17.8.07

ENTENDER AL SOCIALISMO, PARA QUE EL AMOR PROSPERE

Para entender el Socialismo debemos remontarnos al principio, y al principio fue el amor.
Jesucristo, que vivió en condiciones de dominación imperial romana y de sus lacayos de Galilea, entendió, sintió, que era el amor el alfa y el omega de toda relación humana. De ese convencimiento nos legó su mandamiento central: amaos los unos a los otros. A partir de allí la historia de la humanidad ha sido la historia por hacer realidad este mandamiento Cristiano.
Al principio se pensó que la solución era solamente espiritual, que estaba allí la respuesta a la búsqueda, y se remitió a otro mundo, al cielo, el alcanzar la concreción del mandamiento. Así la tierra sería un Valle de lágrimas y el cielo sería la realización del amor.
Después se pensó que la solución estaba en crear riquezas en exceso, producir, comprar para seguir produciendo y seguir comprando, y el capitalismo surgió como el milagro de la humanidad. Lamentablemente la carrera demencial por el lucro y el consumo, ha llevado a la humanidad a las riberas del infierno. La humanidad debía seguir procurando.
Luego el pensamiento que guía la búsqueda entendió que era en las condiciones materiales donde residía el mal, que mientras hubiese pobres y ricos el humano no se amaría. Era necesario transformar al mundo, acabar con las condiciones que creaban la pobreza. Aquello era un paso, se intentó tomar el cielo por asalto, en ese empeño se fue la vida de muchos, el experimento marcó el camino pero sucumbió anclado en la psiquis del pasado, no pudo superar el fardo que significó milenios de costumbres.
Finalmente, en Cuba, el amor bajó de las montañas, traía barba y concreción, y se dio el paso que ya marcó el rumbo a la humanidad. Allí se vigorizó a Marx y a Lenin, se absorbió lo mejor del pensamiento revolucionario universal, se fusionó a Cristo con Marx, a la historia universal con la historia patria, de la patria grande decimos, de Bolívar, Martí, Tiradentes, toda rebeldía se fusionó en ese avance del pensamiento revolucionario.
Allí se encontró el “amaos los unos a los otros” y el “de cada uno según su capacidad y a cada uno según su necesidad”, con la voluntad de construir la sociedad Socialista que ya intentaron los cristianos primitivos.
Y allí, después de dos mil años, se pudo concretar el Socialismo, que es sin duda un mandato cristiano.
El Socialismo es el amor cristiano amalgamado con su base material, que no es otra que la eliminación de la propiedad antisocial de los medios de producción, para que cada uno pueda dar según su capacidad y la repartición de los bienes así producidos sea equitativa, es decir, que cada uno pueda recibir según su necesidad. Es sólo en una sociedad así constituida donde el amor prospera.
¡Sin Chávez no hay Socialismo, sin Socialismo no hay Chávez!
¡Orden del Libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad!

PDVSA REFLEJO DE SU ENTORNO

Ya sabemos que la petrolera aporta renta utilizando poquísimos trabajadores, que la construcción de la conciencia ocurre principalmente en su entorno, no en su interior. Entonces, la conciencia de PDVSA dependerá de la conciencia que construyamos en el entorno.
Es de allí, de la periferia, que emanará la conciencia que impregnará a la petrolera. Si esta conciencia es capitalista, tendremos necesariamente en corto tiempo el retoño de la meritocracia.
De aquí que es necesaria una sociedad con profundos valores socialistas, integrada, con conciencia social, para poder tener una empresa petrolera socialista, o una CVG socialista, o cualquier empresa socialista. Sin eso no es posible ni siquiera una industria patriota, nacionalista, sin esas condiciones indefectiblemente cosecharemos una industria meritócrata transculturizada.
Podemos resumir diciendo que la petrolera, como cualquier otra fábrica, sólo podrá ser socialista si su entorno, si el sistema que la rodea, es socialista. Pero será capitalista si su entorno, si el sistema que la rodea, es capitalista.
El Socialismo es un sistema, de allí que sólo puede ser socialista todo el sistema, no sus partes aisladas, no una empresa aislada, porque será el entorno quien generará la conciencia. Así, una fábrica tiende a adquirir la conciencia que emana de su entorno.
En Venezuela, en cien años de explotación petrolera se usó la renta para estimular el capitalismo, eso trajo como consecuencia un entorno capitalista y una industria meritócrata, reflejo del capitalismo que la rodeaba. La renta así mal invertida deformó la relación de la sociedad con el trabajo, distorsionó la conciencia social.
Somos un Pueblo que ha perdido, a la sombra del petróleo, la disciplina, la constancia. Las clases sociales no se establecen por su relación con el trabajo, sino por su relación con la renta petrolera. Esta característica nos hace inéditos.
La conciencia de las clases humildes, base humana de la Revolución, no es la conciencia del explotado (lo roban en la acción del trabajo), sino la conciencia del despojado (lo privan de la riqueza a que tiene derecho).
La conciencia y la reacción frente al despojo es individual, personal, egoísta. Por el contrario, la conciencia frente a la explotación es organizada, disciplinada, la acción es colectiva, la visión es social.
Esta situación plantea un reto colosal a los revolucionarios, conducir a esta base social a niveles de disciplina, de trabajo social, organización, conciencia del deber social, que sean compatibles con la construcción del Socialismo.
Esta tarea requiere la construcción de una organización vanguardia de la Revolución que agrupe a los más concientes, que sea ejemplo de moral socialista, que guíe a las grandes masas hacia niveles de conciencia y participación, y al mismo tiempo recoja de ellas sus inquietudes, sus enseñanzas para enriquecer la teoría de la Revolución venezolana. Y hace necesario, quizá más que en ninguna otra parte del mundo, que las acciones revolucionarias, las económicas y las espirituales, se dirijan a la formación de la conciencia revolucionaria, la conciencia del deber social.
¡PDVSA socialista en un entorno socialista!
¡Chávez es Socialismo!
¡Orden del Libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad!

EQUILIBRIO, PARTIDO Y SOCIALISMO

Se nos presenta el equilibrio como sinónimo de democracia. Con la excusa del reconocimiento del otro se evade la lucha de clases. Las diferencias se falsifican como simple diferencias de estilo. La consigna reina es: “todos”. Así, Venezuela somos “todos”, Socialismo somos “todos”, la cultura somos “todos”, “todos” somos científicos, “todos” somos poetas, “todos” somos “todos”, “todos” somos iguales.
De esta manera conseguimos sembrar en la sociedad la sensación de una falsa unanimidad que esconde el pacto oligarca. Veamos.
Tomando como excusa esta búsqueda del equilibrio, se justifica que el enemigo oligarca vaya a las televisoras de la Revolución, también que los dirigentes revolucionarios vayan a los canales golpistas. Tomando como excusa el equilibrio se justifica que no se ataque a los valores oligarcas, sino a lo sumo a algún oligarca trasnochado por allí.
Y así, poquito a poquito, han sembrado la idea de que la democracia es esta convivencia de “todos”, que ahora “somos iguales”: tanto el oligarca que se apodera de las riquezas sociales, como el excluido de siempre ¿Y si todos somos iguales, por qué pelean los humildes, los excluidos? ¿Si todos buscamos el bien de la sociedad, entonces, contra quién pelean los humildes?
Siendo así, no hay razón para luchar por una nueva sociedad, lo que se impone es el pacto. De esta forma consiguen castrar al Socialismo y lo convierten en una retórica, o en un buen gobierno, que hace cosas, obras, pero no cambia a la sociedad.
¿De dónde sale la propuesta de equilibrio, a qué realidad responde, qué intereses refleja?
Este equilibrio que se nos proponen todos los días, es hijo directo del híbrido que se ha venido desarrollando en lo económico. Se nos dice que el capitalismo no es malo, lo que hay son malos capitalistas, que los nuestros, los existentes, como Lorenzo el de la Polar, y los que ahora formamos, como los “empresarios socialistas” o las empresas de producción social, son buenos. Que la Propiedad Social de los medios de producción sólo es importante (por ahora) en las empresas básicas.
Esta realidad económica reclama sus correspondientes:
En lo social, una colaboración de clases que sea una manera de controlar los conflictos, de morigerar la lucha.
Y en lo político, un gobierno que se limite a administrar los intereses de la oligarquía, a transferir la Propiedad Social al campo capitalista, que se alinee con el capitalismo globalizado, en resumen, que de la espalda a los humildes y las facilidades a los oligarcas, los nuevos y los viejos.
Concluimos entonces, que el llamado equilibrio, que por lo demás es inviable porque no puede haber equilibrio entre los desposeídos y los apropiadores de la riqueza social, ese equilibrio es una inteligentísima trampa para castrar el ímpetu revolucionario.
La Revolución debe sacudirse de esta emboscada, seguir su profundización, desechar la ilusión de falsos equilibrios y falsas democracias, convencida de que la verdadera democracia, la verdadera paz y el verdadero equilibrio, sólo son posibles con la justicia Socialista.
¡Sin Chávez no hay Socialismo, sin Socialismo no hay Chávez!
¡Orden del Libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad!

16.8.07

ERRORES ESTRATÉGICOS

Una Revolución es un periodo de alto riesgo. Cada vez que la Revolución se hace posible se activan las fuerzas más nobles de una sociedad, y necesariamente el crecimiento de estas fuerzas de la luz, irritan a las fuerzas de las tinieblas.
Es así, una Revolución es la posibilidad de que una sociedad tome el cielo por asalto, pero también la posibilidad de que caiga en los abismos. Es por eso que un proceso revolucionario necesita un alto nivel de crítica para detectar temprano los errores en el rumbo y corregirlos.
Un error en tiempo de Revolución es presagio de fracaso, y una sociedad que fracasa en su intento revolucionario padece muchos años de infortunio.
La historia es abundante cuando ilustra el destino de las sociedades que intentan hacer Revolución y sucumben en sus propios errores. La derrota de Allende nos trajo la tragedia de Pinochet. No tomar el camino revolucionario el 23 de Enero, nos llevó a medio siglo de pacto de punto fijo y a una catástrofe que aún no superamos. Los errores de la Unión Soviética y de China los paga la humanidad con posibilidades de extinción.
Entonces, es importantísimo saber cómo va nuestra Revolución, si vamos bien, o si cometemos errores que nos llevan a extravíos.
La tarea es difícil, una Revolución es un gran movimiento, como dijo alguien, es una herejía de magnitudes sociales, es una ruptura con todo y con todos, hasta con nosotros mismos, o mejor, principalmente, con nosotros mismos.
Siendo así, en ella se comenten muchos errores, todos deben ser rectificados, ahora bien, los errores importantes son aquellos que deciden el rumbo de la Revolución, aquellos que tienen incidencia sobre la estrategia, sobre el rumbo.
En una Revolución, que es en esencia el rescate de la conciencia de sociedad, los errores estratégicos serán aquellos que afectan la formación de Conciencia del Deber Social. Esos deben ser rectificados de inmediato, no hacerlo es indefectiblemente ir hacia el fracaso.
Para poner sólo un ejemplo, la sociedad a través del Estado rescata a Cemento Andino, y lo transforma en esa metáfora del capitalismo que es la “propiedad privada colectiva”. Así lo que estamos creando son unidades de egoísmo colectivo, tanto o más peligroso que el egoísmo individual, estamos lesionando la Conciencia del Deber Social, la necesaria integración de la sociedad. Veamos.
Los intereses de esa propiedad privada colectiva necesariamente chocaran con los intereses de la sociedad toda, si hay dudas, recordemos los conflictos de las empresas cogestionadas. Esta es una de las nefastas consecuencias, pero la otra y más importante es que ese modelo se instala en el alma de la sociedad e incide en la formación de conciencia. Es algo así como un motor antimoral y antiluces.
La Revolución Bolivariana se salva o se pierde de acuerdo a la forma de propiedad que construya con la renta petrolera. Una forma de propiedad determinada genera una conciencia determinada, la propiedad nosocial genera conciencia nosocial, y ese es un error estratégico.
¡Sin Chávez no hay Socialismo, sin Socialismo no hay Chávez!
Orden del Libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad

15.8.07

PETRÓLEO Y SOCIALISMO VENEZOLANO

Del entendimiento cabal de la relación petróleo-sociedad venezolana, depende el éxito de un movimiento político, y si de Revolución se trata, podemos decir que sin esa comprensión cualquier movimiento está condenado al más rotundo de los fracasos.
Es que Venezuela, desde que apareció el petróleo, ha estado fusionada al “excremento del diablo”: lo bueno y lo malo que somos, lo somos por el petróleo o a pesar del petróleo. Veamos.
Al principio, los gobernantes apátridas le entregaron el recurso al capitalismo internacional, y los gringos crearon los campos petroleros, que con sus muros de exclusión fueron símbolo y premonición de lo que vendría. Nos transformamos de país rural, en un país de mayoría excluida rodeando de miseria las principales ciudades. La ética y la moral de la sociedad cambiaron, ahora dependíamos más de las migajas de la renta, que de nuestro propio trabajo.
En este país tallado por el petróleo, la pugna por la renta petrolera adquirió más importancia que la lucha contra la explotación. La explotación oligarca cedió importancia al despojo oligarca.
La “nacionalización” trajo un cambio de dueños, pero el espíritu del gringo siguió aquí: la Compañía Petrolera, PDVSA, continuó siendo una empresa extranjera, sus directivos, los meritócratas, consideraban al país cargado de excluidos como un peso muerto, como un pasivo humano que perjudicaba los balances de la compañía y le impedía un mejor rendimiento.
Así, llegamos a la Revolución Bolivariana con un país miserable arrimado a una empresa petrolera próspera, que lo despreciaba.
Y nos dispusimos, después de cien años de exclusión, a cambiar la sociedad, y en eso andamos. La pregunta que surge es cómo hacerlo. Intentemos respuestas.
Lo primero, es entender que somos un país con una característica única: en Venezuela la conciencia no depende de la empresa que captura la riqueza, sino que depende de la utilización, la inversión, que se haga de esa riqueza. En otras palabras, en Venezuela la conciencia depende de la utilización de la renta y no de la captura de esa renta.
Y si sabemos que es la conciencia la que determina la calidad de una sociedad, y si sabemos además que es la Conciencia del Deber Social la que determina una Sociedad Socialista, entonces es fácil concluir que el problema central de una Revolución Socialista en nuestro país será el cómo invertir la renta de manera que forme Conciencia del Deber Social.
Se equivocan los que piensan que para hacer Socialismo es suficiente que el Estado se reserve la propiedad de la petrolera y empresas básicas, no siendo importante que el resto de la economía tenga una relación capitalista. Se equivocan porque es esa economía capitalista, construida con la renta, la que determinará la conciencia de la sociedad.
En Venezuela es fundamental que la riqueza petrolera sea invertida en construir Economía de Propiedad Social administrada por el Estado, que nos eduquemos en una relación de trabajo con la renta, y no una relación de subsidio.
En esta construcción que nos proponemos debemos tener como rumbo que es sólo en la Producción Socialista donde surge la Conciencia Socialista, la del Deber Social.
¡Chávez es Socialismo!
Orden del libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad

13.8.07

PODER Y PETRÓLEO

Durante las últimas semanas se observa una intensa campaña contra PDVSA, pareciera que de la petrolera sólo se puede hablar de corrupción, mal uso de los recursos, ineficiencia, burocracia, y otros ingredientes de una cruzada que aparentemente nace de las entrañas de la propia revolución. ¿Quiénes y por qué pagan esta campaña?
En los últimos cien años el dominio sobre el petróleo determinó el control sobre lo político. El poder siempre fue de los que controlaban el Petróleo, ellos marcaron las pautas al país, formaban las nuevas oligarquías y engrosaban las arcas de las oligarquías tradicionales. La riqueza nunca alcanzó para las demandas sociales de la población. Se producía una pálida alternabilidad en el gobierno, pero en la petrolera siempre permanecía la continuidad meritocrática.
Desde el 2003, en la pugna por cambiar los destinos de Venezuela, el pueblo bajo el liderazgo de Chávez expulsó la casta meritócrata y logró subordinar la petrolera a los intereses estratégicos de la Revolución. Se inició el desmontaje del entreguismo heredado de la IV República, se detiene la desnacionalización, se fortalece la OPEP, se inicia el envío de petróleo a la bloqueada Cuba y a otras naciones.
Por primera vez PDVSA se subordinó a un proyecto político revolucionario. Nunca los recursos petroleros se distribuyeron de forma más justa y transparente en beneficio de los venezolanos: misiones sociales, obras de infraestructura, viviendas, planes de siembra, entre otros. PDVSA dejó de ser una compañía extranjera subordinada a los intereses transnacionales, vedada a los venezolanos, tabú para la prensa, para convertirse en el alma económica estratégica de la Revolución Bolivariana bajo el liderazgo del Comandante Chávez, quien marca ahora las pautas al resto del país, incluyendo a la petrolera.
¿Por qué atacar despiadadamente a la nueva PDVSA? ¿Por qué agredirla de forma sistemática y desequilibrada, con premeditación y alevosía e invocando banderas revolucionarias? Nadie niega que, como todas las instituciones, todavía tiene problemas y vicios del pasado. ¿Pero qué intereses se solapan detrás de una operación mediática de esta naturaleza? Veamos.
Cualquier proyecto interno o externo que pretenda hegemonizar la sociedad venezolana y torcer el rumbo socialista, precisa atacar a PDVSA, el eslabón político más débil y simultáneamente el corazón económico de la Revolución. Si la contrarrevolución o la quinta columna interna controlan la petrolera, intentarán la restauración.
La neoligarquía que creció al amparo de la renta, ahora viene por el corazón petrolero de la nación. Sus intereses exigen otro proyecto de país, donde no hay espacio para el Socialismo.
El meollo de la fuerte oleada de ataques contra PDVSA y el ocultamiento de sus logros por parte de medios y plumíferos mercenarios apátridas al servicio del capital, es el anuncio anticipado de un nuevo intento de restaurar el viejo orden petrolero burgués, de regresar al capitalismo y yugular al Socialismo.
¡No volverán, y no retoñarán!
¡Chávez es Socialismo!
Orden del Libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad

¿QUIÉN DEVORA?

El titán Saturno, una vez vencido Urano, se unió a su hermana Cibeles y en ella engendró múltiples hijos. Pero como la Tierra había afirmado que uno de los hijos de Saturno lo sojuzgaría y se apoderaría de su trono, así como él mismo lo hiciera con su padre, el dios devoraba a sus criaturas apenas nacían.
Corre en los medios políticos y tiene mucha aceptación, la especulación de que las revoluciones, al igual que Saturno, devoran a sus hijos. Es una falsedad puesta a correr por la reacción para cubrir sus operaciones. Veamos.
Si aceptamos, tal como lo sentenciara el Che, que las revoluciones ocurren en medio de una profunda lucha de clases, podemos entender que no es la revolución la que devora a sus hijos, sino por el contrario, es la contrarrevolución interna la que aniquila a los revolucionarios.
Bolívar fue devorado por la oligarquía, la nueva y la vieja, que había penetrado a la revolución de la independencia. Se sospecha de la participación directa del naciente imperio yankee en la conjura.
Allende es devorado por el fascismo enquistado en la revolución chilena, aunque algunos ingenuos, a pesar de los documentos desclasificados de la CIA, todavía proclaman que la culpa la tuvo el MIR Chileno.
Rosa Luxemburgo cae asesinada con la complicidad de la fracción reformista del movimiento revolucionario alemán.
Los ejemplos sostienen que los revolucionarios son devorados por la contrarrevolución interna, no por la revolución.
Entonces, se impone la necesidad de proteger a los cuadros revolucionarios de los embates del enemigo contrarrevolucionario donde quiera que esté, principalmente de los embates de los contrarrevolucionarios internos, que son aquellos que desde dentro del proceso actúan más viendo sus intereses personales, que los intereses de la revolución, su alma es de oligarca, pero su cuerpo sigue en las filas revolucionarias haciendo labor de zapa, evitando el avance. Siendo así, ataca solapadamente a la revolución, a sus cuadros más importantes, a sus instituciones fundamentales.
En los últimos días ha arreciado una campaña contra PDVSA, decimos arreciado porque nunca ha cesado desde que el Comandante Chávez tomó control de la petrolera, es decir, después del triunfo sobre el sabotaje petrolero los ataques no han cesado. Recordemos a Soberanía, al Frente “Revolucionario” de Trabajadores Petroleros, atacaban y atacan con saña, infiltrados en la Revolución.
Pero después de las recuperaciones de la faja, de las migraciones de los contratos de servicios, de la ayuda a los países hermanos, de la fundación de las Petro: América, Caribe, etc., la campaña ha arreciado. Ahora se incorpora al coro del imperio el director de un periódico, francamente financiado por intereses económicos capitalistas poderosos, que anda por allí con una carretilla haciendo espectáculo para desacreditar uno de los fundamentales pilares del proceso: PDVSA.
Y en los últimos días aparece una tal maleta con dinero que quieren ligar a la petrolera para seguir con la campaña de descrédito.
Los revolucionarios no podemos dejar que la contrarrevolución devore a los hijos de la revolución, es un deber nuestro defenderlos. Y en eso estamos, contra todo riesgo, estamos con los revolucionarios que hoy son atacados con ruindad.
¡Sin Chávez no hay Socialismo,
sin Socialismo no hay Chávez!
¡Orden del Libertador para los Cinco Héroes
Defensores de la Humanidad!