bolívar es presocialista, y que esta Revolución es Bolivariana, que nuestro Socialismo es bolivariano, está colocando a la Revolución en la corriente de los mejores pensamientos, y las heroicas acciones por construir en la América un sistema que le de al hombre la mayor suma de felicidad posible, que no es otra cosa que el Socialismo.

Cuando niegan la carga humana del planteamiento bolivariano, cuando esconden y deforman la imagen del Bolívar liberador de esclavos, lo que están intentando ocultar es lo que el Comandante ha puesto a la vista de todos: La traición que sufrió el Libertador, lo mucho que todavía tiene por hacer en esta América.

Al negar la historia guillotinan la continuidad de las luchas por la redención del humano, niegan la posibilidad de cambios, le dan perennidad al sistema que hoy padecemos. Al negar la continuidad y evolución histórica de las ideas, nos dicen que todo comenzó en el capitalismo y que todo finaliza aquí.

Por eso arremeten contra la historia, no pueden aceptar que el Pueblo vea hacia atrás y descubra de donde viene, y así comprenda para donde va.

¡Con Chávez todo, sin Chávez nada!

QUE LAS PLUMAS NO IMPIDAN EL VUELO

Una leyenda muy antigua de los indios de las riveras del Tucutunemo, en lo que es hoy el Estado Aragua, nos relata la historia de un grupo de muchachos que querían volar.

En ese afán invirtieron las mejores horas de su infancia y juventud, muchos murieron en el intento, generaciones se sucedieron en el empeño, sin embargo, no conocieron el éxito, sólo consiguieron construir plumas.

Así pasaron los años, eran conocidos como los “muchachos que querían volar”.

Un día apareció por esas tierras un zambo que no lo pensó dos veces, se subió a un Samán, el más alto, y con unas alas que traía bajo el brazo se lanzó con audacia…

Y, para asombro de todos ¡voló! Voló alto, y luego cayó espaturrado en la llanura. Es verdad que fue un poquito, pero ¡voló! Se podía volar, el muchacho zambo había volado.

La noticia corrió y el mundo del Tucutunemo se emocionó, todos querían conocer el cielo.

Aún persistía un problema, para conocer el mundo de los gavilanes y del cóndor, lo que se llama volar en grande, el vuelo alto y sostenido, para hacer realidad el sueño de años por el que tanta gente luchó y murió, era necesario complementar las alas, era necesario cubrirla de las plumas que tenían los “muchachos que querían volar”.

Nuestro zambo solicitó las plumas y los invitó a todos a contemplar al mundo desde las alturas, como él había hecho.

Les narró que desde allá arriba los árboles se ven chiquiticos, los hombres parecen hormigas, y todos se ven iguales, que el sol quema, el viento es frió, las nubes son algodón de agua y los pájaros no se asustan del hombre, casi se pueden tocar las estrellas y se ve la nieve de los picos lejanos.

Los “muchachos que querían volar” se reunieron para considerar la entrega de las plumas, pasaron horas, días discutiendo, le pidieron al zambo un año de plazo.

Los invadió el miedo de perder la organización construida alrededor de las plumas: si volaban, qué haría el secretario de doctrina, que se sabía de memoria todo sobre las plumas, su largura, su textura, el color que debían tener al amanecer ¿Adonde iría el secretario de organización, que se encargaba del orden en la fabricación de plumas, que las almacenaba y las catalogaba?

Y lo principal era la historia, la tradición en la lucha por volar, todo eso se perdería si se entregaban las plumas.

La leyenda establece que pasados los siglos, los descendientes de los “muchachos que querían volar” aún discuten, metódicamente, bajo un samán, la conveniencia de entregar las plumas.

La reunión, de cuando en cuando, se ve interrumpida por el rugir de los motores de un sukhoi.

Esta historia creemos que hoy nos puede ser muy útil.

¡Construyamos la Sociedad Patriótica Socialista, no hay excusas!

¡Con Chávez todo, sin Chávez nada!

¡FUNDEMOS LA SOCIEDAD PATRIÓTICA SOCIALISTA!

Frente al aumento de la agresividad del Imperialismo y los retos internos de la Revolución, el Comandante convocó a la unidad dentro de la diversidad de los revolucionarios. Es necesaria una organización política que responda al grito de Bolívar: “cesen los partidos y se consolide la Unión. Chávez aboga por una organización fuerte, profundamente crítica, estudiosa, disciplinada, conciente, ética, primera en los sacrificios y última para recibir beneficios. El Pueblo convertido en un haz político organizado y movilizado, ético y consciente.

La propuesta levantó una gran discusión donde lo esencial se cambió por lo accesorio, se mezclan verdades con arrogancias, espíritu hipercrítico con carencia de visión autocrítica, abunda el dogmatismo y la mezquindad, escasea la grandeza y la inteligencia.

Ninguno de los argumentos expresados justifica privar a la Revolución de una organización política única. Que se convocó en público, es verdad, que lo dijo con la cara amarrada, puede ser, que se le fue la mano, tal vez, que ha debido hacerlo asao y lo hizo sancochao, es posible, que los partidos se respetan, quién dice que no, pero nada justifica confundir la forma con el fondo: la esencia del problema. Mucho menos tratar inadecuadamente esta propuesta estratégica del Presidente.

Es la hora de los hornos y es preciso un paso fundamental para la Revolución. Sin unidad, sin una organización revolucionaria, el Socialismo es una utopía irrealizable. Como diría un amigo filosofo, si se equivocó, si se le fue la mano, fue por la pasión de avanzar, si amarró la cara fue por la angustia de tanta estulticia que nos rodea.

Quién se atreve a plantear que, por factores completamente subalternos, la vanguardia de la Revolución, hoy fragmentada, rechace el llamado a la unidad. En nombre de qué se va a explicar ese absurdo al Pueblo.

Quien sea revolucionario, quien crea que es el momento de construir el Socialismo, quien acepte el liderazgo del Comandante, debe, por sobre todo, ir urgente, rápido, sin remilgos, sin mezquindades, a la formación de la SOCIEDAD PATRIÓTICA SOCIALISTA. Nombre que proponemos para la nueva organización, que recoge la tradición libertaria y revolucionaria de nuestro Pueblo.

La Sociedad Patriótica, resumió lo más avanzado del pensamiento revolucionario de 1810, significó Patria, lucha contra el imperio, libertad, emprender el camino revolucionario, enfrentarse a la Junta Defensora de los intereses de Fernando VII, que agrupaba a los mantuanos reformistas.

Sin unidad política no hay Socialismo ni revolución, ni rompimiento con el imperio capitalista, ni rumbo a la sanación de la humanidad. Sería imposible alejarnos del camino al infierno donde nos conduce el capitalismo, y enfrentarnos a los reformistas agrupados en Juntas Defensoras de los Intereses Capitalistas. Decir Sociedad Patriótica Socialista, es unir el alma libertaria de 1810, con el espíritu revolucionario del 4 de febrero.

¡Con Chávez todo, sin Chávez nada!

1.3.07

4 Y 27 DE FEBRERO DOS FECHAS EN CONTRASTE

Algunos sucesos históricos marcan el rumbo de naciones y hasta de continentes, es por eso que el éxito político depende de su cabal comprensión. Abril de 1810, la pérdida de la Primera República en 1812, el 23 de Enero de 1958, serían ejemplos que apoyan el aserto. Hoy nos interesa analizar dos eventos cercanos en el tiempo que sin duda marcarán la historia nuestra por los próximos cien años. De la interpretación que demos a aquellos días dependerá el rumbo que tome la nación.

El primero de ellos es el 27 de febrero de 1989, sobre él llueven variadas interpretaciones.

Nosotros pensamos, a contracorriente con la idea generalizada, que aquellas jornadas fueron el entierro de un ciclo histórico que tiene dos marcadas influencias: una, las teorías de la izquierda, que se había lanzado en brazos del anarquismo tras la derrota en la lucha armada, y la otra influencia, el populismo del pacto puntofijista, que venía de los días copiosos del primer gobierno de carlos andrés pérez, cuando se sembró en el pueblo expectativas materiales egoístas.

Durante los acontecimientos del 27-F, el pueblo, sin organización, espontáneamente, se lanzó a la calle a disputar su parte de la renta petrolera, desordenadamente, única manera que en aquella oportunidad le era posible. El pueblo, abandonado por la dirigencia revolucionaria que padecía de anarquismo, educado y concientizado en el facilismo egoísta del gobierno de pérez, acostumbrado al Estado paternalista, no resistió las penurias impuestas por el agotado proyecto populista que, por exigencias de la economía capitalista internacional, ya no disponía de riqueza para sostener el proyecto derrochador.

Aquellas jornadas fueron el entierro de un pacto populista que duraba ya casi cincuenta años, y también de una izquierda extraviada que se debatía entre el anarquismo y el salto hacía territorios reformistas. Nace así una nueva etapa que refuta al pasado y tiene su arranque el 4 de febrero de 1992.

Esta rebelión contrasta con el 27 y nos indica un nuevo rumbo: el 27 espontáneo, el 4 planificado, aquel sin dirección, éste con una dirección militar, el primero sin objetivos políticos, sin consignas, no dejo rastros de organización, se perdió en las neblinas de la historia, el segundo, con objetivo de poder muy claro, con consignas, con una organización que lo trasciende, se interna en la historia con aliento de cambios.

Entender al 27 de febrero como un triunfo popular y un paradigma, es un error de apreciación histórica que aviva las ideas equivocadas (anarquismo y populismo), las hacemos beligerantes, y debilitamos a la Revolución.

¡Rodilla en tierra con Chávez y el Socialismo Auténtico!

28.2.07

NO ESTÁ PERMITIDO OLVIDAR

Los pueblos, la humanidad, no pueden acostumbrarse a la ignominia, al oprobio, no pueden hacer de la lucha contra la injusticia una acomodación. Al contrario, como decía el Che, deben temblar de indignación frente a la injusticia.

Cuando la humanidad pierde su rebeldía frente a la infamia, comienza a recorrer caminos de tinieblas.

El imperio capitalista agrede a los pueblos del mundo, a la ecología, a la vida toda, y son los medios oligarcas los que nos dictan, nos imponen la pasión con que debemos conmovernos frente a esas agresiones:

Hoy nos importa Irak, pero ya olvidamos a Afganistán, nos preparamos para reaccionar frente a la posible invasión de Irán, pero olvidamos la agresión al Líbano. El atentado a las torres gemelas justificó la pérdida del derecho internacional, pero aún no sabemos los autores. Guantánamo existe, y sin embargo los gringos certifican los derechos humanos en el planeta. La prensa y los medios imponen la indignación y la complacencia, nos dictan el recuerdo y el olvido.

A la humanidad le quitan poco a poco la capacidad de sentir con el corazón, de ser humana.

Los revolucionarios, los Pueblos concientes del mundo, los gobiernos dignos, deben luchar contra esta tendencia, están en el deber de oponerse al camino que nos convierte en máquinas insensibles al servicio del consumo.

Hay un caso que es como una trompada en el rostro decoroso de la América y del mundo. Se trata de los cinco héroes cubanos que en las entrañas mismas del monstruo combatían al terrorismo. Recordemos sus nombres con respeto y admiración: Antonio Guerrero, Gerardo Hernández, Ramón Labañino, René González, Fernando González. Unos muchachos que aceptaron la responsabilidad de luchar contra el terrorismo, no les importó sacrificios ni riesgos, se fueron con entusiasmo a las entrañas del monstruo y allí libraron batallas como si cinco ejércitos fueran.

Los capturaron y se convirtieron en pilares de dignidad. Están allí en las ergástulas atrapados por los laberintos hipócritas de las leyes del imperio que legalizó su secuestro. Los retienen por batallar contra el terrorismo, y al encarcelarlos develan la verdadera naturaleza del monstruo del norte: su condición de generador de la miseria y del terrorismo mundial.

La historia de estos cinco héroes no se puede olvidar, deben ser bandera por la dignidad humana, son héroes de la humanidad.

Es necesario indignarse frente a esta infamia, pronunciarse, no hay excusa para no hacerlo, para el silencio frente a la injusticia.

Nosotros proponemos que se les otorgue, en nombre del Pueblo de Venezuela, la Orden del Libertador a estos Cinco Héroes de la Humanidad, que será el símbolo de su adopción como hijos de Bolívar, y el reconocimiento de su causa como nuestra.

¡Con Chávez todo, sin Chávez nada!

26.2.07

ENSEÑANZAS DEL 27

Hay hechos que marcan grandes periodos históricos. Es así que el 23 de Enero de 1958 marcó la historia venezolana hasta el 27 de febrero de 1989. Toda la historia política nuestra en este largo período, estuvo signada por aquellos días ingenuos y heroicos de la gesta contra la dictadura de Pérez Jiménez.

Según se interpretaran los sucesos del 23 de Enero, así sería la conducta política de los revolucionarios.

Unos veían al 23 de Enero como un triunfo de la “democracia”, eran conformistas. Otros veían esos días como días de ingenuidad, traición y derrota, éstos mantuvieron en alto las banderas de la Revolución, luchando en ciudades y montañas, guiados por el ejemplo de Argimiro, de Fabricio...

Hoy el futuro de la Revolución Bolivariana está influenciado en gran medida por la interpretación que hagamos de los sucesos del 27 de febrero de 1989. Veamos.

El 27 de febrero encuentra a la otrora dirigencia revolucionaria en desbandada, unos pasados al enemigo histórico, es decir, integrados al pacto de punto fijo, otros diletando en las aguas del anarquismo tropical, que tiene dos pilares fundamentales: uno la negación del Estado, de cualquier Estado, y dos, la negación de la organización de las masas más allá de lo local, temen a la organización nacional. Esta teoría en definitiva deja al pueblo sin dirección y sin organización.

El 27 el pueblo fue a la calle sin dirección y sin organización, y a pesar de la gran explosión de energía social que allí hubo, fue incapaz de concretar una sola acción política, no apareció ni una consigna pintada en una pared, ni una prefectura quemada, nada que le diera un contenido político a esa conmoción social.

El 27 fue la tumba del pacto de punto fijo, y de las teorías anarcoides que pretendieron ser su alternativa.

Presentar esos días sólo como ejemplo de reacción popular contra el neoliberalismo, es privarlos de su lado más importante, las enseñanzas que emanan del fracaso de los reformistas y las teorías anarcoides, es condenarnos a repetir el fracaso del 27.

Hoy en Venezuela cuando estamos en época de definiciones, debemos aprender de las enseñanzas del 27:

Primera enseñanza, masa sin dirección política es muchedumbre, capaz sólo de destruir, pero incapaz de acciones constructoras de caminos. No puede salir airosa del enfrentamiento con un enemigo organizado y claro en los intereses que defiende. Entonces privar al Pueblo de una dirección es dejarlo inerme en brazos de sus enemigos.

Segunda enseñanza, masa sin teoría clara de su redención es Pueblo indefenso, que sólo podrá girar alrededor de los objetivos que les dicte el enemigo.

Tercera enseñanza. Masa sin organización es incapaz de realizar las tareas difíciles de la construcción y defensa de su futuro.

¡Sólo una correcta apreciación del 27 de febrero nos permitirá avanzar!

¡Con Chávez todo, sin Chávez nada!