27.7.07

PROLETARIZACIÓN DE LA REVOLUCIÓN

El Che Guevara escribe en El Socialismo y el Hombre en Cuba que en la guerrilla de la Sierra Maestra se dio un proceso de proletarización del pensamiento.
Esta afirmación indica un salto inmenso en la teoría revolucionaria y propina una fuerte derrota al dogmatismo, abriendo el camino hacia la posibilidad revolucionaria en los territorios periféricos pocos desarrollados de los imperios. Expliquemos.
Una dogmática interpretación de la teoría revolucionaria, soldaba mecánicamente la ideología de una clase con esa clase, de esta manera las ideologías eran privadas de movilidad, es decir, la ideología proletaria era propia, única del proletariado, estaba consustancialmente unida a él, no podía existir sino asociada a él. Lo mismo sucedería con la ideología oligarca, estaría ligada a la clase oligarca.
Se ignoraba el hecho de que la dominación es posible porque la ideología de la clase dominante coloniza el alma del dominado, migra. De esa misma forma, la liberación es posible porque la ideología liberadora la del proletariado también migra hacia otras clases.
Este dogmatismo también ignora el hecho de que las ideologías son universales, propias de toda la geografía humana. Es suficiente que en una parte del mundo existan las condiciones materiales que la sustenten para que en cualquier parte del planeta surjan esas ideologías.
Así, la teoría proletaria es edificada sobre las condiciones materiales de Inglaterra. Con el instrumental filosófico de Hegel y Marx que surge en Alemania. Aprende de la práctica francesa, la comuna. Y tiene su primera aplicación práctica en Rusia, país rezagado en el desarrollo imperialista. Aquí se muestra lo universal y la migración de las ideologías.
El Che nos devela uno de los grandes logros de la Revolución Cubana, quizá el mayor: siendo una Revolución campesina, liderizada por individuos surgidos de la clase media, es capaz de apropiarse del pensamiento revolucionario proletario universal y conducir a ese Pueblo hacia las metas más avanzadas que la humanidad se ha planteado en toda su historia: recomponer la sociedad, derrotar definitivamente al capitalismo forma superior de la esclavitud, y enrumbarse hacia la redención del humano.
La esencia de la ideología proletaria es la transformación de la sociedad para impedir que unos hombres se apropien del trabajo de otros hombres, cambiar la manera de consumir y de producir y, entrelazada con esas nuevas bases, construir una Nueva Espiritualidad, una Nueva Cultura, una Nueva Moral, unas Nuevas Luces.
Siguiendo esta experiencia, nutriéndose con la enseñanza de la Revolución cubana, la Revolución Bolivariana debe proletarizarse, superar su etapa pequeño burguesa, caracterizada por los intentos de morigerar al capitalismo y, enrumbarse decididamente hacia la construcción, sin ambages, de la sociedad del amor, la libertad, hacia la construcción del Socialismo.
Si no conseguimos dotar a la Revolución de la ideología proletaria, si el Pueblo no hace suya la ideología, la moral y las luces de esa clase, que por explotada, es génesis de ideas libertarias, entonces, irremediablemente no podrá avanzar hacia las hermosas metas propuestas.
¡Chávez es Socialismo!
¡Con Chávez todo, sin Chávez nada!
¡Sin Chávez no hay Socialismo, sin Socialismo no hay Chávez!
¡El 26 y el 4 un mismo sentimiento libertario!
¡Orden del Libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad!

LAS RELACIONES HISTÓRICAS

Los acontecimientos históricos regresan para marcar el rumbo del presente. En el transcurrir de la vida de la humanidad no hay nada aislado, inédito, absoluto, todo acto tiene sus raíces en el pasado. De allí, la importancia de las relaciones históricas, de ellas depende el carácter de los procesos de hoy.
Los hechos históricos que festejemos, el por qué los celebremos, y la manera como los conmemoremos, van a indicar el carácter de los procesos de hoy. A ningún revolucionario se le ocurriría celebrar la cosiata, pero celebra la ayuda que Petión le dio a Bolívar como precursora del ALBA, y también recuerda con gozo el aniversario del triunfo de la Revolución Sandinista.
La Revolución Bolivariana se relaciona directamente con lo más rebelde, lo más extremista de la Revolución de Independencia. Nos relacionamos con Bolívar y su “trescientos años de calma no bastan”, cuando entendió que había que radicalizar el proceso y superar la tendencia mantuana conciliadora que proponía la Junta Proctetora de los Derechos de Fernando VII. Nos relacionamos con el Libertador del “Decreto de Guerra a Muerte”, cuando entendió que era necesario delimitar los campos, ellos y nosotros. Y sobre todo nos relacionamos con el Bolívar traicionado y su obra inconclusa.
Recientemente celebramos el aniversario del Asalto al Cuartel Moncada y es bueno resaltar cuáles son las causas por las que ese acontecimiento sea central en los contentos de los revolucionarios mundiales, y cuáles son las relaciones de ese hecho con la Revolución Bolivariana.
El Cuartel Moncada significó en lo inmediato una fractura de la parsimonia de los revolucionarios del continente, que hasta entonces vegetaban en mares de burocracia y sumisión. Pero además fue muestra de que el deber de los revolucionarios es hacer la Revolución, y que ésta siempre es posible.
El Asalto al Cuartel Moncada es inicio de una renovación teórica vital para el camino revolucionario, una derrota del etapismo reaccionario. Mostró el rumbo de las revoluciones futuras y por supuesto marca a nuestra Revolución. Fue una operación militar que tenía como objetivo la conciencia del Pueblo, y sin dudas triunfó.
Y ese éxito significó un vuelco en la teoría, comprobó en la práctica que la conciencia es el fundamento de toda Revolución. Todas las acciones, las pequeñas y las grandes deben tener como fin la elevación y la consolidación de la conciencia del deber social.
Este principio ha guiado a la Revolución Cubana, de allí su extraordinaria resistencia frente a la adversidad, al desamparo de la Unión Soviética y al ataque incansable del imperio capitalista.
Reivindicamos el 26 de julio como una fecha que se hizo nuestra el 4 de febrero: las mismas motivaciones, la misma entrega, el mismo altruismo, el mismo objetivo. Por eso honramos el 26, por ser raíz y sentimiento del 4 de febrero, inicio de nuestra Revolución.
¡Sin Chávez no hay Socialismo, sin Socialismo no hay Chávez!
¡El 26 y el 4 un mismo sentimiento libertario!
¡Orden del Libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad!

LAS CORRIENTES

Es un hecho ya aceptado por todos que dentro de la Revolución Bolivariana pugnan corrientes ideológicas, de allí el llamado a la discusión. El hecho no es para asustarse, por el contrario, la unanimidad sería, además de sospechosa, fatal. Es saludable discutir de todo dentro de la Revolución. Podríamos decir: “en la Revolución todo, fuera de la Revolución nada”.
El los últimos días se ha presentado con fuerza una corriente que pretende que nuestro Socialismo sea un híbrido con el capitalismo. Este pensamiento se ha exhibido con varios matices y ha evolucionado a medida que gana terreno. Veamos.
Primero, plantearon que era necesario convivir con el capitalismo “por exigencias del periodo de transición”.
Después, retrocedieron a que “era necesario estimular al sector capitalista”, propusieron fórmulas para transferirle parte de la renta.
Ahora funcionarios del gobierno y políticos bolivarianos dicen que “no hay contradicción en convivir con el capitalismo”, y además lo presentan como eficaz y bondadoso. Proclaman que la construcción del Viaducto es una muestra de lo acertado de convivir con el capitalismo. Nosotros pensamos diferente.
En el caso del viaducto, es una visión parcial, sesgada e interesada, expliquemos por qué:
Si el viaducto fue construido por una compañía capitalista, los trabajadores construyeron para enriquecer al pequeño número de accionistas de esa compañía. Es verdad que la sociedad obtuvo la obra, pero a costa del sudor y la sangre, la vida de esos obreros, que sólo tuvieron como recompensa una parte del tiempo invertido. Y lo que es más dañino, vista como ejemplo, la construcción de la obra se convierte en referencia que catapulta al sistema capitalista y avala la explotación en el resto de la sociedad.
Ahora bien, si la construcción la hubiese hecho una compañía Socialista, los trabajadores no serían despojados porque la ganancia se quedaría en la sociedad, propietaria de la compañía, y esa ganancia sería para beneficio de todos, incluidos los trabajadores constructores. Así se cultivaría la conciencia de pertenencia a la sociedad, sería un gran impulso a la construcción del Socialismo y el beneficio sería incalculable.
La construcción del viaducto por parte de una compañía capitalista, sólo demuestra el poco desarrollo de nuestro Socialismo. Recurrimos al capitalismo como una medida sensata que reconoce nuestra debilidad, y eso era correcto, pero de allí a postular que es un modelo para nuestro Socialismo, es para decir lo menos, un crimen de lesa Revolución.
Nosotros sostenemos una vez más que ese camino es el camino de la restauración, peligro de fascismo y, por supuesto, de debilitamiento extremo del Comandante Chávez.
Ya lo dijo el Che y la caída de la Unión Soviética le dio la razón, en un sistema híbrido entre Socialismo y capitalismo, es el capitalismo el que termina imponiéndose, porque la espiritualidad a que da origen siempre reclama más capitalismo, culpable de la miseria espiritual y material que padece la humanidad.
¡Sin Chávez no hay Socialismo, y sin Socialismo no hay Chávez!
¡Orden del Libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad!

26.7.07

LA IDEA LIBERTARIA

Los últimos acontecimientos incrementan la discusión socialista en Venezuela. Las ponencias se han afincado principalmente en dos aspectos: el problema de la aceptación de la propiedad social de los medios de producción, y un esfuerzo por distanciarse del Marxismo, de la Unión Soviética y, por derivación, distanciarse de la Cuba Socialista, Fidelista y Guevarista. Analicemos.
Se descarta al marxismo por razones que bien servirían para apartarse del Cristianismo, o del Bolivarianismo: se dice que “pasó de moda”, que “ya no hay obreros”, que “las condiciones han cambiando”, que “es un dogma”. Lo mismo podíamos alegar para separarnos de Bolívar: podríamos decir que no hay españoles colonizadores, que la esclavitud fue abolida, o que ya la guerra no se hace con caballos. También podríamos decir que ser cristiano es ser dogmático, porque ya el Imperio Romano no existe, que aquello fue hace dos mil años. Igual podríamos decir de Zamora, de Fidel, del Che, de Fabricio, de Sandino, de Simón Rodríguez.
¿Donde está el error de los que así piensan?
El error es que no colocan a cada pensador y a cada idea en su contexto histórico. Veamos.
La idea libertaria acompaña a la humanidad desde que el hombre se hizo lobo del hombre, desde que el trabajo de unos fue apropiado por otros, desde que la sociedad dejó de ser una armonía para transformarse en una guerra de todos contra todos. En otras palabras, la idea libertaria acompaña al hombre desde lo más profundo de la historia.
En ese camino de milenios, la idea, el pensamiento libertario ha recibido la contribución de muchos afluentes teóricos, cada uno adecuado a su tiempo y apoyado en los aportes anteriores, así se ha perfeccionado.
Espartaco nos enseñó la rebeldía frente a los Imperios.
Cristo nos reveló la idea primigenia: la esclavitud debe sustituirse por el “amaos los unos a los otros”. A partir de allí, la historia de la humanidad ha sido la historia por dar concreción a este mandato iniciático.
Mucho tiempo trascurrió, milenios, hasta que el Marxismo asentara la teoría que hace posible dotar de base material al mandato cristiano. Dice el marxismo:
“No es posible una sociedad del amor, donde se amen los unos a los otros, sin abolir la base del egoísmo, que es la propiedad privada (antisocial) de los medios de producción.”
A Marx se le puede atacar por miles de razones, era simplemente un humano, pero lo que no se
puede evadir es esta gran verdad por él aportada al pensamiento revolucionario y libertario.
Entonces, así como en una revolución, si es verdadera, es un crimen prescindir de Cristo, prescindir de Bolívar, de Miranda, Martí, del Quijote, de Fidel, o el Che, es también un crimen de iguales proporciones prescindir de Marx y de Lenin.
Porque una revolución que trunque el torrente histórico del pensamiento revolucionario y libertario está irremediablemente condenada al fracaso.
¡Sin Chávez no hay Socialismo, sin Socialismo no hay Chávez!

¡Orden del Libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad!
www.libertadorparaloscinco.org.ve

25.7.07

MADRUGADA

26 de julio de 1953, Santiago, madrugada…

4 de Febrero de 1992, Caracas, madrugada…

Un grupo de jóvenes, como un rayo de luz, rasgan el firmamento gris de entrega, anexión, conciliación.

Se desata tempestad que dura siglos, destruye y construye, inventa y copia, camina y corre, van tras el sueño milenario, los acompañan Bolívar y Martí. Reviven el juramento del Monte Sacro y el saludo a la estatua de la plaza Bolívar caraqueña.

El Che refuerza el intento de tomar el cielo por asalto. Fabricio llega junto a Carlos y Antonio, Aponte y Guiteras, son brisa fresca que impulsa ideales.

26 de julio de 1953, Santiago, madrugada…

4 de Febrero de 1992, Caracas, madrugada…

Petión vuelve los ojos hacía ellos, y renace la fe de quien batalla contra la oligarquía y los dogmas.

Valientes salieron a la muerte, sin más ambición que la gloria de servir a la causa de la redención de los humildes.

26 de julio de 1953, Santiago, madrugada…

Es posible la construcción de la sociedad socialista, y existen sus constructores. Hay jóvenes, hay esperanzas…

4 de febrero de 1992, Caracas, madrugada…

Cuarenta años después.

Es posible la construcción del Socialismo, y existen sus constructores. Hay jóvenes, hay esperanzas…

26 de julio 1953, Santiago, madrugada…

4 de Febrero 1992, Caracas, madrugada…

Dos pueblos se hermanan para construir y salvar.

Dos sentimientos se hacen uno para avanzar por sobre la amenaza del monstruo.

26 de julio 1953, Santiago, madrugada…

4 de Febrero 1992, Caracas, madrugada…

Pueblos y comandantes invencibles en la unión de corazones y brazos,

Trincheras de ideas, moral y luces, ciudadanos, compañeros, unidos.

Haciendo añicos al pasado, parteros de la historia, guardianes de la vida.

Dioses humanos capaces de milagros, de transformar olmos en peras, sueños en ríos caudalosos, vientos en lluvias prodigiosas, rocíos en escuelas, miradas en conocimiento. Manos en casas, casas en templos, tierra en alimento, garra y voluntad en defensa.

26 de julio 1953, Santiago de Cuba, madrugada…

4 de Febrero 1992, Caracas Venezuela, madrugada…

Trinchera de ejemplo.
¡Orden del Libertador para Los Cinco Héroes Defensores de La Humanidad!

23.7.07

DOGMÁTICO

Por decir que la propiedad social es aquella administrada por el Estado, nos mandaron un mensaje llamándonos dogmáticos, permítannos responder por esta vía.
Dogmático es el que cree en algo sin razonamiento, sin dar argumentos, sin discutir su creencia. No es el caso nuestro, que argumentamos y discutimos lo que planteamos. Quizá sería más apropiado llamarnos principistas, porque somos partidarios de los planteamientos esenciales del Socialismo.
Dicho esto expongamos nuestros criterios.
Decimos que la propiedad social sólo es aquella administrada por el Estado. Argumentemos.
Es el Estado el representante de la sociedad toda, es algo así como un Consejo Comunal pero a escala nacional, digamos, un Consejo Nacional. Entonces así como no puede haber propiedad comunal sino es administrada por el Consejo Comunal, no podrá haber propiedad social sino es administrada por el Estado, por ese Consejo Nacional.
Y decimos además que en el Socialismo la propiedad social puede convivir con otras formas, pero debe ser hegemónica. Lo que significa que debe ser soporte de la hegemonía de la conciencia del deber social. Por tanto, no se debería usar la renta petrolera para estimular al capitalismo, que siempre genera conciencia egoísta… eso no tiene justificación.
Los neoliberales, por intereses económicos, han satanizado al Estado. Recordemos que en la cuarta república lo fueron reduciendo a un caparazón que sólo serviría para defender sus intereses, hasta pensaban acabar con el ejército dejando sólo una policía nacional, el Estado se desentendió de la educación, de la salud, y querían privatizar a PDVSA. Los anarquistas coinciden con los neoliberales en esta negación del Estado.
Los neoliberales, para conseguir su propósito, confunden: dicen que el Estado es una cosa y la sociedad es otra, contraponen propiedad del Estado a propiedad social. Plantean que dar propiedad a las comunidades es dar poder a la sociedad, que la propiedad Estatal se opone a la sociedad. Así por ejemplo, el neoliberal Quiroz Corradi postula que PDVSA no es propiedad social porque es administrada por el Estado.
Nosotros pensamos que el Estado revolucionario es el administrador de la sociedad, ésta delega en él la administración y la planificación social, así la sociedad a través del Estado toma cuenta de su destino.
Hay quienes proponen que la propiedad social puede ser sustituida por la propiedad comunal o de grupos sociales como obreros, pescadores. Con esa propiedad de fracciones de la sociedad lo que se estimula es la conciencia parcial, egoísta, y necesariamente cada parcialidad velará por sus intereses, que se opondrán a los intereses de la sociedad. En resumen, son colectividades egoístas.
De esta manera se pierde la razón última de la propiedad social, que es sustentar, generar una conciencia de pertenencia a la sociedad.
Creemos haber dado algunos argumentos a favor de nuestra tesis, y así nos alejamos de la acusación de dogmáticos. La discusión esta abierta, esperamos por los argumentos de quienes nos llaman dogmáticos.
¡La discusión abre camino al Socialismo!
¡Chávez, el Pueblo y la discusión son Socialismo!
¡Orden del Libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad!

EL SOCIALISMO SEGÚN BADUEL

El General Baduel en el acto de Fuerte Tiuna con motivo de la entrega del Ministerio de la Defensa, nos brindó un discurso que merece la atención de los venezolanos y en especial de los revolucionarios. Es un discurso extenso que tiene como fin atacar al Socialismo de manera sutil, muy inteligente. Veamos.
Primero, reduce el Socialismo a un sistema de producción, cuando dice: “El socialismo es, en sentido estricto, un sistema de producción económica, tal como el capitalismo al que debe sustituir es también un sistema de producción económica”.
Al ignorar que el Socialismo es un sistema social, que comprende: la producción, la propiedad, la conciencia, la cultura, el sentimiento, el rescate del amor, la integración social… al colocar el problema como un mero problema de producción, al ignorar a Cuba Socialista, por ejemplo, donde con mucha menos riqueza que otros países, ningún niño se acuesta sin comer, al hacer esto hábilmente coloca al Socialismo en un terreno propicio para su siguiente ataque.
A continuación dice Baduel:
“Los errores económicos de estos países del socialismo real como la URSS, incluyen la insuficiente generación de riqueza, ya que a pesar de haber logrado una industrialización acelerada, de tener una economía centralmente planificada y de los planes quinquenales, la economía soviética no pudo ser rentable, no pudo generar la riqueza necesaria para mantener confortablemente a su Pueblo”.
Y así concluye su primer ataque: ¡el Socialismo es un sistema de producción que no produce!
Sigue Baduel la andanada yendo más al fondo, buscando el corazón del Socialismo, y lanza otro petardo cuando sentencia:
“No podemos permitir que nuestro sistema se transforme en un Capitalismo de Estado, donde sea el Estado el único dueño de los grandes medios de producción”.
Con este planteamiento despliega su tesis central: “el Estado no debe ser el único dueño de los grandes medios de producción”, de esta manera está clamando por la propiedad antisocial capitalista, por la privatización de PDVSA, y abre la puerta para formas de propiedad antisocialistas que él considera más eficaces.
Y si nos quedaba alguna duda, Baduel remata diciendo:
…“no se pueden implantar cambios bruscos en el sistema económico, es decir abolición a rajatabla de la propiedad privada y la socialización brutal de los medios de producción sin que esto repercuta negativamente en la producción de bienes y servicios y sin que concomitantemente se genere un descontento generalizado en la población”…
He aquí el meollo del discurso de Baduel, es un ataque al corazón del Socialismo, a su sistema de Propiedad Social, a su eficacia, y una apología al capitalismo y a la propiedad antisocial. Utiliza a la Unión Soviética para atacar el Socialismo, se deforman sus errores, uno de los principales fue ser, como lo dice el Che, más capitalista que Socialista.
Podríamos concluir diciendo: El “Socialismo” de Baduel es capitalismo, por eso lo aplaude y lo difunde la oligarquía.

¡Chávez y el Pueblo son Socialismo!
¡Orden del Libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad!