20.12.08

LAS IDEOLOGÍAS

Es complicado el mundo de las ideologías, son vivas, se resisten a una definición simple. Podríamos decir que ideología es “la visión, las ideas que del mundo tenga un grupo humano, una clase social”, y estaríamos en lo cierto, pero esta definición sería mecánica, en la vida las ideologías se presentan de manera más dinámica. Veamos.
La ideología tiene estrecha relación con la existencia: la existencia determina la conciencia. Ahora bien, nos dice el psicólogo Wilhelm Reich que:
…“el hombre está sometido a sus condiciones de existencia por vía doble, directamente por el influjo inmediato de su condición económica y social, e indirectamente por la estructura ideológica de la sociedad”.
De esta manera, las clases dominadas viven una contradicción entre la ideología que emana de su existencia y la ideología de los dominantes, que las coloniza mentalmente, que es hegemónica, que conduce a la sociedad.
Así se explica que el alma de los dominados sea el principal soporte de la dominación, que los pobres de la tierra sostengan a sus verdugos, se mantengan sumisos frente a la dominación, se explica que sean los humildes los que libren las grandes guerras de las clases dominadas, y que los depauperados hayan votado durante medio siglo por el pacto de punto fijo.
La Revolución es la liberación de la ideología que emana de la existencia de los trabajadores, de los humildes, que pasa entonces a ser hegemónica, a ser dominante, a conducir a la sociedad.
La gran virtud de la Revolución Bolivariana , del Comandante Chávez, fue hacer que entrara en la batalla social, con altas posibilidades de éxito, la ideología proletaria, el Socialismo, la única que puede liberar a la humanidad del camino infernal del capitalismo. Expliquemos.
El capitalismo se sustenta en la propiedad nosocial de los medios de producción, que hace posible la condición de que unos trabajen y otros se apropien de ese trabajo. De allí emana la ideología dominante, la ideología capitalista, y también emana la ideología dominada, la de los trabajadores.
La contradicción que se expresa en la economía, se presenta también en el mundo de las ideologías.
Esta contradicción sólo es posible resolverla, sólo es posible liberar a la ideología dominada, si la sociedad trabaja para ella misma, si el trabajo deja de ser apropiado por los nosociales y pasa a ser propiedad de toda la sociedad, de cada uno de los individuos que la constituyen, haciendo posible el precepto cristiano: “de cada uno según su capacidad, a cada uno según su necesidad”.
La liberación del trabajo sólo pueden hacerla los que trabajan, los trabajadores.La pequeña burguesía, que es una clase que existe guindando entre la capitalista y la trabajadora, tiene también una ideología oscilante: está contra el capitalismo, pero tiene terror al Socialismo, por eso inventa diez mil fórmulas para mantener el fundamento capitalista: la propiedad nosocial. De allí el fracaso para conducirnos al Socialismo, de la cogestión, de las eps, etc.
¡Chávez es Socialismo!
¡ La Enmienda es defensa de la Revolución !

19.12.08

¡QUE CON NOSOTROS NO CUENTEN!

Nosotros somos creyentes que la crítica y la autocrítica es motor de esta Revolución, y la ejercemos con irreverencia, es decir, criticamos siguiendo las enseñanzas del Che que explicaba:
“Nos hemos hecho el firme propósito de no ocultar una sola opinión por motivos tácticos”…
El mismo Che estimulaba la crítica diciéndole a sus compañeros de trabajo:
“prefiero mil veces un tipo que me dice: mire yo no creo todo lo que usted dice, usted es un animal”…
Ejercemos la crítica desde el Socialismo y desde esta Revolución Bolivariana, Socialista y Chavista. Eso somos: Bolivarianos, Socialistas y Chavistas, y no nos molesta si nos tildan de extremistas, al contrario de herirnos, nos honra.
Somos Bolivarianos, porque creemos que esta gesta que hoy libramos es continuidad de la Revolución de la Independencia , que estamos dando concreción y cumplimiento a la obra que El Libertador dejó inconclusa.
Somos Socialistas, porque creemos que el futuro de la humanidad depende de la construcción del Socialismo, y que este país, tal como en la época de la independencia fue pionero en la faena libertaria, hoy está llamado a ser vanguardia en esta nueva y más profunda guerra de independencia de toda la humanidad.
Y somos Chavistas, porque creemos que la conexión Líder-Pueblo es imprescindible para adelantar las tareas revolucionarias, y esa conexión se ha establecido entre el Comandante y el Pueblo, de manera tal que hoy no es posible pensar en la Revolución , en la construcción del Socialismo, sin ser chavista.
En resumen, no se puede ser Revolucionario auténtico, Bolivariano auténtico, Socialista auténtico, sin ser Chavista auténtico.
No es posible pensar en avanzar hacia el Socialismo sin Chávez, esta Revolución triunfa o es derrotada con Chávez.
Es propicio reafirmar las ideas anteriores, porque andan por allí unos pseudorevolucionarios, pregonando la especie mezquina de una supuesta corriente revolucionaria que se desprendería del chavismo para unirse en un supuesto frente antichávez.
¡Que con nosotros no cuenten!
Nosotros peleamos nuestras ideas adentro, con lealtad en la acción, e irreverencia en la discusión, pero adentro, como lo hemos hecho toda la vida.
Pensamos que es la Revolución Bolivariana , la oportunidad más importante que se le ha presentado a este Pueblo para avanzar hacia su redención, desde la época del Libertador, y temprano aceptamos el reto de contribuir a que se perfeccionara, que no se desviara.
En ese empeño no pedimos nada que no fuera la oportunidad de luchar por lo que siempre hemos luchado, por la Revolución y el Socialismo.
Y estamos agradecidos “a la vida por habernos dado tanto”: la oportunidad de participar en el más hermoso intento de hacer realidad el milagro de la construcción de un mundo mejor para nuestro Pueblo.
¡Que con nosotros no cuenten! los mezquinos, que por razones subalternas no se sumaron a la gran causa de la Revolución Bolivariana y han pasado todos estos años puliendo sus egos, refunfuñando, y accionando junto a la derecha fascista. Nosotros somos revolucionarios y somos chavistas.
¡Con Chávez todo, sin Chávez nada!
¡Es la hora de la Lealtad !
!Irreverencia en la discusión, Lealtad en la acción!
¡ La Enmienda es defensa de la Revolución !

18.12.08

LAS MISIONES, CAPRILES Y LEDEZMA

El Comandante acostumbra citar una frase de Trotsky, que recuerdamos así: “toda Revolución necesita del látigo de la contrarrevolución para avanzar”. Sentencia de la que apreciamos su sabiduría a medida que avanzamos en la Revolución Bolivariana. Veamos.
Los oligarcas que tomaron posiciones en las pasadas elecciones regionales, despliegan su plan: Están en la fase de acumulación mediante el engaño y el temor, luego pasarán a la fase de asalto a la Revolución. Esta nueva postura, diferente a la del enfrentamiento directo, merece estudio.
En esta primera fase, de engaño y uso del temor para forzar al pueblo a decisiones contra natura, como esa de elegir a sus propios verdugos, se presentan como aliados de Las Misiones y ofrecen colaborar con el gobierno.
Primero, se ve que tienen dificultades para ocultar su condición de fascistas, en todas partes muestran su colmillo, odian al pueblo humilde, no han podido impedir que de sus filas salgan hordas vengativas a ensañarse contra las misiones, el ataque es generalizado, el odio inocultable.
Pero esa no es la sustancia del problema, el asunto se debe plantear así: los oligarcas nos ofrecen colaboración y aceptan las misiones, ¿cómo responder a eso?
Las Misiones no son un hecho aislado, forman parte de un camino, el camino hacia el socialismo, hacia la redención del humano. Por tanto es el camino de la sustitución del capitalismo.
Entonces, las Misiones que ellos quieren apoyar no son las mismas nuestras, el apoyo de ellos es maniobra para apuntalar al capitalismo, derrocar a la Revolución , yugular a Chávez, y finalmente acabarán con las misiones.
¿Cómo descaretarlos?
Se debe profundizar en el Socialismo para afirmar el verdadero carácter de las Misiones: son un paso en la sustitución del capitalismo que ellos defienden, entonces defender a las Misiones será defender al Socialismo. De esa forma se les caerá la careta, veremos sus verdaderas intenciones.
El sistema nacional de salud pasó a ser un frente de batalla, por eso ellos piden administrar los hospitales. Nosotros debemos afinar al Sistema de Salud, hacerlo más eficiente, y al mismo tiempo socializar las grandes clínicas, acabar con la práctica de los seguros privados.
Debemos ir con fuerza hacia la hegemonía de la Propiedad Social de los medios de producción, que ya lo hemos dicho, es la que se entrelaza con la Conciencia del Deber Social, no es un asunto de renta es un asunto de conciencia.
Debemos lanzar ¡ya! la Revolución en la conciencia, dar rigor a la teoría revolucionaria que sustenta la Revolución Bolivariana. Todos los instrumentos revolucionarios al servicio del estudio y de la formación revolucionaria.
Repensar la organización política y social, hacer los ajustes que sean necesarios, convertir a esa organización en modelo de disciplina y de conducta revolucionaria. Sólo en ese ambiente las “Escuelas de Cuadros” rendirán sus mejores frutos.
Si no avanzamos, si nos quedamos dando vueltas, ellos conseguirán aislar a las Misiones, desvirtuarlas, convertirlas en mera filantropía, y seguirán su marcha en contra de la Revolución.
¡Chávez es Socialismo!
¡ La Enmienda es defensa de la Revolución !

17.12.08

VENCERSE A SÍ MISMO

El individuo es un compendio de la sociedad en que vive, en él se resume el drama social de su época. Es imposible escaparse a esta ley. Siendo así, el individuo es el escenario de la contienda de clases de su tiempo. O, lo que es lo mismo, la parte más importante de la cruenta batalla de la lucha de clases se da en el interior de los individuos.
Es en las praderas del alma individual donde se decide la lucha de clases. Los revolucionarios, para tener éxito en su tarea, deben estudiar este punto fundamental, porque no hay Revolución sin revolucionarios, y no hay revolucionario si antes no se ha vencido a sí mismo.
Las conductas de los revolucionarios, son reflejo de esta lucha de clases que ocurre en la entraña individual. Allí se opone la ideología de las clases dominantes, los valores dominantes, las costumbres, la ética, toda una espiritualidad sembrada en la temprana niñez, con la ideología revolucionaria que se adquiere con la educación y la imaginación. En otras palabras, la lucha revolucionaria es principalmente una lucha entre la niñez, que se enfrenta a la espiritualidad que se van adquiriendo con la comprensión adulta.
Esta batalla, entre lo que fuimos y lo que queremos ser, se desnuda en la toma de decisiones. Veamos.
Cuando la sociedad se reconoce en un individuo y lo hace líder, sean del nivel que sean, la pugna de clases dentro de estos escogidos adquiere características sociales. Las decisiones del conductor afectan a la sociedad, pero están determinadas por la pugna que sucede en el individuo convertido en líder. Expliquemos con un ejemplo.
Bolívar liberó a los esclavos, y esa fue una decisión que afectó profundamente a la sociedad de su época. Pero, esa decisión nace de una lucha en el alma atormentada del Libertador, allí se enfrentaron la enseñanza de su niñez, quinientos años de cultura colonial, de aceptación y justificación de la esclavitud, con los conocimientos y la conciencia que había adquirido Bolívar en su vida de adulto. En el caso de bolívar, triunfó la idea libertaria adquirida durante su vida adulta, sobre la espiritualidad esclavista sembrada en su niñez. Por eso, él es un gran revolucionario. Páez, por el contrario, sucumbe a los valores de la oligarquía, traiciona las ideas adquiridas en su adultez, al lado del Libertador, y se entrega a los valores de las clases hegemónicas que le sembraron en la niñez.
Podemos decir, entonces, que para hacerse revolucionario, para hacer la Revolución , es vital derrotar, todos los días y en cada decisión, a la ideología de la dominación que llevamos aferrada a nosotros con los poderosos hilos del inconsciente infantil. El revolucionario debe vencerse a sí mismo.
¡Chávez!
¡ La Enmienda es defensa de la Revolución!

16.12.08

LA PROPIEDAD EN LA LUCHA POR EL SOCIALISMO

La esencia del Socialismo es restituir las relaciones amorosas entre los humanos, y de éstos con su entorno. Es integrar la sociedad que ha sido fragmentada.
La descomposición de la sociedad se debe a siglos de sistemas que permiten la apropiación del trabajo, que es de todos, que es de la sociedad, por parte de una fracción de la misma. Este robo social se realiza usando como fundamento, como “pistola económica”, la propiedad nosocial de los medios de producción, y una espiritualidad, una conciencia egoísta, fragmentadora, que justifica el atraco y lo perpetúa.
Entonces:
La lucha por el Socialismo es en esencia la lucha por restituir la hegemonía de la Propiedad Social de los medios de producción, junto a la hegemonía de la Conciencia del Deber Social. Es decir, los medios de producción deben volver a ser propiedad de toda la sociedad, y los individuos deben adquirir conciencia de que su suerte esta ligada, se realiza, a través de la suerte de la sociedad.
Podemos afirmar, rotundamente, que no es posible construir el Socialismo sin la hegemonía de la propiedad social de los medios de producción.
Se comprende que los oligarcas centren aquí sus ataques contra el Socialismo.
La lucha contra la formación de la Conciencia del Deber Social, la desarrollan a través del estímulo a valores individuales, egoístas. Los siembran desde la infancia, y se valen de los más variados medios, desde la escuela hasta la televisión. Todo el día estamos sometidos a una lluvia de valores morales que apuntalan la fragmentación social y justifican la guerra de todos contra todos.
La lucha contra la hegemonía de la Propiedad Social de los medios de producción, la hacen de manera más solapada. Ellos saben que es allí, en la economía, donde en última instancia se decide el rumbo del proceso, y es allí donde ponen en juego todas sus artimañas y habilidades.
La necesidad de la hegemonía de la Propiedad Social de los medios de producción, no es un capricho de ultraizquierdistas, se trata de que el Socialismo no es posible sin esa forma de propiedad.
Se deduce, que el debate que se avecina tenga como fundamento la definición de la forma de propiedad hegemónica. La tarea no es fácil, existen muchos atajos para extraviarse.
Procesos revolucionarios han sucumbido a la tentación de buscar formas que falsifican a la propiedad social, para terminar en un eterno ritornello al capitalismo.
Ahora, después que el Comandante decreta profundización del camino al Socialismo, se revolvieron todos los argumentos, afeites y disfraces, para tratar de atrapar la economía dentro de la camisa de fuerza de la propiedad nosocial, capitalista, de los medios de producción. Es así que abundan las declaraciones proponiéndonos mil y un extravíos, menos avanzar hacia la Propiedad Social.
¡Chávez!
¡ La Enmienda es defensa de la Revolución !

15.12.08

REVOLUCIÓN REBELDE

El título parece una repetición innecesaria: ¿cómo puede haber una Revolución que no sea rebelde? Pero, uno de los peligros de la Revolución es caer en la parsimonia burocrática, en la pérdida de la rebeldía. Veamos.
La Revolución nace de un acto de extrema rebeldía que enciende el alma del Pueblo y lo lleva a cuestionar, a sustituir, a derrumbar todo lo existente. Las masas despiertan del letargo y se disponen a fundar universos.
Los primeros tiempos son de embriaguez espiritual, un viento vivo recorre el corazón de la nación. Un Pueblo así está preparado para lo grande, es capaz de la hazaña histórica más elevada: es capaz de cambiar y cambiarse.
Luego, la Revolución debe pasar a la etapa de la madurez, es necesario organizar, fundar instituciones, producir, asentar, construir. En ese momento aparecen dos peligros: la parsimonia burocrática y el anarquismo, es necesario avanzar por un filo rodeado de estos dos riesgos.
El anarquismo desintegra, relaja la necesaria disciplina, estimula el egoísmo, cada factor actúa por su cuenta, toma la Revolución en sus manos, no ve más allá de su mundito.
El anarquismo es una enfermedad que prospera cuando la Revolución deja vacíos políticos, cuando faltan las explicaciones y abundan las incomprensiones. Siempre termina desconociendo la autoridad del líder, y eso es fatal para el proceso.
La burocratización es el otro peligro. Cuando una Revolución se burocratiza, la política se vuelve un ejercicio sin alma, se castra la pasión que impulsa el proceso, las acciones políticas se vuelven un asunto de “orden superior”, y no de conciencia y fuego. De esta manera se forma el espejismo de que avanzamos, de que se va en el camino correcto.
La dirección se siente cómoda, se cumplen las metas, pero sólo en los papeles, se aprueban documentos y se cumplen directrices, pero sin conquistar corazones.
La burocratización de la política castra la rebeldía, el fervor del inicio de la Revolución , ya lo moral no impulsa, sólo lo hace lo material, la capacidad de sacrificio se merma, aparece el viático que decapita la entrega.
La dirección revolucionaria, que al principio cabalgaba sobre un huracán, porque así son las masas, rebeldes, cuestionadoras, discutidoras, difíciles de convencer, pero una vez convencidas dan la vida por sus creencias, ahora navega sobre las aguas plácidas pero estériles de la conformidad, la masa asiste distante a todo lo que pasa, su mirada es fría, inexpresiva, se mueve sin la llama interna.
La Revolución Bolivariana debe luchar contra esos dos peligros, por eso hoy más que nunca es necesaria “irreverencia en la discusión y lealtad en la acción”.
Discutir con rigor, todo y de todo, nada debe ser callado por motivos tácticos, perseguir la discusión es criminal, no convencer es caer en el abismo de la burocratización.
Debemos tener lealtad en la acción, actuar aisladamente nos debilita, actuar sin dirección le hace el juego a la oligarquía. Y, por sobre todo, debemos lealtad al líder que es garantía de Socialismo.
¡Aquí no cabe ni sucesión ni restauración, sólo Chávez!
¡Aquí no se rinde nadie!

14.12.08

CARACAS Y MAGALLANES

¿En qué se diferencian dos equipos de béisbol? Digamos que las diferencias son de grados, no son diferencias de fondo, se diferencian en la superficie pero se igualan en la estructura, uno no refuta al otro, forman parte del mismo esquema, están en el mismo juego, son iguales.
Esta reflexión nos vino a la mente cuando intentábamos buscar las diferencias entre Bolivarianos y la oposición capitalista. El punto es muy importante, de la profundidad de las diferencias que tengamos depende la marcha de esta Revolución. Veamos.
Si decimos que no tenemos diferencias, que somos como Caracas y Magallanes, diferentes pero iguales, rivales pero unidos por la pelota y, por supuesto, todos jugando el mismo juego, entonces la Revolución es una “cuestión de estilo”, de “puntos de vista diferentes”, de “matices”, pero nada de fondo.
Así podríamos coincidir, ponernos de acuerdo en un término medio, ni chicha ni limonada, ni Socialismo maximalista ni capitalismo salvaje, debemos buscar una especie de socialcapitalismo “aceptado por todos”. El resultado de esta atenuación de las diferencias es la inexorable debilidad del camino revolucionario, si somos tan iguales ¿para qué luchar?
El resultado de ese debilitamiento de la Revolución es el triunfo de la restauración y el recrudecimiento de los problemas sociales que el capitalismo no puede resolver, al contrario los potencia. Y aquí caben las palabras del Comandante, no habrá paz porque no habrá justicia.
En contraste, si reconocemos las profundas diferencias que tenemos con los oligarcas y los neoligarcas, estaremos dotándonos de razones sagradas por las cuales luchar. Veamos.
Los revolucionarios postulamos la integración de la sociedad, que el individuo recupere su conciencia de pertenencia a la sociedad, el convencimiento de que su suerte está ligada a la suerte de la sociedad, y la sociedad se ocupa de la suerte de cada uno de sus miembros.
Ellos postulan que la suerte del individuo no depende de la suerte de la sociedad, sino de su esfuerzo egoísta, que cada individuo debe procurarse su propio bienestar sin importarle la suerte de la sociedad. Los revolucionarios postulamos que el centro de nuestra actividad es el hombre en sociedad. Ellos postulan que el centro es el lucro del hombre individual.
Los revolucionarios postulamos que la medida de todo es el bienestar social, si beneficia a la sociedad, entonces beneficia a sus miembros y es ético. Ellos postulan que la medida de todas las cosas es el lucro, si da lucro es ético, aun perjudicando a la sociedad.
Nosotros postulamos la hegemonía de la Propiedad Social de los medios de producción, administrada por un Estado que vele por la integración de la sociedad y el individuo. Ellos postulan la hegemonía de la propiedad nosocial de los medios de producción, con un Estado débil que únicamente se ocupe de la vigilancia de sus intereses.
No creamos en pajaritos, no somos Caracas y Magallanes, los capitalistas siempre verán a los Socialistas como enemigos a muerte, y con su fascismo nos seguirán atacando.
¡Ellos son capitalistas, nosotros somos Socialistas!
¡Sin Chávez no hay Socialismo y sin Socialismo no hay Chávez!
¡Socialismo no es capitalismo!