21.3.09

¡CON CHÁVEZ TODO, SIN CHÁVEZ NADA!

Bolívar, al final de sus días gloriosos, sintiendo desmoronarse la patria que construía, minada por la división, nos ofreció, sumido en profundo desespero, su vida en aras de la unidad: “si mi muerte contribuye a la unión yo bajaré tranquilo al sepulcro”, aún retumba en el alma inconclusa de estos pueblos de la América del Sur.
No comprendía el Libertador qué hilos misteriosos, cuáles mecanismos perversos conducían a los próceres a convertirse en verdugos de la patria, cuál era la justificación para fragmentar la patria, descuartizarla, qué estaba por encima de construir el sueño de Monte Sacro, no comprendía por qué cambiaban la gloria de construir por la maldición de destruir.
Murió triste y desconcertado, nunca entendió, dejó su obra por hacer, y a un pueblo por comprender.
Hoy estamos viviendo época Bolivariana, la posibilidad de concretar el sueño que nos acompaña desde la fundación de la nacionalidad, de construir sociedad que ofrezca la mayor suma de felicidad posible, y fundirnos en abrazo fraterno con nuestros hermanos de la América.
La Revolución Bolivariana nos plantea el Socialismo, que es la continuidad natural de la independencia y del sueño de Bolívar. Se llegó a ese convencimiento por los caminos del corazón, después de muchos tumbos buscando el rumbo entendimos que nos es posible el bienestar de los humildes dentro del capitalismo, que debíamos sustituirlo por el Socialismo, allí está la felicidad de los humildes y la salvación de la humanidad.
Concluir la obra que se extravió en 1830 es imperativo, el mundo necesita el ejemplo para cambiar el rumbo suicida que le propone el capitalismo.
Por esos rumbos andamos, no es una tarea fácil, el imperio de hoy es el más poderoso que haya conocido la humanidad, tiene formidables recursos de todo tipo, militares asombrosos, espirituales eficientes, no tiene escrúpulos, no se detiene ante nada, de su lado están milenios de refinamiento de la explotación, de manipulación de las almas, es experto en mover los miedos y las ambiciones, las mezquindades, que nos han dividido durante siglos y que han hecho posible que ellos venzan.
Sabemos de lo vital de la Unidad, y sabemos de sus enemigos que habitan nuestras almas.
No podemos repetir a San Pedro Alejandrino, la clase obrera no puede prestarse para otra Cosiata Valenciana. La clase trabajadora no puede ser buitre que se alimente de los detritos del capitalismo, tiene que ser, está destinada a ser, águila majestuosa que guíe a los humildes en la tarea de construcción.
Tenemos las condiciones para la Unidad: el Comandante Chávez es el eje unitario de esta Revolución Socialista, él resume este proceso. Todos debemos unirnos alrededor de Chávez. Estar con el Comandante es la condición para la unidad.
¡Con Chávez todo sin Chávez nada!

20.3.09

CONSECUENCIAS

Próximamente el parlamento discutirá la Ley de Propiedad Social, esta ley ha levantado muchos comentarios y deformaciones, alrededor de ella se genera confusión que tiene varios orígenes: uno, el interés de la oligarquía de meter miedo a la masa desposeída y, otro, la falta de precisión teórica del campo revolucionario. Hablar de la propiedad es impostergable.
Lo primero es que la propiedad importa a los revolucionarios en cuanto es soporte de la conciencia. Según sea la forma de propiedad hegemónica en una sociedad, así será la conciencia hegemónica en esa sociedad. Una hegemonía de la propiedad nosocial, producirá y legitimará una conciencia nosocial. Una hegemonía de la Propiedad Social, sustentará una Conciencia Social, esencia del Socialismo.
La propiedad hegemónica es la propiedad que sustenta a la conciencia hegemónica.
No existe propiedad Estatal, existe Propiedad Social administrada por el Estado. Ahora bien, esa propiedad puede ser bien o mal administrada, ese es otro asunto. En el Estado Revolucionario la Propiedad Social toma características vitales: sin Propiedad Social no es posible el Socialismo, porque no es posible la sustentación de la Conciencia del Deber Social y no es posible la Planificación Central.
Existe propiedad antisocial, nosocial de los medios de producción, que puede ser individual, colectiva, pero siempre de grupos, de fracciones de la sociedad, no de toda la sociedad, la diferencia es sutil, pero el impacto sobre la conciencia es enorme. La propiedad antisocial, siempre, no importa el número de propietarios de los medios de producción, generará conciencia egoísta, será impulso para el capitalismo.
Existe propiedad individual, de uso, la casa, la ropa, el carro, la moto, la bicicleta, hasta el conuco, la pequeña bodega y el taxi, se pueden considerar, dadas nuestras condiciones, incluidas en ese tipo de propiedad. Ésta es intocable, no hay por parte del Estado Revolucionario la menor amenaza, en todo caso la amenaza viene del capitalismo, veamonos en el espejo de la crisis inmobiliaria de los gringos.
El Estado Revolucionario en el período de transición, como este que vivimos, se enfrenta a los remanentes de propiedad antisocial de los medios de producción, e intenta regularlos. Simultáneamente desarrolla una zona socialista que haga innecesario y no ventajoso la permanencia en la zona capitalista, de economía egoísta individual.
La Ley de Propiedad Social es importantísima y debe ser cuidadosamente estudiada. Las formas de propiedad tienen consecuencias políticas y sociales, no son un capricho. Estudiemos.
Por ejemplo, si asentamos, como le oímos a un diputado extraviado, que el Estado es propietario, que existe la propiedad estatal, entonces es legítima la actitud de los obreros en la discusión de sus contratos, en este caso estarían discutiendo con un patrón. Pero si el Estado es representante de la sociedad desposeída, los obreros estarían discutiendo con la sociedad, con sus hermanos, y la actitud sería fraternal, socialista.
Si asentamos que la propiedad de grupos es propiedad social, dejamos un importante resquicio al capitalismo.
¡Chávez es Socialismo!

19.3.09

LA NECROFILIA Y MAGLIO

La necrofilia es además de una definición psiquiátrica, una definición política: es la expresión psicológica del fascismo. Es por eso que la clausura de la “necrofílica exposición de cadáveres con fines comerciales en el Sambil” ha causado retorcijones en la derecha. Hasta un psiquiatra de fina estirpe dio su opinión política.
Los clásicos nunca sospecharon que la cosificación del humano (convertirlo en cosa) llegaría tan lejos. Imaginaron y dijeron que el hombre era una mercancía, vendía su fuerza de trabajo para poder subsistir, pero nunca pensaron que el capitalismo en su perversión iba a conseguir transformar a los cadáveres en vulgares mercancías y además, que esa mercancía tuviera demanda en el mercado que se pudiera transformar en dinero al igual que cualquiera otra.
El término necrofilia en su acepción más amplia significa “atracción por la muerte” la terminación “filia” significa afición o simpatía, y la raíz “necro”, muerte.
Las manifestaciones necrofílicas, de simpatía hacia la muerte, son variadas. Son un síndrome político que se llama fascismo y tiene sus síntomas característicos. Veamos.
Por ejemplo pinochet, el pinochetismo, fue fascista, necrofilico. La agresión a Allende, el asesinato de Víctor Jara, la Operación Cóndor, son manifestaciones claras de fascismo, de necrofilia. Todo esto festejado y justificado por la masa de derecha. El fascismo es un fenómeno de masas.
El fascismo, la psicología fascista, la necrofilia, está oculta en la psiquis de la sociedad capitalista. En época de normalidad cuando el sistema está estable no se manifiesta, no es necesario, pero en época de peligro para el sistema, si los mecanismos convencionales fallan, aparece la bestia fascista, los demonios emergen de lo profundo de las tinieblas del alma colectiva.
Aquí en Venezuela, la derecha, queriendo acabar con Chávez, por discrepancias políticas, y por rechazo racial, soltaron los demonios: la masa que gritaba ¡fuera! en abril que manifestaba pidiendo la cabeza de Chávez y de los chavistas, fue fascista, guiada por profundos sentimientos necrofilicos.
Los demonios del fascismo sueltos temprano, no han podido ser sometidos, se resisten a volver al inconciente, a aquietarse. Siguen allí, atentos, prestos para actuar a la menor oportunidad.
Los síntomas de la necrofilia fascista están a la vista: el festejo por la horrenda muerte de Danilo, la quema del Ávila, el asedio a la Gloriosa Embajada de Cuba, el apoyo al magnicidio, etc.
Pero donde alcanza niveles ya de asombro, es en el apoyo que en capas pensantes de la masa derechista ha causado la Exposición de los Bodies, hasta unos ¡estudiantes de Médicina! ¡hasta el psiquiatra Bianco! apoyan la comercialización de la muerte.
Pero lo de Maglio Ordoñez es para encender, ya definitivamente, las alarmas. Estos fascistas, tomados por la simpatía hacia la muerte, son capaces de todo. Si triunfan nadie se salvará de la represión brutal y cruel que vendrá contra todo lo que signifique vida. Entonces, a Bianco, en el mejor de los casos, lo encontraremos en algún estadio junto a cantores y poetas.
¡Chávez es la vida!

18.3.09

LA CONFRONTACIÓN

¿Cómo es la confrontación en una Revolución Pacífica? ¿Cuáles son las características del enfrentamiento entre lo nuevo y lo viejo, entre la burguesía oligarca y las fuerzas revolucionarias? La respuesta es difícil, necesita esfuerzo intelectual.
La Revolución pacífica es inédita, no hay antecedentes triunfantes, eso exige de la dirigencia de esta Revolución Bolivariana, que es pacífica, una poderosa mezcla de conocimiento y de arte, de imaginación y análisis riguroso de la realidad, de estudio serio y de inventiva.
El primer elemento del análisis, son las características propias de Venezuela: somos un país rentista, tenemos una clase media extendida y una marginalidad copiosa, y es por medio de esa ideología que la clase burguesa oligarca garantiza su dominación.
Todas las clases subordinadas están impregnadas de esta ideología, caracterizada por un individualismo, un egoísmo rotundo. El principal objetivo para esta ideología es el beneficio individual y egoísta, no importa a costa de qué ni de quién, es mercenaria, inconsecuente, retrocede a la menor dificultad, no corre riesgos, oportunista, siempre trabaja con red de seguridad, con plan de escape, o mejor, de salto de talanquera.
Esta ideología se manifiesta en el tránsito, en el caminar por la calle, en el trabajo, tiñe a toda actividad humana, impregna la conducta de todos, y por supuesto se manifiesta con fuerza en la política. Aquí funciona como una válvula de seguridad, las líneas políticas, las organizaciones, las acciones están impregnadas de individualismo y egoísmo, es una formidable barrera para el avance de la espiritualidad revolucionaria y para la construcción de una política revolucionaria, sabotea la formación de organización y también la elaboración de teoría revolucionaria. Allí da cabriolas para dejar un resquicio a su individualismo. Hay que hacer un esfuerzo para identificarla y combatirla, deslastrarse de ella, es como una hiedra.
En este ambiente de Revolución Pacífica, que ocurre en condiciones de alta impregnación de la ideología individualista y egoísta, propia de la pequeña burguesía y los marginales, es que se produce el enfrentamiento entre lo nuevo y lo viejo. Veamos.
En estas condiciones se le presentan a la Revolución varias dificultades, la principal es el impedimento para centrar una teoría Revolucionaria que marque el azimut. La Revolución con suma facilidad se extravía en las marañas teóricas de la ideología egoísta.
Al no haber un sólido piso teórico, al haber ambigüedad teórica, hay ambigüedad en todos los campos, he allí la causa de nuestra principal debilidad.
La Revolución Pacífica sólo se puede enfrentar a la oligarquía desde posiciones teóricas sólidas, bien diferenciadas, argumentadas y defendidas, que el pueblo las entienda, al punto de saber que en ellas les va la vida, que son sagradas, que vale la pena luchar por ellas.
Esta falla origina una carencia: la falta de cuadros revolucionarios. Es necesario un núcleo que irradie ejemplo extremo de conducta y ética revolucionaria al resto de la Revolución y a la sociedad, que sea ejemplo de lo que queremos construir, que contraste con los oligarcas y los desviados internos.
¡Socialismo es Teoría Revolucionaria!
¡Chávez es Socialismo!

17.3.09

DUALIDAD DE PODERES

Los burgueses oligarcas, que son por naturaleza agentes del capitalismo internacional, tienen a su favor la experiencia milenaria de la dominación, toda una cultura de sumisión y egoísmo, miles de tanques pensantes, los gobiernos de los mayores y más desarrollados países del mundo, desde Rusia hasta los Gringos, pasando por China y Japón, todos son países capitalistas, que a la hora de las definiciones bogan para su bando.
Siendo así, el enfrentamiento con los burgueses oligarcas locales, en realidad no es con ellos, es con el inteligente capitalismo internacional. De él debemos esperar una ofensiva tenaz y lúcida, bien arquitectada, se equivocan los que desprecian a los oligarcas criollos, se olvidan que son muñecos de ventrílocuo del imperio capitalista. Muy peligrosos.
Intentemos entonces, con seriedad, desentrañar el plan que se traen entre manos, descubrir qué les dictan del norte. Procuremos.
Sorprendentemente la tarea no es difícil, la soberbia, que los hace sentirse seguros, y la competencia entre ellos, los lleva a descubrir el plan, oigamos las señales que nos envían. Los papeles están repartidos:
Unos deben atacar a los militares, dividirlos, para eso desprestigian a los mandos, recordemos a teodoro atacando al Mayor General González, ese ataque era parte del plan. Ahora aparece manuel caballero en un artículo el domingo 15 de marzo en el Nacional, arremetiendo contra los Generales de la Fuerza Armada. El escrito es una andanada de ofensas, busca respuestas del gobierno, gestiona canalizar posibles descontentos. Fernando Ochoa Antich en su artículo del domingo también lanza dardos hacia el interior de la Fuerza Armada, intentando revolver el río militar.
A otros, como Pompeyo y Carlos Blanco, dos renegados con rancio barniz izquierdoso, les tocó el papel de intentar soliviantar a los obreros, confundir para crear condiciones y avanzar en su insurgencia. Cumplen su papel de plumíferos e intentan colocar a Chávez en pugna con los obreros.
Otros, y es lo más importante del plan, intentan construir un poder paralelo, para eso usan las posiciones conquistadas en las recientes elecciones regionales. Sistemáticamente desconocen las directrices del gobierno, de la nueva institucionalidad. Primero la confrontación parecía tonta, alguna discrepancia menor de cómo manejar el problema del tránsito en la Panamericana, luego sube a mayores y se agrupan para desconocer una decisión de la Asamblea Nacional acerca de la autoridad única para la capital, y culminan alzados contra la Ley de descentralización.
La actitud es clara: intentan llevarnos a una situación de dualidad de poder, situación que se repite en la historia, y es propia de la agudización de la confrontación de clases. En estas circunstancias el frente de choque tiene varios componentes: militar, jurídico, de masas.
Todo paso, toda medida revolucionaria debe ser acompañada de una ofensiva explicando la posición de la Revolución, definiendo la ideología que la sustenta, que la masa entienda que las medidas no son un capricho ni una retaliación del Comandante, son necesarias para la defensa de la Revolución y el avance del Socialismo.
¡Nos defenderemos avanzando!
¡Chávez es Socialismo!

16.3.09

EL REFUGIO ANARCOIDE

En el trópico no se expresan las ideologías con nitidez, al contrario, se mezclan sin pudor. Aquí se ejerce el sincretismo ideológico, por tanto, es necesaria una labor de detective ducho en desechar lo evidente engañoso, para llegar a la verdadera ideología, al motor de las conductas.
Un ejemplo de lo que decimos es la forma como se presenta en Venezuela el anarquismo, que en los últimos años ha servido de celosía a la pequeña burguesía siempre irresoluta. Repasemos.
El 23 de Enero, ya lo sabemos, aquella dirigencia pequeño burguesa, como corresponde a su carácter, no avanzó, al contrario, develó la posibilidad socialista. Después siguieron décadas de tormento por aquel pecado original. Y finalmente la Revolución Bolivariana posibilitó saldar cuentas con la traición del 23 de Enero, retomar el camino socialista.
Aquí cabe una pregunta: ¿Cómo ha sido la expresión de la ideología de la pequeña burguesía en esta etapa?
Previamente determinemos las corrientes de la pequeña burguesía que confluyen en el proceso bolivariano:
Una, la que se enfrentó al pacto de punto fijo, que una vez fue guerrillera y devino en anarcoide.
Otra, que por ser joven no participó en la lucha contra el pacto de punto fijo desde trincheras marxistas, se nutrió de Eurocomunismo, del derrumbe de la Unión Soviética, se formó en el anarquismo tropical llevada de la mano por los anteriores.
Otra, que viene de las filas del pacto de punto fijo, necesita mostrar arrestos revolucionarios, pero sin pasar a mayores, el anarquismo le calza cómodo.
Otra, las corrientes que se forman en el lumpen marginal, con nostalgia de la lucha armada, la imitan, se arrogan grados militares, y realizan acciones disparatadas que mimetizan combates heroicos. De esa forma dan salida a la violencia marginal y acomodan su espíritu de banda al ambiente revolucionario.
Su conducta los inscribe en el anarquismo.
Estas corrientes forman el cuerpo anarquista de la Revolución, se potencian entre sí, todas tienen en común los rasgos principales de la ideología anarquista que tanto daño ha hecho a las revoluciones. Expliquemos.
Lo primero es que son ideologías enemigas del Estado, de todo Estado, inclusive del Estado Revolucionario, y enemigas de la integración social, en resumen, enemigas del Socialismo. Sólo proponen cambios superficiales y retóricos, así calman sus angustias revolucionarias.
Unos lo demuestran construyendo ejércitos de papelillo y zonas liberadas de fantasía. Son evidentes.
Pero otros, más peligrosos, desvían las acciones del gobierno hacia el debilitamiento del Estado, contraponen al pueblo con su Estado Revolucionario.
De esa manera el pueblo desposeído no se organiza en Estado Revolucionario, no se integra, sino que se enfrenta a él, lo niega.
Al no tener noción de Estado, fragmentan la sociedad en parcelas, que pueden ser consejos comunales aislados, comunas incomunicadas, fábricas cogestionadas. No hay planificación social en ningún ámbito, entonces no puede haber Socialismo.
La ideología anarcoide es inmenso obstáculo para el Socialismo: no permite la Conciencia del Deber Social, ni la Propiedad Social, debilita a la Revolución.
¡El Socialismo integra la sociedad!
¡Chávez es Socialismo!

15.3.09

SE SOLICITA DIRIGENTE PROLETARIO

La crisis global que atraviesa el capitalismo y, por ende, la humanidad, es espantosa. Estamos en el umbral del derrumbe de una civilización. La humanidad no puede seguir viviendo como hasta ahora, cambia o desaparece. Vanos son los esfuerzos por mantener el actual estado de cosas, la actual forma de relacionarse el hombre consigo mismo y con la naturaleza. Mantener al capitalismo es suicida.
Cándidos, desesperados, los dirigentes que inyectan sumas astronómicas de dinero en el sistema capitalista moribundo, no entienden que la crisis es de una cultura, de una manera de vivir. Podrán paliar la crisis financiera, equilibrar las cuentas, eso podrán hacerlo, pero entonces el capitalismo “saludable” seguirá su camino de destrucción de la naturaleza, de producción de excluídos, de hambrientos. La crisis global de la civilización se manifestará de otra manera, crisis migratoria, ecológica, militar, hambrunas, crisis de inseguridad producida por el alto comercio de drogas.
El capitalismo vive la paradoja de ser dañino cuando está en crisis, y superior en desgracias cuando es próspero. No hay duda está agotado.
La única solución es superar al capitalismo, sustituirlo con el Socialismo, ya esto es una cuestión de vida o muerte, el planeta no puede esperar.
En Venezuela reside la Esperanza. Veamos.
Aquí se dio una conjunción de factores que hicieron posible, cuando nadie lo esperaba, cuando muchos habían enterrado el hacha y los sueños, que surgiera la posibilidad de dar el gran salto que reclama la humanidad, que renaciera la Esperanza.
Aquí surgió una Revolución, que como todas las revoluciones es inédita, es su propio modelo, irreverente con la teoría, leal a su historia, camina a su ritmo y con su paso, tiene numerosos errores (nosotros los hemos criticado), tiene numerosos aciertos (nosotros los hemos aplaudido), es a veces rara, toma caminos más raros aún. Pero no hay duda, es una Revolución Socialista verdadera, enfrentada al imperio, anticapitalista, autora de transformaciones económicas y espirituales que presagian rumbo al Socialismo.
Aquí no se está jugando sólo la suerte nuestra, se está decidiendo el destino del planeta.
En la construcción de esta esperanza juega un papel determinante la acción de los obreros y de sus dirigentes. Veamos.
Dirigentes sindicales muy buenos se encuentran siempre en Venezuela, duchos en la tarea de arrancar al patrón reivindicaciones, de tranzar la fuerza de trabajo a buen precio con el capitalista. Esa era la necesidad y la tarea del pasado. Ahora con la llegada de la Revolución, es un crimen de lesa humanidad persistir en esa actitud, que hiere la marcha hacia el Socialismo.
Ahora que el “patrón” es la sociedad desposeída, el pueblo humilde, la humanidad desesperada de cambio, entonces la actitud debe ser otra. Ahora el dirigente sindical debe transformarse en Dirigente Proletario, y no puede velar sólo por los intereses pequeños de la fuerza de trabajo, tiene que importarse por los de la sociedad, de la humanidad, de su clase, que no es otro que el Socialismo, ese es el interés que debe guiarnos.
¡Nada que lesione al Socialismo!
¡Chávez es Socialismo!