27.9.08

ES MEJOR DECIRLO

El periodista Ignacio Ramonet, en el libro Cien Horas con Fidel, le pregunta sobre la información en Cuba:
“La impresión que se tiene es que, aunque hay excelentes periodistas, hay muy poca información crítica sobre lo que pasa en Cuba ¿Cuál es su opinión al respecto?”
Fidel responde:
“Mire, aquí ha habido durante bastante tiempo la tendencia a suponer que los señalamientos críticos, la denuncia de las cosas mal hechas hacían el juego al enemigo, ayudaban al enemigo y a la contrarrevolución. A veces hay el temor a informar sobre algo, porque se piensa que puede ser útil al enemigo. Y nosotros hemos descubierto que en la lucha contra los hechos negativos es muy importante el trabajo de los órganos de prensa. Y hemos estimulado el espíritu crítico. Llegamos a la convicción de que es necesario desarrollar mucho más el espíritu crítico. Yo lo he estimulado al máximo porque constituye un factor fundamental para perfeccionar nuestro sistema.
Sabemos que hay inconvenientes, pero queremos una crítica responsable. A pesar de las posibles consecuencias, todo es mejor que la ausencia de críticas.”
¡Todo es mejor que la ausencia de críticas! “La crítica constituye un factor fundamental para perfeccionar nuestro sistema”. De estas palabras de Fidel se deduce que la crítica es un deber Revolucionario. Ejercitemos.
Desde hace algún tiempo, y con más claridad en los últimos días, hemos percibido que las masas han perdido el entusiasmo, se han retirado de las calles. Sabemos que al decir esto no faltarán los que nos acusen de cualquier cosa. No obstante, corremos el riesgo de esos ataques porque creemos que sólo discutiendo podemos superar las adversidades.
En política, el avestruz es un necio.
Creemos que la discusión no es sí hay o no una pérdida de emoción, eso está a la vista.
Tampoco debe resolverse la situación calificando de pesimistas a los que dicen que hay un reflujo, eso sería esconder bajo la alfombra lo que es evidente, y ya sabemos que en el trópico se confunde realismo con pesimismo y ficción con optimismo. Suficiente para ilustrar esto es recordar al célebre locutor de las peleas de Betulio: por más que el locutor era “optimista”, Betulio fue, para sorpresa de todos, noqueado.
La importante discusión es cómo revertir la situación, qué debemos hacer para devolver el entusiasmo a la Revolución.
Lo primero sería indagar las causas del desánimo. Podríamos adelantar muchas, pero nos limitaremos a una que consideramos importante: la Revolución se ha acercado al estómago de los humildes, pero ha abandonado su corazón. Hemos cometido el error de separar lo material de lo espiritual.
De aquí se desprende que lo material, aislado, construye adhesiones frágiles, que se doblan con la más leve brisa de adversidad o de incomodidad.
Sólo lo espiritual es capaz de movilizar las voluntades para las grandes tareas.
Aún estamos a tiempo, la conexión amorosa Chávez-Pueblo es garantía de las posibilidades de corregir cualquier error.
¡Chávez es Esperanza Socialista!

26.9.08

EL CÓDIGO

Sin pretender un trabajo acabado, aportamos algunas ideas para ir construyendo El Código de Ética de los Destacamentos de Vanguardia. Nos apoyamos en la experiencia revolucionaria universal, en el pensamiento de Fidel. Veamos.
El Destacamento de Vanguardia:
· Garantizará la continuidad del Socialismo y la Revolución.
· Apoyará la formación de la conciencia revolucionaria del pueblo, educándolo en las ideas del Socialismo, exhortando al trabajo voluntario, a la defensa de la Revolución , de la propiedad y conciencia social.
· Definirá los campos en pugna: el campesino, el obrero, el trabajador modesto, la familia pobre, el ciudadano humilde, versus los oligarcas.
· Conservará el entusiasmo de las masas, a través de la movilización tras acciones altruistas.
· Los Destacamentos orientan en todos los niveles, más no gobiernan en ninguno de ellos. Engranan la revolución con la masa.
· Será un aparato de dirección y control de las actividades de la Revolución. Dirige y trabaja fundamentalmente a través de todas las organizaciones de masas (sindicatos, jóvenes, reserva, misiones, etc.).
· Supervisa, controla, vigila, informa, discute lo que tenga que discutir. Las discrepancias, cuando sean honestas y estén dentro del Socialismo, son provechosas y transitorias. Se mantendrá cualquier discrepancia dentro de las normas del respeto por las opiniones. Los problemas pasan, los pueblos duran y las revoluciones persisten.
· Lucha incansablemente por el cumplimiento de los planes y programas revolucionarios.
· Allí se encuentran los mejores elementos revolucionarios del país, los más eficientes, los mejores trabajadores. Allí no interesa el número sino la calidad. Pertenecer a un Destacamento exigirá responsabilidad, sacrificios, abnegación, menos privilegios, ya que adonde hay trabajo y esfuerzo no van los oportunistas.
· Es el vehículo de la vocación, de la inteligencia revolucionaria, cohesiona el valor de todos los heroísmos, del espíritu de sacrificio de miles, del espíritu de combate, del amor a la Revolución. Se dará la oportunidad de desarrollar las mejores cualidades de cada individuo que quiera trabajar para la sociedad
· Pertenecer al Destacamento no comporta privilegios de ninguna clase, ni económicos, ni sociales. Para ello se evitarán cualquier tipo de condiciones que propicien la formación de cohortes de aduladores, y el tareísmo sin objetivos a mediano y largo alcance. Nadie podrá usar los destacamentos como trampolín personal.
· La función del Destacamento nunca será dar puestos, ya que está en capacidad de diferenciar entre el poder real (el de la idea verdadera), del poder formal (el del cargo y la capacidad de castigar a otros). Desprecia la vanidad de mandar y gobernar.
¡Chávez es Vanguardia Socialista!

25.9.08

EL CAPITALISMO ENFERMO DE CAPITALISMO

El imperio capitalista está enfermo… de capitalismo. Es una enfermedad, un dilema sin solución: él mismo es su enfermedad, su única cura es la extinción. El capitalismo padece del virus mortal del capitalismo, es un virus pavoroso que en su desarrollo se devora a sí mismo y devora al planeta.
El capitalismo sufre hoy una crisis de sí mismo, se manifiesta con el estallido brutal de la burbuja financiera inflada con la especulación. Ya los principales bancos y soportes del sistema se han derrumbado, dejando al descubierto el inmenso fraude que es el capitalismo.
Esta crisis que hoy padece el capitalismo es sólo una faceta de la crisis general que el sistema padece. Veamos algunos aspectos fundamentales de la vida humana que están en crisis profunda, fuertemente trastocados por la fisiología capitalista.
Crisis alimentaria: ocasionada principalmente por una perversa distribución de la producción de los alimentos, considerados por los capitalistas como mercancías de especulación.
Esta noticia nos da una visión del drama:
“Cada día mueren por hambre unas 25.000 personas (ocho veces más que los fallecidos en los atentados del 11-S). Cada año se tiran a la basura en Estados Unidos 43.000 millones de kilos de comida, 145 kilos por persona”.
Crisis Ecológica: De proporciones gigantescas, al respecto dicen las Naciones Unidas:
La amenaza contra las selvas de los trópicos resulta especialmente preocupante, porque se estima que en ellas se encuentran --en sólo el 6% de la superficie terrestre-- la mitad de las especies vivas del planeta. Si continúan las actuales tasas de extinción, a mediados del siglo XXI podrían desaparecer entre uno y dos tercios de todas las especies vivas del planeta.
Las consecuencias de esta hecatombe son inimaginables, pues la biodiversidad es el “seguro de vida” de la vida: a mayor diversidad mayor capacidad de autorregulación del ecosistema, y por eso la diversidad es generadora de estabilidad. Los ecosistemas más simplificados son los más vulnerables.
Crisis Social:
Según Robert Kurz, filósofo e historiador alemán, autor del polémico libro "El Colapso de la Modernización ", estamos viviendo la tercera revolución industrial, donde el capital crea cada vez más excluidos, donde cada vez más infraestructuras de producción están siendo paralizadas, y economías nacionales completas entran en colapso. Afirma que "el capital globalizado alcanza sólo a minorías" y la migración hacia los países ricos es solamente la fuga de la crisis instalada. Denomina "imperialismo de bloqueamiento" a la guerra capitaneada por Estados Unidos para impedir los movimientos de fuga, como así también las leyes de migración, los tratados de libre comercio que incluyen el tema como prioritario, entre otras formas de crear el "estado de sitio global".
La cultura capitalista presenta severos desajustes en su economía, una crisis total que abarca todos los componentes de la vida social, desde la familia hasta la ONU , y que tiene como fondo a la especulación que le es consustancial. Su evolución es suicida, no puede remediarlo. La situación es definitoria: o superamos el capitalismo, o sobreviene la nada.
¡Chávez es Esperanza Socialista!

24.9.08

DESTACAMENTOS DE VANGUARDIA

El mundo padece una profunda crisis, los expertos tienen dificultades para precisar sus alcances, pero todos coinciden en que será de proporciones catastróficas.
La crisis nos alcanzará y entraremos en época de altas turbulencias. Para enfrentarla debemos prepararnos.
Lo primero es estudiar las características de la crisis, luego analizar nuestras debilidades y nuestras fortalezas. Veamos.
La crisis presenta a la Revolución Bolivariana una encrucijada para avanzar o para retroceder. Si intentamos resolverla principal y únicamente en el campo económico, sólo con medidas económicas, entonces irremediablemente saldremos de ella debilitados, a merced de los embates enemigos.
Es necesario afrontar la crisis con la Conciencia del Deber Social. La fortaleza de la Revolución para la batalla que se avecina está en la Conciencia del Deber Social. Sólo un pueblo imbuido de sentido de pertenencia social, sólo una sociedad integrada, puede afrontar con éxito las dificultades. Sólo una sociedad así es capaz de proteger a sus hijos, combatir el desánimo, el desconcierto, el oportunismo, a “los vivos” que en toda crisis procuran enriquecerse con la desgracia de los humildes.
La sociedad venezolana se encamina a una dura prueba, en la que deberá demostrar su temple de fundadora de mundos, el mismo que demostró en los heróicos días de la Independencia.
Debemos reforzar urgentemente la elevación de la Conciencia del Deber Social, imprescindible es atender este pilar de la Revolución , blindar las fuerzas morales de la Revolución.
Es necesario dotar a la sociedad de pilares de conciencia revolucionaria, uno de ellos es un tejido de Destacamentos de Vanguardia.
Estos Destacamentos serán los grandes educadores, estimuladores de la Conciencia del Deber Social, deben constituirse en referencias éticas para el resto de la sociedad. Cuando todo parezca perdido, en las horas más aciagas, ellos deben levantar el ánimo de lucha.
Cuando se pierda el aliento, ellos deben devolver la esperanza, cuando se trate de trabajo voluntario, de vigilancia revolucionaria, de ejemplo, ellos serán primero.
Pertenecer a un Destacamento es un privilegio que sólo tiene como recompensa el reconocimiento de los ciudadanos.
Los Destacamentos de Vanguardia deben agrupar, en palabras del Che: “a los mejores entre los buenos” deben ser los primeros a la hora del sacrificio, los últimos a la hora de los privilegios, a los más concientes y los más desprendidos, los ejemplares.
En ellos debe privar el desprendimiento y el altruismo que hizo posible El Paso de los Andes, la Batalla de Carabobo, el 4 de febrero.
Los Destacamentos se deben regir por un código de ética revolucionario, que les permita ser ejemplo de la sociedad que queremos construir, de la sociedad del futuro, la sociedad Socialista.
Los Destacamentos deben ser la muestra de que la nueva sociedad y el hombre nuevo son posibles. Deben estar en disposición para las tareas más difíciles que la Revolución reclame.
En estos Destacamentos lo que importa no es el número, importa la calidad de sus miembros.
¡Chávez es Esperanza Socialista!

23.9.08

CIELO ENCAPOTADO

El cielo encapotado anuncia tempestad, oligarcas temblad, viva la Libertad. Esta estrofa del Himno de la Federación , ilustra muy bien la situación mundial y nacional: se aproximan tiempos de tempestad, de definición, hay inmensas posibilidades revolucionarias, el imperio está en crisis.
La burbuja financiera especulativa ha estallado en el sector inmobiliario y arrastra a la economía imperial a uno de sus más profundos abismos de bancarrota. El Estado imperial se ha visto en la necesidad de intervenir su mercado inyectándole cientos de miles de millones de dólares, esto nos da una idea de la profundidad de la crisis. El resto del mundo entra en pánico, los temblores financieros se sienten desde el Asia hasta Brasil.
Esta crisis presagia una recesión que se extenderá al resto del planeta, traerá disminución del consumo de petróleo y baja en su precio, aumento del desempleo, baja en el consumo y la producción.
La América Latina se verá afectada. Brasil ya muestra su preocupación. Las remesas de dólares hacia los países de Centro América se afectarán fuertemente. Las exportaciones del continente disminuirán, los préstamos se reducirán drásticamente, los precios de los alimentos aumentarán. En resumen, la economía mundial se está desplomando, y sus escombros caerán sobre Sur América.
La economía Venezolana se alterará profundamente, los ingresos disminuirán y los precios de las importaciones aumentarán, a los factores propios de nuestra dinámica se suman los factores externos que surgen de la situación mundial. No hay duda, entramos en tiempos de crisis.
El intento de golpe recientemente develado, las raíces profundas del plan desestabilizador, es signo inequívoco de la crisis, que las elecciones regionales no han conseguido amainar, y que todavía no se ha desarrollado en toda su magnitud.
¿Qué debemos hacer los revolucionarios?
Lo primero, aceptar que el cielo encapotado anuncia una crisis de grandes proporciones, por lo tanto hay que tomar medidas urgentes para resistir sus embates.
Previo a las medidas debemos estudiar la crisis, de su correcta caracterización dependerá que podamos guiarla hacia salidas revolucionarias, aprovechar la oportunidad para avanzar hacia la tierra Socialista.
La crisis es económica, financiera, pero su solución esencial no está en este sector, se deben tomar medidas económicas para contrarrestar el embate, pero allí no está la fortaleza principal de la resistencia.
La solución revolucionaria de la crisis tiene como principal componente vigorizar la Conciencia del Deber Social, sólo cimentada en esta conciencia puede la nación enfrentar la crisis y avanzar.
Esta tarea vital de robustecer la Conciencia del Deber Social, hace imprescindible la creación de los Destacamentos de Vanguardia, que deben ser conformados por lo más concientes, como decía el Che “por los mejores entre los buenos”, los primeros a la hora de los sacrificios, los últimos a la hora de los privilegios.
Estos destacamentos deben ser la referencia ética y la reserva moral que se encargará de, con el ejemplo, guiar a la sociedad en el turbulento mar que se avecina.
¡Con Chávez y Conciencia venceremos la tempestad!

22.9.08

DEFENDAMOS A CHÁVEZ

La amenaza de magnicidio aparece nuevamente, y nuevamente la oposición lo aprueba por omisión demostrando con eso su verdadero talante: el fascismo. Tras el delgado barniz democrático se esconde el monstruo infame que acecha a la Revolución.
Los revolucionarios y los hombres de buena voluntad debemos rechazar el magnicidio, pero además debemos tomar medidas para defender a Chávez. Veamos.
El magnicidio no sólo es un problema de seguridad policial, además, y principalmente, es un problema político y de masas. Expliquemos.
El magnicidio tiene sentido, más allá de la venganza o la retaliación, si les resuelve a los fascistas el problema político, es decir, si el magnicidio trunca el camino hacia el Socialismo, si cambia drásticamente el cuadro político, si crea una turbulencia que facilite la derrota del Pueblo revolucionario y de la Revolución. Y ese objetivo sólo lo consiguen en la medida en que el Pueblo esté desorganizado, despolitizado, desmovilizado y sin Conciencia del Deber Social.
De aquí se desprende que la mejor defensa del Comandante Chávez, la mejor ayuda que podemos dar a su seguridad, es avanzar decididamente en la organización, en la formación política, en la movilización y concientización del Pueblo.
La historia está llena de ejemplos que demuestran que los fascistas avanzan sobre los débiles, y también que se detienen, o no se atreven, frente a las respuestas valientes y decididas.
Si el imperio nos ve débiles, dubitativos, erráticos, poco consolidados en la marcha hacia el Socialismo, entonces, se envalentonará y tomará fuerza la posibilidad de resolver con un magnicidio el problema que significa el ejemplo de la Revolución Bolivariana para los Pueblos del continente.
Ahora bien, si el Pueblo está en condiciones de dar una respuesta rotunda, si el Pueblo es capaz de transformar nuestra ira en la furia de todo el continente, entonces, el imperio fascista lo pensará una y mil veces antes de atreverse.
De aquí surge la pregunta:
¿Cómo prepararnos para tener capacidad de dar la respuesta que disuada al imperio y haga que el magnicidio no sea una opción?
La respuesta está en afinar la teoría revolucionaria, definir un cuerpo teórico que le dé contenido, límites y posibilidades. Construir la organización vanguardia política del Pueblo. Fortalecer la organización del Pueblo dándole a los consejos comunales carácter regional y nacional, sacándolos del ámbito puramente local. Dar el combate contra la cultura capitalista, combatir los valores del egoísmo y del consumismo capitalista. Darle al Socialismo una base material, con la hegemonía de la Propiedad Social de los medios de producción.
En definitiva, debemos constituirnos en sociedad capaz de dar respuestas implacables frente a la agresión.
¡Sin el Comandante, no hay Socialismo!
¡Sin propiedad social y conciencia social, no hay Socialismo!
¡Si se atreven la respuesta será implacable!
¡Sin Socialismo no hay esperanzas!

21.9.08

EL GOLPE AVISA

Las ilusiones de la condición democrática de la oposición fueron disipadas, todos estamos convencidos de la decisión oligarca de defender sus privilegios recurriendo a la violencia más cruel.
Estamos amenazados de golpe, esa es una posibilidad que tiene fuertes evidencias que la apoyan, siendo así, los revolucionarios debemos estudiar la situación para construir respuestas exitosas frente a la agresión. Veamos.
El golpe es una operación capitalista, en el fondo surge por la necesidad de contener la marcha hacia el Socialismo, y restaurar al capitalismo.
Esto significa que en la situación actual, todo capitalista anida en el fondo de su corazón a un golpista, si no le sonríe al evento, por lo menos éste no lo asusta.
El golpe tiene dos niveles de enfrentamiento:
Uno, el nivel táctico, este es el golpe en sí, los movimientos inmediatos que se deben dar para combatirlo y debelarlo: la captura de los cabecillas, las labores de inteligencia, movimientos militares, las movilizaciones populares, ataques a sus posiciones, etc.
De esta etapa tenemos experiencia, ya la vivimos en abril.
El otro nivel es el nivel estratégico, la solución de la amenaza concreta debe ser hecha de tal manera que permita avanzar hacia la construcción del Socialismo. Que permita una elevación de conciencia revolucionaria en la sociedad, que fortifique esa construcción, que permita el avance en la consolidación de la Zona Socialista.
Si enfrentamos el primer nivel, lo táctico, sin tomar en cuenta lo estratégico, si oponemos al golpe sólo bravuconadas de azote de barrio y “gritos apaches”, en el mejor de los casos saldremos airosos de lo táctico, resolveremos lo inmediato, pero el resultado no será favorable al Socialismo,
no conseguiremos avanzar, sólo sostendremos la posición, pero a costa de una gran debilidad.
Ahora bien, si enfrentamos el primer nivel, lo táctico, tomando en cuenta lo estratégico: si oponemos al golpe la fuerza del pueblo organizado, de la FAN conciente, y además con seriedad planteamos medidas que nos hagan avanzar, tales como: quitar las licencias a las televisoras golpistas, socializar a los medios de producción que se plieguen a la conjura. Si además profundizamos la organización del partido, y de la organización popular, llamamos y activamos batallones, consejos y mesas, realizamos jornadas de concientización e información para que el pueblo acompañe a la Revolución en las medidas económicas en el post golpe, entonces estaremos enfrentándolo con una fuerza importante, rigurosa, superando los berrinches sin objetivos, y además mandando un mensaje claro a los oligarcas.
El pueblo guiado por sus dirigentes debe ir a la calle a defender a su Gobierno Revolucionario, al Comandante Chávez, pero además debe permanecer allí para apoyar las medidas revolucionarias que se tomen, que necesariamente la Revolución tomará para defenderse.
Ya sabemos cual es la conducta de la oligarquía, sabemos que no se detiene frente a la debilidad, y las bravatas sin sentido. La oligarquía sólo se paraliza si consigue de frente a un pueblo organizado, conciente, claro en sus objetivos.
¡Chávez es Esperanza Socialista!