15.11.08

ELECCIONES Y ELECCIÓN

Faltan pocas horas para el 23 de noviembre, es el día de las elecciones regionales, elegiremos gobernadores, alcaldes, legisladores. Esa es una elección muy importante, no hay dudas, sin embargo, el 23 habrá una elección más importante todavía.
Es una elección que no está explícita, no aparecerá en la pantalla, pero está allí, ese día decidiremos, elegiremos un camino, un rumbo para la sociedad, para la patria, demostraremos el apoyo a un líder, manifestaremos nuestra voluntad de defender ese camino y a ese líder, haremos una declaración de principios.
Las elecciones regionales son vehículo, oportunidad para manifestar algo más profundo y trascendente que la simple elección de candidatos: ese día decidiremos la voluntad del pueblo de seguir por el camino revolucionario, rumbo al Socialismo, o la resignación de volver al pasado, de cambiar el porvenir luminoso que podemos construir por las engañosas manipulaciones y promesas de los medios y de unos politiquillos que desprecian al pueblo humilde.
Los votos de los oligarcas y los sifrinos serán demostración de querer volver al pasado, a la cuarta, a épocas de miseria para la mayoría, grandes riquezas para los oligarcas y migajas para los sifrinos de la clase media, esos son sus intereses, es de esperar que los defiendan.
Bastantes esfuerzos ha hecho la Revolución para convencer a la clase media de que su futuro y el de sus hijos está en la Revolución, que sólo ella garantiza la felicidad del pueblo, habrá oportunidades para todos, seguridad. No hemos obtenido resultado, la clase media se resiste a pensar, está colonizada y sirve a los intereses de sus verdugos, que son los mismos verdugos del pueblo.
Que la clase media vote de esa manera absurda es comprensible, es aceptable, al fin y al cabo, es una clase sometida a múltiples presiones mediáticas, de valores distorsionados, de fantasías castrantes.
Ahora, el voto importante para la Revolución, el que determina las elecciones regionales, y también la elección de rumbo, el voto que se expresa en la máquina de votación, pero también en la calle defendiendo y construyendo Revolución, es el voto de los humildes, el de los barrios y fábricas, el campesino y trabajador, ese voto vale el día de las elecciones y vale cuando la Revolución esté en peligro.
Se expresa, construye y defiende.
A pocas horas de las elecciones y de la elección, es momento para afinar la estructura que garantiza que la gente vote, que nadie se quede sentado, enchinchorrado, la movilización es una tarea importantísima.
También es tarea principal el convencimiento de la gente.
El trabajo ideológico no se debe descuidar nunca, es necesario explicar hasta el exceso lo que nos jugamos el 23 de noviembre, debemos moralizar al pueblo, derrotar las mentiras enemigas, explicar la trascendencia de las elecciones y de la elección.
El 23 es ocasión para elegir y para construirnos como pueblo capaz de ser dueño de su destino y elevarse hacia metas excelsas, liberarse de la mediocridad.
¡Con Chávez es con lo que Chávez decida!

14.11.08

SEGURIDAD Y CONDICIÓN HUMANA

La inseguridad es preocupación de todos, ocupa lugar primado en las discusiones cotidianas y en las angustias de gobierno y dirigentes bolivarianos. El asunto merece discusión.
Si queremos superar la inseguridad debemos estudiar sus bases más profundas y desde allí construir la solución. Veamos.
Debemos ver a la inseguridad como una falta de control del espíritu social sobre los individuos. Explicamos. Los controles éticos están fallando, el delito no está siendo combatido en la conciencia, o mejor, los valores éticos que controlan a la sociedad no controlan al delito.
¿Por qué ocurre esto?
Variadas son las razones. Una importante es que los valores éticos proclamados, honestidad, solidaridad, amor, están separados de la práctica, hay una gran hipocresía entre ética y moral.
El armazón ético propio del capitalismo, cuya hipocresía puso en evidencia la Revolución, no ha podido ser sustituido por la ética de la Revolución. La Revolución ha fracasado en la instalación de una nueva ética. He allí el fondo del problema de la inseguridad.
En esas condiciones, el egoísmo ha irrumpido desde el fondo del alma de las masas excluidas porque se ha roto la armazon ética que lo mantenía controlado.
Al no funcionar los controles espirituales, los mecanismos represivos del Estado han sido rebasados, entonces, en las avanzadas de las zonas sociales más depauperadas se buscan salidas materiales y espirituales, justifican su existencia de la única forma que les es dada: la violencia egoista. Sobre el prójimo descargan su frustración y sobre el prójimo se valorizan, la rebelión social toma forma de delito egoista.
El delito es un síntoma claro de que la sociedad está enferma, y de que por ahora no hemos encontrado el remedio.
¿Qué hacer?
La inseguridad debe enfrentarse desde dos vertientes principales: una, la represión del Estado, esa es inevitable, pero es a la larga ineficaz.
La otra, la principal, es la restitución de la conexión entre la ética y la conducta, de esta manera la espiritualidad, los valores, la ética, ahora revolucionarios, volverán a cumplir su papel de controlador de la conducta social, y podremos encauzar la energía que hoy se disipa en delitos, en agresiones, por los caminos de la construcción y el beneficio social.
El divorció ocurre porque hay una separación entre la ética y la base económica que la sustenta: se pregona solidaridad y la economía capitalista legitima la guerra de todos contra todos.
Entonces, se debe adecuar la economía a la ética del deber social, esto es, se debe impulsar la propiedad social de los medios de producción y, sobre ese tejido económico, asentar la ética del deber social. La necesidad de la hegemonía de la Propiedad Social de los medios de producción no es un problema meramente económico, es un asunto ante todo, ético. No basta tener la renta, hay que tener el alma de la sociedad.
La Revolución debe ser coherente, lo pregonado debe estar conectado con lo que se hace como individuos y como gobierno.
¡Chávez es Esperanza Socialista!

13.11.08

PREVENIR Y ORGANIZAR

Es difícil predecir en política: quién diría, por ejemplo, que la poderosa Unión Soviética sucumbiría sin disparar un triquitraque. Quién podría imaginar que a menos de noventa millas del corazón del imperio más poderoso del mundo se mantendría encendida la llama de la Esperanza Socialista, resistiendo asedios y bloqueos. Quién iba a vaticinar que aquellos muchachos que juraban al amparo del Samán de Güere estaban fundando un nuevo mundo.
En política es difícil predecir, pero es posible y necesario prevenir, diseñar estrategia, prepararse para el futuro.
Hoy, en vísperas de una elección importantísima que seguramente cambiará el paisaje político, es necesario, más allá de los resultados, prevenir, preparase para todas las posibilidades, que nada nos agarre por sorpresa.
Pase lo que pase, sea cual sea el cuadro futuro la Revolución necesitará una organización poderosa, disciplinada, formada por cuadros capaces de reaccionar de ir a la vanguardia en los días de infortunio, y de dirigir al pueblo en el combate de los momentos de euforia.
Es necesario, urgente rescatar el sentido de la organización revolucionaria de vanguardia, garantiza la continuidad revolucionaria, la que lucha siempre, con viento a favor y con tempestad, la que cruza desiertos siempre al lado del pueblo y del sueño socialista.
Esta organización se hace se construye sobre el animo, el ímpetu de unos pocos, a veces de uno sólo. No olvidemos que la independencia de un continente comenzó con el juramento del Monte Sacro, esta Revolución creció a partir de un embrión de cinco corazones.
Pase lo que pase, aquí necesitamos una organización revolucionaria de vanguardia que socialice la ideología revolucionaria, que la haga pueblo, que nos guíe en la lucha contra la oligarquía y contra el reformismo que tanto daño nos ha hecho. En ese camino hemos avanzado, el PSUV es principio y matriz de esa organización, allí está la piedra primigenia.
Si el imperio intenta truncar a la Revolución por la fuerza, esa organización será la primera en el combate, en mantener la moral, en la batalla contra los firmadores de armisticios, de capitulaciones.
Si el imperio intenta ganarnos por la seducción, esa organización será la primera en desechar las dadivas envenenadas, las lisonjas perversas, y por sobre todas las tentaciones seguiremos el rumbo hacia el Socialismo.
Si el imperio nos llena de ideologías extraviadas, si desde adentro pretende desviarnos para debilitarnos, esa organización de vanguardia revolucionaria, será muro en la lucha ideológica, en el enfrentamiento a las corrientes reformistas. Y será impulsora de la formación ideológica y política del pueblo.
Si somos victimas del triunfalismo, si los éxitos nos nublan la visión, esa organización será guía para encontrar el camino, con ella derrotaremos los vicios que la bonanza acarrea.
Esa organización será vitrina, germen de la nueva sociedad y del hombre nuevo que la humanidad requiere para su salvación, será demostración de que la humanidad puede ser rescatada de que hay Esperanza.
¡Chávez es Esperanza Socialista!

12.11.08

DIRIGENTES Y REVOLUCIÓN

El Comandante Chávez es el líder de este proceso. Por eso necesitamos la colaboración, el complemento de una organización, de una dirección que potencie, vehicule y vigorice ese liderazgo.
La pequeña burguesía, en su versión anarcoide, enfila sus mejores armas en contra de la organización, de la dirección, de los dirigentes.
Esta postura reaccionaria ha hecho mucho daño al movimiento revolucionario, ha creado una suerte de complejo en las direcciones que se avergüenzan de su papel.
Es necesario combatir el virus anarcoide con fuerza, fuera y dentro de nosotros mismos. Veamos.
El pueblo humilde, las clases sociales despojadas, sólo pueden actuar en política si están organizadas y con dirección política.
En la dominación capitalista, el pueblo, las clases, son despojadas económica, social y también políticamente. Se hace de todo para impedir la organización revolucionaria, se ponen a correr teorías disolventes, falsos empoderamientos, desviaciones locales.
Al no estar organizada, al estar desprovistas de dirección, las clases despojadas, el pueblo humilde, es incapaz de diseñar estrategias, actúa espasmódicamente, inofensivo.
Ya sabemos que la dirección es importante, entonces surge una pregunta:
¿Por qué esta Revolución, este pueblo que ha parido un líder como el Comandante Chávez, ha sido incapaz de parir una dirección que lo complemente y dé fuerza al rumbo revolucionario?
Abundantes son las razones, pero podríamos comenzar por revisar el daño de las posturas anarcoides.
La principal deformación anarcoide es separar a los dirigentes de las masas, del pueblo, de las clases sociales despojadas.
De esa manera la función dirigente del Estado, de la organización, de los líderes, queda mutilada. Obtenemos así dirigentes sin pueblo y pueblo sin dirección.
Entonces, lo primero que hay que corregir es la idea de la separación dirección-pueblo.
La dirección en una Revolución, nace del pueblo, es pueblo organizado y conciente, es pueblo que se reconoce a sí mismo, que reconoce a la dirección, al Estado, a los dirigentes, como una parte de sí mismo, como su instrumento para actuar en política.
Es necesario retomar el papel de los dirigentes, saber que sus errores y omisiones son errores y omisiones atribuibles a la falta de conexión dirigente-pueblo. Así los errores son de todos, y los aciertos son de todos. Cuando tengamos conciencia de esto, nos estaremos acercando al Socialismo, tendremos a los mejores dirigentes y al mejor pueblo.
Pensemos en los problemas de seguridad, de la basura, etc., los dirigentes separados del pueblo y el pueblo separado de los dirigentes no han sido capaces de enfrentar esos problemas, de estudiarlos. Unos, los dirigentes, se descocan por buscar más patrullas, más motos, más policías, y así van directo al fracaso y al patíbulo electoral. Los otros, el pueblo, desconectado de sus dirigentes, busca soluciones individuales, aisladas, y espera la oportunidad de guillotinar al “culpable”, es decir, al dirigente que no dirige porque está desconectado del pueblo.
Se forma así un círculo vicioso, una situación de profundización de los problemas, de desánimo, que nos conduce, necesariamente, a sistemas de fuerza, al fascismo.
¡Chávez es Esperanza Socialista!

10.11.08

DESTACAMENTOS DE VANGUARDIA

El mundo padece una profunda crisis, los expertos tienen dificultades para precisar sus alcances, pero todos coinciden en que será de proporciones catastróficas.
La crisis nos alcanzará y entraremos en época de altas turbulencias. Para enfrentarla debemos prepararnos.
Lo primero es estudiar las características de la crisis, luego analizar nuestras debilidades y nuestras fortalezas. Veamos.
La crisis presenta a la Revolución Bolivariana una encrucijada para avanzar o para retroceder. Si intentamos resolverla principal y únicamente en el campo económico, sólo con medidas económicas, entonces irremediablemente saldremos de ella debilitados, a merced de los embates enemigos.
Es necesario afrontar la crisis con la Conciencia del Deber Social. La fortaleza de la Revolución para la batalla que se avecina está en la Conciencia del Deber Social. Sólo un pueblo imbuido de sentido de pertenencia social, sólo una sociedad integrada, puede afrontar con éxito las dificultades. Sólo una sociedad así es capaz de proteger a sus hijos, combatir el desánimo, el desconcierto, el oportunismo, a “los vivos” que en toda crisis procuran enriquecerse con la desgracia de los humildes.
La sociedad venezolana se encamina a una dura prueba, en la que deberá demostrar su temple de fundadora de mundos, el mismo que demostró en los heróicos días de la Independencia.
Debemos reforzar urgentemente la elevación de la Conciencia del Deber Social, imprescindible es atender este pilar de la Revolución , blindar las fuerzas morales de la Revolución.
Es necesario dotar a la sociedad de pilares de conciencia revolucionaria, uno de ellos es un tejido de Destacamentos de Vanguardia.
Estos Destacamentos serán los grandes educadores, estimuladores de la Conciencia del Deber Social, deben constituirse en referencias éticas para el resto de la sociedad. Cuando todo parezca perdido, en las horas más aciagas, ellos deben levantar el ánimo de lucha.
Cuando se pierda el aliento, ellos deben devolver la esperanza, cuando se trate de trabajo voluntario, de vigilancia revolucionaria, de ejemplo, ellos serán primero.
Pertenecer a un Destacamento es un privilegio que sólo tiene como recompensa el reconocimiento de los ciudadanos.
Los Destacamentos de Vanguardia deben agrupar, en palabras del Che: “a los mejores entre los buenos” deben ser los primeros a la hora del sacrificio, los últimos a la hora de los privilegios, a los más concientes y los más desprendidos, los ejemplares.
En ellos debe privar el desprendimiento y el altruismo que hizo posible El Paso de los Andes, la Batalla de Carabobo, el 4 de febrero.
Los Destacamentos se deben regir por un código de ética revolucionario, que les permita ser ejemplo de la sociedad que queremos construir, de la sociedad del futuro, la sociedad Socialista.
Los Destacamentos deben ser la muestra de que la nueva sociedad y el hombre nuevo son posibles. Deben estar en disposición para las tareas más difíciles que la Revolución reclame.
En estos Destacamentos lo que importa no es el número, importa la calidad de sus miembros.
¡Chávez es Esperanza Socialista!

9.11.08

SIEMPRE LA ESPIRITUALIDAD

La Revolución siempre es un asunto de conciencia, o mejor, la Revolución es un cambio radical en la conciencia de la sociedad, en los valores, en la psiquis, en la cultura. Sin ese cambio no hay Revolución, todos los cambios materiales quedan sin efecto, son atrapados por el viejo sistema.
Lo anterior adquiere carácter de dramatismo cuando hablamos de la superación del capitalismo, de la Revolución Socialista. Esta Revolución es un salto nunca experimentado por la humanidad, se trata de una transformación profunda, radical.
Al trascender el capitalismo se dejan atrás todos los sistemas basados en la explotación del hombre por el hombre, todos los sistemas egoístas, de esta manera la humanidad, según palabras de los clásicos, pasa de la prehistoria a la historia.
Significa la realización del humano, el encuentro del humano consigo.
Y este cambio requiere como ningún otro una alta dosis de conciencia, no es un simple cambio material, es el cambio más profundo, radical, que el espíritu humano ha experimentado.
Podríamos decir, que el espíritu vence definitivamente a la sociedad capitalista que ha transformado a la realidad, a la materialidad en mercancía. Así el hombre se reencuentra con lo que de humano tiene, y lo desarrolla a niveles nunca vistos. Oigamos a Fidel:
“Quizás lo más útil de nuestros modestos esfuerzos en la lucha por un mundo mejor será demostrar cuánto se puede hacer con tan poco, si todos los recursos humanos y materiales de la sociedad se ponen al servicio del pueblo.
Ni la naturaleza debe ser destruida, ni las podridas y despilfarradoras sociedades de consumo deben prevalecer. Hay un campo donde la producción de riqueza, puede ser infinita: el campo de los conocimientos, de la cultura y el arte en todas sus expresiones, incluida una esmerada educación ética, estética y solidaria; una vida espiritual plena, socialmente sana, mental y físicamente saludable, sin lo cual no podrá hablarse jamás de calidad de vida. ¿Acaso algo impide que podamos alcanzar tales objetivos?”
Fidel nos dice que la verdadera riqueza del humano está en los conocimientos, la cultura… en resumen, una vida espiritual plena.
Ese es el objetivo del Socialismo, la sociedad del “ser”, que se sobrepone a la sociedad del “tener”, donde el humano vale por lo que consigue atesorar a costa de apropiarse del esfuerzo ajeno.
Sólo a un pueblo que haya alcanzado altos niveles de esa espiritualidad, de esa solidaridad, de esa Conciencia del Deber Social, le está dado construir el Socialismo y defenderlo. Porque sólo un pueblo así comprenderá la importancia de la tarea, no la cambiará por prebendas materiales circunstanciales.
La Revolución Bolivariana tiene el inmenso reto de elevar en el pueblo esa conciencia y esa espiritualidad, sólo así podremos avanzar y enfrentar los obstáculos que la situación mundial sin duda nos presentará.
Todas las acciones de la Revolución deben tener como objetivo la elevación de la Conciencia del Deber Social. En esta batalla el principal instrumento educativo es el ejemplo y la verdad.
¡Con Chávez es con lo que Chávez decida!