3.8.07

FÁBRICAS Y SENTIMIENTO SOCIALISTA

El Socialismo es por sobre todo un sentimiento: el sentimiento de pertenencia a la sociedad, el sentirnos parte e hijos de la sociedad, querer que nuestro trabajo y nuestro anhelo tenga como único objetivo el bienestar de esa sociedad, que nuestra suerte esté ligada a la suerte de ella, y saber que ella, con sentimiento maternal, cuidará, no abandonará a sus hijos.
La lucha por el Socialismo es en definitiva la lucha de ese sentimiento socialista integrador de la sociedad, en lucha feroz contra el sentimiento capitalista, egoísta, individualista que la fragmenta.
El sentimiento de pertenencia a la sociedad es genético en el humano, sin embargo en el capitalismo está aplastado, he allí una de las causas de la peste que este sistema produce. El humano del capitalismo es un ser disociado, huérfano, en búsqueda incesante de sus semejantes, un ser perdido en un salón de espejos que sólo reflejan al capital.
Únicamente el Socialismo puede liberarlo de ese laberinto, de la alienación en que vive, y restituir su imagen de humano reflejada en otros humanos, todos integrados en sociedad.
Por ser el Socialismo un empeño social, las medidas socialistas, el camino socialista, debe tener carácter social, debe atañer a toda la sociedad. Explicamos.
Estudiemos un ejemplo que está al día: al formar fábricas de propiedad social, estamos dando un gran paso hacia la economía socialista, dejamos atrás los cantos de sirena de la cogestión, empresas de producción social, y otras variantes de propiedad capitalista.
Desde esas fábricas de propiedad social debemos irradiar sobre el resto de la sociedad la espiritualidad socialista, el destello anunciador de la reconstrucción de la sociedad, del sentimiento amoroso, de que el rencuentro del individuo con la sociedad tiene asidero real.
El extraordinario paso que significa la formación de empresas de propiedad social, debe ser el inicio de una marcha hacia zonas espirituales y materiales socialistas: Estas fábricas deben unirse, constituir una zona socialista nacional en la que se pueda hacer planificación de la producción y el consumo. No olvidemos que la planificación económica es la vía para que el humano controle su realidad. Con la planificación la economía deja de ser un azar y se convierte en una certeza.
Una de las características más importante de esas fábricas de propiedad social, es que deben ser Fábricas-Escuelas de trabajo voluntario, los empleados públicos, los estudiantes, los concejos comunales deben tener allí lugar para el trabajo voluntario. Porque es el trabajo voluntario la puerta de entrada hacia la espiritualidad socialista, es el terreno de formación del hombre nuevo.
El ejemplo que emane de esas fábricas debe convertirse en paradigma nacional, en soporte de la prédica del Motor Moral y Luces, en centro del debate sobre la construcción del Socialismo.
Esas fábricas serán un gran avance de la Revolución Bolivariana y deben ser aprovechadas en todo su potencial.
¡Chávez es Socialismo auténtico!
¡Con Chávez todo, sin Chávez nada!
¡La propiedad social, escuela de Socialismo!
¡Orden del Libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad!

100

Dicen que el barril de petróleo llegará a 100, varias son las fuentes que hacen este pronóstico, a nosotros que no somos expertos petroleros nos asusta el vaticinio.
Si vemos el asunto a la ligera, reducido sólo al ingreso nuestro, que aumentaría una barbaridad, podría el aumento darnos alegría, aparentemente tendríamos más riqueza.
Ahora bien, si observamos el aumento del petróleo como un factor de la economía globalizada, la cuestión cambia y es preocupante. Veamos.
El aumento del precio puede que sea soportado por la economía de los grandes países consumidores, los del norte. De ser así, sería un indicio de que la economía capitalista mundial está en período de alta producción y consumo, de “sanidad”. En este caso deberíamos estar prevenidos, preparados, porque en este sistema períodos de bonanzas son seguidos por crisis, así lo demuestra la historia. Puede ser que el aumento impacte de tal forma a esas economías del norte que precipite la crisis. En ese caso, también deberíamos estar prevenidos, preparados para esta eventualidad.
Estas dos posibilidades anuncian crisis que no sabemos que proporciones alcancen. Pero, lo que si es seguro, es que la mayoría de los pueblos del planeta, las naciones pobres, sufrirán las desastrosas consecuencias de este aumento: habrá más hambre en el mundo, menos riqueza para repartir, menos recursos para electricidad, salud, salubridad, por eso aumentarán las enfermedades, la calidad de la educación disminuirá, la situación será apocalíptica.
Reflexionado así, los cien dólares por barril son un indicio de que algo anda mal en el mundo. La humanidad está organizada de manera suicida, y el problema de la energía es sólo un síntoma de esta situación que no se resuelve con medidas focalizadas, con disminuir o aumentar la producción, construir más refinerías, por allí no encontraremos la solución, es necesario un cambio radical en la humanidad.
No podemos seguir con la matriz de consumo de energía, donde unos países consumen muchísimo, derrochan la energía: se habla de que una casa de un rico del Norte consume más energía que un pueblo del Sur, Haití no tiene energía para iluminar modestamente durante unas horas a su capital, mientras la energía gastada por los avisos de neón de Las Vegas serviría para satisfacer las necesidades de todo Haití.
No cabe duda que la humanidad necesita dar un vuelco en su organización, esa es la única manera de detener este consumo de energía demencial. El derroche ya no es sostenible, las desigualdades ya no son soportables y la posibilidad de colapso es inminente.
Sólo se duda en qué vendrá primero, si el colapso ecológico o el desplome económico. Si primero los rayos ultravioleta, el efecto invernadero, la contaminación de mares y ríos, la desertización, el deshielo de los polos, nos darán jaque mate, o si las crisis económicas harán inviable a la especie.
Vivimos en medio de señales de crisis profundas del capitalismo, que amenazan con destruir a la humanidad. Estamos a tiempo de dar un giro, de tomar el camino del Socialismo, única manera de recuperar la armonía perdida con la naturaleza.
¡Chávez es Socialismo!
¡Orden del Libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad!

LOS PANAMERICANOS Y EMULACIÓN SOCIALISTA

Aprovechamos los panamericanos para hablar del espíritu socialista y la transformación de nuestro deporte, no somos expertos en el campo pero tenemos la autoridad del aficionado.
Nuestra participación en los panamericanos debe ser vista como una confrontación entre los dos sistemas que pugnan en nuestra sociedad: el capitalismo y el Socialismo. Veamos.
El capitalismo penetró el deporte y lo transformó en una maquinaria de producir capital, ya el espíritu amateur desapareció en las fauces del apetito voraz del lucro.
El deporte llamado profesional dejó de ser una competencia para convertirse en un montaje teatral que se mueve a conveniencia de los intereses del dinero, y donde el hombre y la sociedad ocupan lugar preterido. Eso todo el mundo lo percibe, y si alguna duda queda, basta recordar el incidente en la copa mundial de fútbol, con Ronaldo transformado en mercancía, obligado, aún estando enfermo, a competir por las conveniencias de una marca.
La alharaca recientemente formada por la llamada “pobre actuación de Venezuela en los Panamericanos”, es ejemplo de la influencia de la visión capitalista en nuestro deporte. Se midieron sólo las medallas, como si de producción capitalista se tratara, prestigiando la cantidad. Así, una es mejor que dos, cinco te dan un puesto, cuatro te condenan al escarnio público.
Estudiemos el problema, más allá de la visión capitalista del medallero, veámoslo desde el punto de vista del Socialismo.
Para la nueva sociedad el deporte debe ser motivo para la fraternidad, para la convivencia, para la emulación, la competencia sana, y como en toda competencia unos ganan y otros pierden, lo importante es competir y salir con más conciencia social de la competencia.
Es una estrechez hacer el análisis del deporte venezolano sólo viendo el medallero de los panamericanos.
Nos preguntamos, cuántos venezolanos están atendidos en el área deportiva, cuántos niños están practicando deporte dirigido, cuántos ancianos, cuántos están incorporados al deporte de masas, ese que no se ve porque no es publicitado por los medios capitalistas, porque no da sintonía, ese que forma valores distintos al capitalismo, que no dará un ídolo construido por el marketing, pero dará más salud, conciencia y felicidad a la gente.
El deporte debe ser enseñanza inmejorable para la EMULACIÓN SOCIALISTA, competencia sana que es motivo para la superación en el ámbito donde se aplique, en la producción, en el estudio.
Se potenciaría el rendimiento de los círculos de estudio si se aplicara la emulación, se elevaría la conciencia social de los consejos comunales si allí se planificara la emulación en el trabajo social. La emulación sería una explosión de conciencia social en nuestra Revolución, y el deporte sería uno de sus pilares.
El deporte Socialista debe reflejarse sobre la sociedad para hacerla mejor, más humana, más fraterna. Sólo así tendrán sentido las medallas internacionales.
La Revolución debe ganar la batalla deportiva, transformar el deporte capitalista, soporte del egoísmo, del individualismo, en deporte Socialista, generador de fraternidad y armonía, enseñanza para la emulación.
¡Chávez es Socialismo!
¡Socialismo es Emulación!
¡Orden del Libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad!

2.8.07

ILUSIÓN Y MIEDO

El sistema oligarca se sostiene sobre la manipulación de estos sentimientos, siendo así, la Revolución debe recuperarlos transformándolos en soportes de una nueva vida espiritual de la sociedad. Veamos.
Se construyen generadores de miedo para conducir a la sociedad. Son ya clásicos los miedos de la sociedad gringa, que la llevan como borregos a elegir a Bush con videos amenazantes de Bin Laden.
Si analizamos un poco encontraremos en el miedo una de las causas de las altas ventas de celulares. Pero es el miedo a las pérdidas donde la oligarquía asienta con más fuerza la manipulación de la sociedad.
Primero, el miedo a la muerte, que es la pérdida mayor. Así, la esencia de la medicina capitalista es una velada promesa de vida eterna: si hay dinero todo se puede comprar, hasta la vida eterna.
Otro miedo es a la pérdida de la juventud, hoy asistimos asombrados a un festival de bisturí, de inyecciones, de sustancias azules, todo tras la promesa, dinero mediante, de saltarse las leyes de la biología y de la gravedad.
La manipulación del miedo adquiere visos de crueldad cuando se manipula a las madres con el temor a la pérdida de sus hijos. Siempre que la oligarquía está en peligro apela al miedo instintivo de las madres a perder sus hijos. Es el caso de la Revolución Bolivariana, ahora se levanta el miedo a la pérdida de la patria potestad, o a la tal ideologización.
El mismo miedo se movió contra la Revolución Cubana y contra la Sandinista, y ni se diga con la Revolución Bolchevique.
La Revolución debe ir a la raíz de estos miedos, y allí combatirlos, aclarar que es profundamente respetuosa de las relaciones amorosas. Al contrario de perjudicar el amor materno, la Revolución crea condiciones reales para que este se exprese: garantiza el desarrollo pleno de las potencialidades de los niños, les garantiza alimentación adecuada, salud, recreación, albergue, espacio y tiempo para la convivencia. ¿Qué mayor anhelo que este para las madres? ¡El Socialismo asegura el futuro de los niños!
La Revolución debe construir humanos que se valoricen por el “ser”, más que por el “tener”. Humanos concientes de sus limitaciones, y de su biológica evolución, que se hagan fuertes y grandes dentro de esta comprensión.
Otro de los principales sostenedores del sistema oligarca es la Ilusión de que los problemas individuales se pueden resolver de manera individual, esta es la base del egoísmo: todos pugnando, unos contra otros, por “sacarnos el premio gordo en la vida”. El capitalismo nos dice “todos pueden”, “fíjate este emprendedor que lo hizo”, la publicidad y los medios están llenos de estos ejemplos. Así consiguen fragmentar las luchas sociales hasta hacerlas imposibles, está ilusión es, sin duda, una de las mayores defensas del sistema capitalista.
La Revolución debe develar este fraude, demostrar que no es posible resolver los problemas de manera individual, que la mayor suma de felicidad posible de la que nos habló el Libertador, sólo se consigue socialmente, es decir, con el Socialismo.

¡Chávez, es Socialismo!

¡Orden del Libertador para los Cinco Héroes
Defensores de la Humanidad!

http://www.libertadorparaloscinco.org.ve/

1.8.07

AL FINAL SERÁ LA PRÁCTICA

Es indudable que estamos “en medio de una feroz lucha de clases”, ninguna Revolución puede escapar de esta condición, así que no debe preocuparnos, menos tratar de ocultarlo, o pensar que aceptarlo le hace daño a la Revolución. Al contrario, debemos afrontar esa realidad, discutirla a cielo abierto, dejar que todas las corrientes se expresen, esa es la única manera de fortalecer a la Revolución.
Pero, surge una pregunta:
¿Cómo saber quién tiene la razón, cómo enfrentar la discusión, cuál es el camino, dónde está el criterio de verdad?
Decía un clásico revolucionario que:
“Es en la práctica donde el hombre tiene que demostrar la verdad, es decir, la realidad y el poderío, la terrenalidad de su pensamiento”.
Sabias palabras de un hombre sabio, es la práctica, es decir, la objetividad, la realidad, la que tiene la última palabra.
En la Unión Soviética a los que propusieron un híbrido capitalismo-Socialismo la realidad se les apareció un día con el capitalismo salvaje bajo el brazo, y dio punto final a la discusión comenzada años antes y que tanto sufrimientos y muertes había arrastrado.
En Cuba la historia fue diferente, el Che se enfrentó con valentía a la idea del híbrido, impulsó al “sistema presupuestario de financiamiento,” nos dijo que es la conciencia del deber social, la integración de la sociedad, el objetivo de toda Revolución Socialista. Allí se discutió abundante y fuerte, de esta manera se pudo cavar trincheras de ideas y de conciencia que hicieron posible la resistencia a la impensable adversidad de la caída de la Unión Soviética.
Hoy el Comandante Chávez plantea, dentro de la revolución, una discusión referente al Socialismo, debemos proteger este debate que ya sabemos vital para la búsqueda del camino verdadero.
Lo primero es recordar las palabras del Che, cuando nos dice: si una idea se debe combatir a palo, esa idea nos ganó la batalla. Quiere decir que la discusión debe ser batalla de argumentos, en ella no debemos usar otras armas, eso mataría la Revolución.
Lo segundo, entender que es la práctica la que al final nos dirá si un argumento es verdadero, si es correcto.
Y en la búsqueda del veredicto de la práctica, es la historia la gran maestra, allí están las enseñanzas que guían el camino que hoy transitamos.
Debemos estudiarlas con seriedad, con rigor, combatir a quien las deforma, las califica a la ligera, saca conclusiones sin fundamento, oculta realidades y crea ficciones, porque de esa manera nos privan del beneficio de la práctica histórica.
Tercero, aprender de nuestra práctica, detectar temprano las señales que nos manda, aceptar su veredicto, aprender con rapidez de nuestros fracasos y nuestros éxitos.
Por último, entender que toda discusión revolucionaria tiene como fin la modificación de la realidad, la modificación de la práctica, porque es en la práctica diaria, en el trabajo, en la producción, donde el hombre se hace Socialista, adquiere conocimientos Socialistas.
¡Sin Chávez no hay Socialismo, sin Socialismo no hay Chávez!
¡Orden del Libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad!

31.7.07

LA CONTRADICCION SUICIDA

La política está llena de contradicciones:
La contradicción del revolucionario. El revolucionario vive tensado por la contradicción de ser creación del pasado y habitante del futuro que aún no llega. Por eso el revolucionario está condenado a ser minoría, cuando su época lo entiende ya es hora de emprender nuevos sueños. Si bien sus contradicciones le producen rasgaduras en el alma, éstas se ven compensadas por saberse ariete de su sociedad, pionero que pisa mundos inéditos, baquiano que guía pueblos hacia la tierra prometida.
Su tarea no conoce fracaso ni tiene conclusión, siempre habrá caminos por hacer.
La contradicción de la oligarquía. Tiene calidad macabra, es la contradicción del intento por permanecer en un mundo que no tiene más futuro que la extinción, y la impotencia de contener la marcha de la historia. De esta contradicción surge el fascismo, reflejo directo del desespero que invade a esta clase impotente para perpetuarse.
En el medio de estas dos contradicciones se encuentra la clase media, la pequeña burguesía, que sobrevive en la contradicción de ser carne de trabajador y espíritu de oligarca. Sienten la necesidad de construir el mundo de la vida que la esperanza anuncia, pero el terror de avanzar por el mar del futuro la atrapa en laberintos teóricos. Una parte de su ser los invita a volar, y otra los condena a permanecer anclados en el pasado del que son guardianes.
Por supuesto que estas contradicciones están presentes en la Revolución Bolivariana, y es importante conocerlas para entender el comportamiento de las corrientes políticas. Es suficiente oler a nuestro alrededor para detectarlas.
¿Cuál, sino la contradicción del oligarca, motiva la angustia de Ravell, Cisneros y Granier?
¿Cuál, sino la contradicción del revolucionario, rasgó el alma de los combatientes del 4, o los últimos días de Fabricio, cuál, sino esta angustia, fue la pasión de Bolívar?
¿Cuál, sino la contradicción del pequeño burgués, motiva a los que hoy se baten entre la necesidad de avanzar en la construcción del Socialismo, y el terror de hacerlo? ¿De dónde, sino es de allí, surgen tantas teorías distraccionistas del camino, tanta falsificación, tanta producción de justificaciones?
¿Qué otra cosa es decir, que entre el capitalismo y el Socialismo no hay contradicción, sino un buscar calmantes para la angustia interior? ¿Qué otra cosa es postular un hibrido entre capitalismo y Socialismo cómo meta de nuestro Socialismo?
La contradicción de la pequeña burguesía les impide avanzar, construir teoría para el futuro, al contrario, elaboran atajos hacia la restauración.
Las propuestas de la pequeña burguesía no son posibles, la historia así lo dicta, con sus vacilaciones y ambigüedades sólo consigue lubricar la arremetida del desespero fascista.
La Revolución debe resolver las ilusiones pequeño burguesas de la única manera que es posible, debe desechar los espejismos de una convivencia con la oligarquía y con el imperio. Esas contradicciones son suicidas, lo que harán es llevarnos al fascismo. No hay más opción que el Socialismo auténtico.
¡Sin Chávez no hay Socialismo, sin Socialismo no hay Chávez!
¡Orden del libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad!

30.7.07

CUBA ES LA HUMANIDAD

Después del discurso de Raúl el 26 de julio, mucha tinta ha corrido interpretando aquellas palabras.
Los oligarcas metieron la lupa y descubrieron un atisbo de conciliación, ya preparan maletas para regresar a un pasado que los llenó de privilegios groseros, otros gusanos más comedidos siguen albergando ilusiones en las dificultades económicas de la Isla.
Los revolucionarios pensamos que el discurso de Raúl debe analizarse desde una visión mundial. Veamos.
Hoy, más que nunca, la política, la economía, la cultura, todo, son fenómenos mundiales. Por supuesto la Revolución también es un fenómeno mundial. Siendo así estamos en medio de una guerra que tiene como escenario todo el planeta.
En esta guerra se enfrentan el capitalismo contra el Socialismo. Y ya lo dijo el Comandante Chávez, el capitalismo es el camino al infierno, si no lo superamos la humanidad perece, esta es una verdad himaláyica cada día más evidente.
Estamos en una guerra por la supervivencia de la especie. Así debemos entender las luchas nacionales, como parte del enfrentamiento mundial. Por eso no nos extraña que un obispo por allá nos ataque, que un presidente lacayo le haga coro, que un mandatario nos escurra el bulto, que el imperio capitalista sea nuestro principal enemigo, pero tampoco nos extraña la ayuda petiónica, desinteresada, amorosa, de pueblos y gobiernos amigos.
Podemos concluir entonces que ya no hay combate aislado, la lucha por el Socialismo que se desarrolle en algún rincón del mundo, es la lucha de toda la humanidad.
Esta verdad la conoce perfectamente el imperio capitalista y trata de fragmentarnos. En ese afán estimula cualquier forma de aislamiento, desde el invento absurdo de la descentralización, hasta la visión egoísta y torpe de las estrechas fronteras del nacionalismo.
En medio de esta situación mundial, cuando el Socialismo está en franca desventaja, sometido a una guerra mediática bestial, empequeñecido económica y geográficamente, donde los avances socialistas devinieron en capitalismo salvaje, y las falsificaciones abundan tanto como las bisuterías teóricas, allí, en medio de esta dificultades, surge Cuba, limpia, digna, esperanzadora, a dar la cara una vez más por la patria, que es la humanidad, a mantener las banderas del Socialismo en alto, los principios, la teoría buena, a decirnos que es posible, a ser ejemplo y guía.
Es así, lo que se discute en Cuba no es solamente el destino de Cuba, es el destino de la humanidad toda, porque ya sabemos que construimos el Socialismo o la humanidad perece.
De allí que es deber de los revolucionarios hacer la Revolución en sus países, para ser más humanos, más internacionalistas, para construir un mundo viable, armónico. Y también es deber de los revolucionarios defender a Cuba, ayudar a que el faro siga encendido.
El discurso de Raúl nos reconfortó, porque supimos que Cuba sigue allí defendiendo la causa de la humanidad, con decoro, con estudio, con vocación de combate.
¡Cuba es humanidad!
¡Chávez, Fidel, Raúl, son Socialismo!
¡Venezuela y el ALBA son Socialismo!
¡Orden del Libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad!