29.12.07

EL CHE Y RAÚL

En las revoluciones existen líderes que aparecen más en público, y líderes más bien discretos, todos son constructores de mundos, tienen su lugar y su función. Por eso, la valoración de los líderes revolucionarios debe hacerse siguiendo un sistema de evaluación diferente al del capitalismo.

En el capitalismo son los medios los que construyen y destruyen personas. De un día para otro erigen un ídolo o destruyen una trayectoria. Condenan al silencio mediático, que es la muerte de los frágiles, o en cinco minutos encumbran la mediocridad al pedestal de la fama efímera.

Las revoluciones deben estar preparadas para hacer frente al silencio y a las deformaciones del aparato ideológico del imperio.

Las revoluciones deben tener espacio y reconocimiento para el esfuerzo callado, el que no busca figuración, el que hace obra y no hace bulla, el que trabaja en el silencio, el que se propaga de corazón a corazón, de humano a humano, de Pueblo a Pueblo.

A propósito, el Che, en carta dirigida a Armando Hart incitándolo a estudiar a Rosa Luxemburgo, decía que el imperio detecta mejor a estos líderes imperceptibles, que nosotros los revolucionarios. Y tenía razón, el capitalismo detectó a la inmensa pensadora revolucionaria y la asesinó.

Hoy aparece un nuevo ataque en esta lucha de información y contrainformación. Veamos.

Los revolucionarios conmemoramos el aniversario de la caída en combate del Che: poesía, canciones, discursos, libros, sentimientos, todos los revolucionarios con saudades del Guerrillero Heroicos.

Entretanto, el enemigo desenvaina la espada de la infamia y vomita andanadas de mentiras contra la gesta heroica que es la vida del Che, se dice de todo, se deforma todo.

Esta afrenta, a la que ya estamos acostumbrados, nos ofrece ahora un nuevo ingrediente que es necesario enfrentar. Veamos.

En el Nacional del domingo 7 octubre, aparece un reportaje calzado por argenis martínez. Este periodista expele una mezcla de mentiras, falsaciencia y mucha mala intención, hasta allí es una muestra del ataque frecuente, pero donde aparece el ingrediente nuevo, es cuando nos dice:

“ La Cuba que se organiza y se institucionaliza luego de la entrada a La Habana , es el principio del fin de la etapa caribeña del Che. No puede ser un burócrata sin traicionar a sus principios, no debe limitarse a esperar el retiro militar, tampoco puede suceder a Fidel, pues existe un escollo llamado Raúl Castro experto en la burocratización acelerada de la sociedad revolucionaria y hermano del líder fundamental.
No le queda al Che Guevara otra alternativa que levar ancla rápidamente, acosado por el odio y las maniobras de Raúl y la indiferencia de Fidel.”

El imperio, sabio en su barbarie, ya azuzó a su fiera mediática contra Raúl, líder fundamental, al lado de Fidel, el Che y Camilo, de la Revolución Cubana , con laureola propia ganada en la Sierra Maestra , en la construcción callada del Socialismo y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, ejemplos para la organización social y militar del mundo que se enfrenta al imperio.
¡Chávez y Raúl son Socialismo!
¡Irreverencia en la discusión, Lealtad en la acción!
¡Orden del Libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad !

28.12.07

IR MÁS ALLÁ

Para entender al mundo, a las fuerzas que lo mueven, tomar conciencia del funcionamiento de la sociedad y comprender la gran estafa en que vivimos, es decir, para prepararnos para la Revolución , es necesario investigar la realidad con instrumentos de análisis capaces de ir más allá de la simple apariencia.

La oligarquía depredadora sabe que un Pueblo que sólo perciba la apariencia, las sombras de la realidad, está destinado a ser víctima de su propia ignorancia. Es así, las tinieblas son la principal arma de dominación en manos de la oligarquía.
¿Cómo la oligarquía nos sume en la ignorancia dominadora?
Utiliza varios métodos, uno de los más importantes es instalar en la mente del dominado un aparato de análisis, de una estructura de pensamiento egoísta, individualista. Somos egoístas, individualistas, porque pensamos, analizamos, de forma egoísta, individualista. Y esta estructura mental no nos permite la generalización, el vuelo alto, el percibir más allá de la superficie, el entender las leyes que rigen el movimiento social. Esta psiquis individualista, es como una cárcel, una cadena que esclaviza.
Normalmente no sentimos la prisión, aunque siempre está allí, aislándonos, dirigiendo nuestra conducta disolvente.
Es en la política donde el pensamiento egoísta instalado por la oligarquía hace más daño, donde es barrera para la liberación. Veamos.
Al resolver los más importantes problemas de la vida de manera individual, egoísta, sin pensamiento social, nos transformamos en seres egoístas, individualistas, dotados de un método de análisis también individual. De esta forma todos los aspectos de la vida los percibimos, los razonamos y los pretendemos resolver como asuntos individuales, personificados. El egoísmo modela nuestra realidad y nuestra psiquis, todo lleva su nefasta marca. El egoísmo, el individualismo, está en la raíz de todo, desde la delincuencia y la corrupción hasta en la política.

Atrapados en esta psiquis hacemos análisis político desde la individualidad egoísta, no desde lo social.
De esta manera la lucha de clases no entra en los análisis, sólo se distingue la pugna de individualidades, las entendemos no como batallas de proyectos políticos, sino como enfrentamientos de meras ambiciones de politipillos. Así vamos tejiendo una trama novelesca que hace inofensivo nuestro accionar.
Así, nuestra percepción no va más allá de la superficie, no podemos entender al mundo y mucho menos transformarlo. Este modo de análisis es un cerrojo de seguridad para el sistema oligarca. Mientras así pensemos el capitalista está seguro.
De todo esto se concluye que la labor revolucionaria es propagar sistemas mentales basados en lo social y lo histórico, romper con la conducta y el pensamiento individualista, egoísta.
Somos entes sociales e históricos, lo que hagamos obedecerá a las características de nuestro tiempo y a la ideología de clases que adquiramos. Llevar al pueblo conciencia de esta situación, guiarlo más allá de las apariencias, es una de las tareas fundamentales de la Revolución Bolivariana.
¡Sin Chávez no hay Socialismo y sin Socialismo no hay Chávez!

27.12.07

¡CRISTO ERA SOCIALISTA!

Cuando el Comandante explicó por qué Cristo fue el primer socialista de la historia, las fuerzas retardatrices oligarcas se pusieron en alerta, se desesperaron, gritaron, activaron a sus plumíferos para difundir engaños.

La reacción es comprensible, el Comandante les develó, frustró una ofensiva ideológica. Veamos.
La ofensiva ideológica oligarca consiste en negar la historia. Según esto, el pasado no tiene nada que ver con el presente, lo que hoy pasa no es influido ni influirá en la vida de la humanidad.
Así Bolívar es un fenómeno del 1800, sólo lo recordamos, pero allí quedó confinado. Cristo vivió hace dos mil años y hoy puede hacer uno que otro milagro, pero nunca su prédica podrá dirigir una transformación social que ponga en peligro los privilegios de los oligarcas. Oligarcas que son los mismos que crucificaron a Cristo, los mismos que llevaron a Bolívar a San Pedro Alejandrino, y los mismos que asesinaron al Che en la Higuera.
Se niega la historia de la rebeldía, la que sirve para despertar a los Pueblos, para guiarlos en sus luchas, la que nos dice que la batalla es milenaria, que formamos parte de un torrente libertario, que no estamos solos, que nos acompañan las ideas y las acciones de un ejército de mártires y héroes.
Cuando el Comandante revela que Cristo es el primer socialista de la humanidad, está colocando a la Revolución Bolivariana en la corriente histórica de la redención humana que comienza con Cristo, y en la que se inscriben los innúmeros intentos por construir un mundo, una base material y una conciencia, donde impere su primigenio mandato de amarnos los unos a los otros, que no es otra cosa que el Socialismo.
Cuando el Comandante dice que Bolívar es presocialista, y que esta Revolución es Bolivariana, que nuestro Socialismo es Bolivariano, está colocando a la Revolución en la corriente de los mejores pensamientos y las heroicas acciones por construir en la América un sistema que le de al hombre la mayor suma de felicidad posible, que no es otra cosa que el Socialismo.

Cuando niegan la carga humana del planteamiento bolivariano, cuando esconden y deforman la imagen del Bolívar liberador de esclavos, lo que están intentando ocultar es lo que el Comandante ha puesto a la vista de todos: La traición que sufrió el Libertador, lo mucho que todavía tiene por hacer en esta América.
Al negar la historia guillotinan la continuidad de las luchas por la redención del humano, niegan la posibilidad de cambios, le dan perennidad al sistema que hoy padecemos. Al negar la continuidad y evolución histórica de las ideas nos dicen que todo comenzó en el capitalismo y que todo finaliza aquí.
Por eso arremeten contra la historia, no pueden aceptar que el Pueblo vea hacia atrás y descubra de dónde viene, y así comprenda para dónde va.
¡Sin Chávez no hay Socialismo y sin Socialismo no hay Chávez!

23.12.07

ENTENDER AL SOCIALISMO, PARA QUE EL AMOR PROSPERE

Para entender el Socialismo debemos remontarnos al principio, y al principio fue el amor.

Jesucristo, que vivió en condiciones de dominación imperial romana y de sus lacayos de Galilea, entendió, sintió, que era el amor el alfa y el omega de toda relación humana. De ese convencimiento nos legó su mandamiento central: amaos los unos a los otros. A partir de allí la historia de la humanidad ha sido la historia por hacer realidad este mandamiento Cristiano.
Al principio se pensó que la solución era solamente espiritual, que estaba allí la respuesta a la búsqueda, y se remitió a otro mundo, al cielo, el alcanzar la concreción del mandamiento. Así la tierra sería un Valle de lágrimas y el cielo sería la realización del amor.
Después se pensó que la solución estaba en crear riquezas en exceso, producir, comprar para seguir produciendo y seguir comprando, y el capitalismo surgió como el milagro de la humanidad. Lamentablemente la carrera demencial por el lucro y el consumo, ha llevado a la humanidad a las riberas del infierno. La humanidad debía seguir procurando.
Luego el pensamiento que guía la búsqueda entendió que era en las condiciones materiales donde residía el mal, que mientras hubiese pobres y ricos el humano no se amaría. Era necesario transformar al mundo, acabar con las condiciones que creaban la pobreza. Aquello era un paso, se intentó tomar el cielo por asalto, en ese empeño se fue la vida de muchos, el experimento marcó el camino pero sucumbió anclado en la psiquis del pasado, no pudo superar el fardo que significó milenios de costumbres.
Finalmente, en Cuba, el amor bajó de las montañas, traía barba y concreción, y se dio el paso que ya marcó el rumbo a la humanidad. Allí se vigorizó a Marx y a Lenin, se absorbió lo mejor del pensamiento revolucionario universal, se fusionó a Cristo con Marx, a la historia universal con la historia patria, de la Patria Grande decimos, de Bolívar, Martí, Tiradentes, toda rebeldía se fusionó en ese avance del pensamiento revolucionario.
Allí se encontró el “amaos los unos a los otros” y el “de cada uno según su capacidad y a cada uno según su necesidad”, con la voluntad de construir la sociedad Socialista que ya intentaron los cristianos primitivos.
Y allí, después de dos mil años, se pudo concretar el Socialismo, que es sin duda un mandato cristiano.
El Socialismo es el amor cristiano amalgamado con su base material, que no es otra que la eliminación de la propiedad antisocial de los medios de producción, para que cada uno pueda dar según su capacidad y la repartición de los bienes así producidos sea equitativa, es decir, que cada uno pueda recibir según su necesidad. Es sólo en una sociedad así constituida donde el amor prospera.
¡Sin Chávez no hay Socialismo, sin Socialismo no hay Chávez!