20.6.09

LA RESPUESTA CORRECTA

La oligarquía espera una respuesta errada del pueblo humilde, es más, la estimula. Toda su campaña mediática, todo el arsenal de las televisoras oligarcas, tiene como fin preparar la respuesta errada.


Esperan que frente a las adversidades el pueblo humilde dé una respuesta errada, atente contra la Revolución.


Podemos decir que la grandeza de un pueblo se mide por las respuestas que dé a las adversidades, a las dificultades. Y podemos decir que la Revolución es, en gran medida, la educación de la masa para dar respuestas correctas frente a las vicisitudes de la existencia, para que las comprenda.


Ya sabemos que la dominación oligarca no se puede sostener sin la manipulación del pueblo, que “es el alma del dominado la mayor fortaleza del dominador”. Entonces es fácil deducir que es allí en el alma del dominado, del pueblo humilde, donde se escenifica la batalla más importante de la Revolución.


La oligarquía establece su plan de manipulación en tres pilares fundamentales:


Uno, que el pueblo piense sólo en lo inmediato, así le priva de la visión estratégica, de percibir las consecuencias a largo plazo. De esta manera se adueña del tiempo del dominado, lo confina a lo inmediato, le secuestra el futuro.


Otro, lo restringe a su entorno geográfico, intenta que el pueblo dominado sólo perciba, se identifique con los límites cortos de su existencia cotidiana. De esta manera le arrebata al mundo, a la humanidad, lo reduce a lo pequeño de la aldea.


Tercero, lo encarcela en el egoísmo, sólo el individuo importa, no hay sociedad, no hay ni siquiera vecinos. La soledad es la característica del hombre dominado. Así le resta fuerza a las posibles acciones rebeldes, no deja prosperar los grupos, que sucumben inconcientes en los mares del egoísmo.


Además le sustrae la historia, la deforma, la oculta. Así se apropia del futuro, lo condena a repetir caminos extraviados.


La Revolución debe educar y capacitar al pueblo para dar la respuesta correcta, esto es, la respuesta que contenga:


Visión de futuro, capacidad estratégica. Que vea los acontecimientos de hoy y también las consecuencias que traerán mañana, que no sacrifique las posibilidades hermosas del futuro por el oropel que ofrecen las manipulaciones oligarcas.


Amplitud de miras, que relacione los problemas de su entorno con los acontecimientos mundiales. Que piense en sociedad, en humanidad, que entienda que hoy más que nunca tenemos responsabilidad grande con el futuro de la humanidad, que aquí está la esperanza.


Una actitud amorosa que derrote al egoísmo, pilar del capitalismo. Que sienta que los triunfos de los revolucionarios son triunfos de todos, de la sociedad toda, que en tiempos de Revolución, de Socialismo, si a un compañero le va bien, a todos nos va bien. Lo que beneficie a la sociedad beneficia a todos los individuos que la componen, que ser grande es ayudar a crecer a los demás.


Un pueblo con estas cualidades nadie lo engaña, dará la respuesta correcta.


¡Chávez es Socialismo!

19.6.09

DISCUTIR MOVILIZANDO

En los últimos días, la atención política se ancló en la discusión del liderazgo. Esto no es casual, surge directamente de las tensiones sociales que hoy vivimos. Estudiemos.
Como consecuencia del avance en la socialización de la economía, las posiciones políticas de las clases sociales se radicalizaron.
La oligarquía, golpeada directamente en sus intereses económicos, expuesto al pueblo su modo dispendioso de vida, el origen fraudulento de su riqueza, arreció sus ataques y dio prioridad a las opciones cruentas. Así se explican los planes de magnicidio, de golpe, los intentos de disturbios y guarimbas.
Del lado bolivariano encontramos a la pequeña burguesía que se bate en su ambigüedad, contiene una fracción anarcoide que llamó a votar “No a la Reforma ”, ahora encuentra nuevo aire, profundiza su antichavismo y consigue alianza con el sector reformista.
Y un sector reformista que acompañó al proceso hasta aquí, pero no desea, ni quiere, ni puede, ir más allá: desempolva la excusa del stalinismo, de la falta de democracia, del “hiperliderazgo” (coinciden con la derecha, con teodoro, ismael y marta colomina). Se ampara en intelectualismos y se desliza a una zona ni-ni, donde la “objetividad”, el supuesto análisis frío, justifica no comprometerse con la Revolución, con el Comandante Chávez, que es su líder.
La Clase Obrera hoy da señales claras de elevación de su nivel de conciencia revolucionaria: los esfuerzos unitarios de los petroleros son ejemplo para el resto de la clase y para el país. La Revolución, el camino hacia el Socialismo, así se fortalece.
¿Ante este cuadro, qué deben hacer los revolucionarios?
Primero, sin ningún tipo de reserva, de ambigüedad o doblez, reafirmar su apoyo a la Revolución, al Socialismo y al Comandante Chávez, ratificando la consigna: ¡Con Chávez todo, sin Chávez nada!
Segundo, no perder de vista el peligro principal, no caer en la distracción, no perderse en discusiones cretinas que nos alejan de las masas.
Tercero, enfrentar con fuerza la arremetida del imperio y sus lacayos, de la única manera que es posible, en la práctica, construyendo una nueva conciencia, una nueva relación política, organizando y movilizando a las masas, dotándolas de razones sagradas por las cuales luchar, explicándoles la situación y los peligros.
Debemos informarlas de los planes cruentos contra la Revolución y el Comandante Chávez, de los retos de la construcción del Socialismo, de la nueva ética y moral que eso supone.
Denunciar los planes de magnicidio, combatir la campaña oligarca de trivializar el asunto, denunciar que sus líderes, presuntamente democráticos, se niegan a condenar el magnicidio.
Denunciar los planes de golpe y sabotaje que adelantan en complicidad con el gobierno de Estados Unidos y su embajada.
Movilizar a las masas en manifestación de su voluntad de apoyo al Comandante, a la Revolución, al Socialismo. Y, en advertencia a la oligarquía, que si se atreven no quedarán ni las piedras del capitalismo.
Iniciar una gran campaña de explicación de las socializaciones, de su importancia para la marcha hacia el Socialismo.
¡Chávez es Socialismo!

18.6.09

UN HOMBRE, UNA REVOLUCIÓN

Ochenta y un años de su nacimiento, casi medio siglo de su asesinato, y ya habita en la eternidad. El Che se convirtió en Revolución. No se puede hablar del Che si no es en Revolución. No se puede invocar con propiedad si no es para que apoye los movimientos de liberación del humano.
En Venezuela, cuando estamos transitando caminos de definición revolucionaria, el Che es imprescindible.
Él resume lo más avanzado del pensamiento revolucionario mundial, de nuestra tradición de lucha libertaria. En él está Bolívar, y también Américo Silva y Trostky, Lenin y también Salvador de la Plaza, Rosa Luxemburgo y Livia Gouvernier, Maceo, Martí y Fabricio.
En él resplandece Junín, Boyacá, Carabobo, Ayacucho y también la gesta heroica de los combatientes de la Sierra de Falcón. En él vive el Monte Sacro y el Samán de Güere; está el Negro Primero y también el Pica Chirinos.
Con él caminan Manuelita y también Aleida.
El Che no necesita invitación para la lucha de los pueblos por su liberación, él siempre está presente, o mejor, él es esas luchas.
El Che está aquí entre nosotros, peleando contra dogmas y oligarquías, como en el Moncada, como en Bolivia.
Aquí su vida y su obra nos enseñan que la Revolución siempre es posible. Cuando el escepticismo y la entrega cubren al mundo, un gesto revolucionario cambia el rumbo de la historia, siempre hay camino para la Revolución. Y el deber de los Revolucionarios es hacer la Revolución.
Nos predica la irreverencia en la discusión: el Che reivindicó el estudio de Trotsky, de Rosa Luxemburgo, fue irreverente con el pensamiento imperante en la Unión Soviética, y esa irreverencia, que Fidel calificó de augurio, salvó al Socialismo, dejó en pie el ejemplo de Cuba.
Nos habló con audacia que la conciencia y no la economía es el principal soporte de las Revoluciones, que ésta debe estar al servicio de aquella, y defendiendo este principio creó doctrina, y con ella rompió lanzas con los mejores cerebros revolucionarios de su época.
El Che fue grande al reconocer sin reservas ni dobleces el liderazgo de otro grande:
“mi única falta de alguna gravedad es no haber confiado más en ti desde los primeros momentos de la Sierra Maestra y no haber comprendido con suficiente celeridad tus cualidades de conductor y de revolucionario (…) me enorgullezco también de haberte seguido sin vacilaciones, identificado con tu manera de pensar y de ver y apreciar los peligros y los principios.”
Nosotros vivimos momentos estelares, somos privilegiados, somos de los pocos humanos que viven una Revolución.
La Revolución es época para el crecimiento del hombre, del corazón del hombre, para el encuentro con sus mejores fibras, con el amor, para el rompimiento de la mediocridad que nos hace esclavos.
Aquí hay suelo y oportunidad para que florezcan mil Che, humildes en su grandeza, orgullosos en su lucha, fieles en su acción, entregados a la causa de la humanidad. Es nuestro deber de humanos, de revolucionarios, no dejar perecer a la Esperanza.
¡Ché, Chávez… siempre!

17.6.09

INTERNACIONALISMOS

No es posible ser Revolucionario sin ser internacionalista, no es pensable una Revolución sin el internacionalismo.
En última instancia toda política nacional deviene en internacional, esto es así desde la fundación misma de la nación. La Revolución de Independencia fue internacional, las grandes potencias, Inglaterra, Rusia, los nacientes Estados Unidos, se mezclaron en la contienda, famosos son los vaticinios del Libertador a la política futura del imperio del norte. El Congreso Anfictiónico de Panamá es muestra clara del sentimiento internacionalista de aquellos revolucionarios.
Internacionalista es la Revolución, y también lo es el capitalismo, la contrarrevolución.
Recordemos las guerras de los imperialistas intentando aplastar cualquier germen revolucionario en el mundo, la entente contra la naciente Unión Soviética. Recordemos las veces que un germen revolucionario fue masacrado ante los ojos cómplices del resto de los capitalistas, Jacobo Arbens, por decir uno.
Los Revolucionarios son internacionalistas por esencia, tienen que serlo, su condición humanista así se lo dicta. Siempre los Revolucionarios han acompañado, se han involucrado en las luchas por la liberación de los pueblos, en toda lucha revolucionaria siempre encontraremos a los internacionalistas ofreciendo su sangre.
Recordemos las Gloriosas Brigadas Internacionales que en suelo español, en el año 36 se enfrentaron al monstruo del nazismo, en esa guerra participaron internacionalistas de todo el mundo, famosos como Hemingway, Alejo Carpentier, Orwell.
Pensemos en el Che, internacionalista del amor, Fidel, quién más internacionalista que Fidel, su mirada preocupada, su manto solidario cubre al planeta.
El Internacionalismo Revolucionario es un antagonista del egoísmo capitalista, es por eso que las manifestaciones internacionalistas de la Revolución son tan atacadas por los tanques pensantes opositores, ellos saben que el internacionalismo, el sentimiento solidario que genera es pilar de la cultura, de la espiritualidad revolucionaria.
Cuando esta Revolución avanza, es necesario activar los generadores de Conciencia del Deber Social, del sentimiento amoroso, solidario, que se opone al egoísmo capitalista. Esa batalla en las profundidades del alma hay que ganarla, sólo un pueblo guiado por profundos sentimientos de amor puede triunfar en la Revolución , construir una nueva sociedad.
El internacionalismo es uno de estos generadores, debemos explicar la solidaridad mutua con el Caribe, con Cuba, Centroamérica, Haití, debemos publicitar la fuerza espiritual tremenda que tiene la ayuda a los pobres de Estados Unidos y de Europa, la solidaridad mutua con el proceso Boliviano. Difundir esta faceta de la Revolución, que es una de sus manifestaciones más importantes, porque va al sentimiento amoroso, a la conciencia, a la creación de una nueva relación entre los humanos. Nos educa.
En las tenebrosas cárceles-tumbas de los gringos, permanecen cinco internacionalistas. Ellos, siguiendo las mejores tradiciones internacionalistas revolucionarias fueron a las entrañas del monstruo a luchar contra el terrorismo y el fascismo.
Su deber con la humanidad los llevó allí donde el peligro y el riesgo son elevadísimos, no regatearon su participación. Fueron fieles a la tradición humanista de Bolívar y Martí…Venezuela, no puede dejarlos solos.
¡Orden del Libertador para los Cinco Cubanos secuestrados por el imperio!
¡Chávez es Socialismo!

16.6.09

TRINCHERAS DE IDEAS Y DE PRODUCCIÓN

El Socialismo es un sistema que tiene requerimientos indispensables, económicos, sociales, políticos, ideológicos, culturales, que abarcan a toda la sociedad, que demandan ser hegemónicos, sustituir la hegemonía capitalista.
En una revolución que arriba al poder desde la lucha armada, que derrumba al Estado y a la legalidad capitalista, los requerimientos son problemas de construcción de la nueva hegemonía.
Ahora bien, una Revolución Pacífica, que convive con el capitalismo, debe buscar vías inéditas para construir la nueva hegemonía.
La convivencia con el capitalismo, con sus leyes, con su cultura, es un obstáculo inmenso para la construcción del Socialismo, pero es una realidad de las Revoluciones Pacíficas. Allende sucumbió a esta realidad: el capitalismo arrinconado, viendo sus privilegios cuestionados, pasó a su fase de fascismo, y así resolvió el estancamiento que padecía aquel proceso.
En la Revolución Bolivariana la búsqueda es intensa, hemos acertado en lo principal, en las decisiones que marcaban rumbo, la posibilidad socialista se ha preservado, y hemos ido más lejos que cualquier ensayo similar.
Sin embargo, es imperativo que encontremos el rumbo, que clarifiquemos la teoría, tenemos suficiente experiencia, son variados los intentos prácticos de construcción, es hora de racionalizar esa práctica, de reflexionar sobre ella, de construir nuestra teoría que guíe los pasos futuros. Veamos.
La situación de la Revolución Pacífica es de guerra silenciosa: el Socialismo, enfrentado a un sistema establecido, el capitalismo. De aquí que todos los pasos deben estar enfocados en esta realidad, ser combates de esta gran guerra.
Dos aspectos deben tener nuestras acciones: uno, el principal, entender que es en la conciencia donde se decide la batalla, el otro, igual de importante, que es la economía, la que sustenta la conciencia. Con estos dos pilares podemos guiar las acciones.
Por eso, antes que el aspecto económico de la economía, debemos preguntarnos por su aspecto formador de conciencia: ¿A cuál conciencia sirve? Esa es la pregunta central de la economía revolucionaria.
La mayor arma del capitalismo en esta guerra es su espiritualidad que permanece intacta, pero también su entramado económico, su sistema, que está incólume e intenta ahogar las formaciones que aisladamente forcejean por zafarse de sus leyes.
Las nuevas unidades económicas deben participar en esta lucha inédita, de cuerpo a cuerpo con el capitalismo y el mercado.
Pero la Revolución debe entender que el enfrentamiento es de sistemas, que no se decidirá en unidades económicas aisladas, en esta guerra triunfa quien imponga su sistema. La lucha es profunda y total, no hay, no puede haber convivencia, el capitalismo siempre y en todos los campos intentará agredir a las formaciones socialistas.
De allí que las unidades económicas socialistas deben ser instrumentos de esta gran batalla, sus trabajadores deben estar concientes de su papel en la primera línea de combate, la fábrica debe ser escuela de Socialismo, ejemplo de la nueva relación, y foco de denuncia del capitalismo, en resumen, trinchera de ideas y de producción.
¡Chávez es Socialismo!

15.6.09

LAS TRES MUJERES

Érase una vez, tres mujeres que vivían en un lugar del planeta de cuyo nombre no quiero acordarme. Las tres mujeres deseaban tener hijos.
La primera, rogaba a Dios por un hijo, pero no quería trato con hombre.
La segunda, elevaba sus plegarías a Dios para engendrar, pero no quería sufrir los dolores de parto.
La tercera, rezaba todo el día pidiendo salir sólo medio preñada.
De esta manera y con estas voluntades iban pasando los días de las tres mujeres…
Al cabo de unos años, pasó un circo por el pueblo de las tres mujeres, y después de nueve meses, las tres tenían hijos, las tres habían sufrido dolores de parto, las tres conservaban gratos recuerdos de la visita del circo.
Moraleja: La naturaleza, la realidad, en última instancia determina la marcha de la vida, o dicho en sencillo, deseos no empreñan.
De este antiguo cuento deberían aprender los que quieren hacer Revolución, los que quieren superar al Capitalismo sin trauma, o mejor, los que quieren parir una nueva sociedad sin dolores de parto.
La Revolución es un hecho natural en la que participa la voluntad de los protagonistas, pero, en última instancia, es la realidad, la naturaleza social, la que impone sus designios.
Hoy, en la Revolución Bolivariana, hay tendencias que se comportan como las tres mujeres. Le ponen condiciones a la marcha del Socialismo. Ruegan por una Revolución, pero al mismo tiempo no quieren relaciones de producción socialistas, es decir, evitan la propiedad social de los medios de producción, inventan diez mil laberintos para no hacer lo que hay que hacer si se quiere una Revolución socialista: que la propiedad de los medios de producción pase a manos de la sociedad toda, única manera de acabar con el absurdo de que unos hombres sean dueños del tiempo de otros hombres, única manera de acabar con el fraude de que unos hombres se apropien del trabajo de otros hombres, única manera de acabar con el trabajo enajenado, única manera de acabar con el Capitalismo. ¡Única manera de hacer una Revolución Socialista!
Elevan plegarías por una revolución, pero no quieren los ineludibles inconvenientes que ella trae, sólo quieren los beneficios, pretenden eludir los dolores de parto.
Rezan todos los días por una Revolución controlada, que sólo sea hasta la mitad, únicamente en ciertas áreas.
Ruegan por una Revolución que beneficie a todos, a los oligarcas apropiadores de lo ajeno, y al humilde despojado.
Sueñan con una Revolución aceptada por los contrarrevolucionarios, a los que llaman a conciliar.
¡Ilusos! Un día llegará un circo, y la naturaleza se impondrá sobre los deseos, la voluntad quedará sometida a la realidad, y habrá que romper los huevos para hacer la tortilla.
¡Sólo el Socialismo salva al pueblo!

14.6.09

LOS FRENTES DE LA GUERRA PACÍFICA

La Revolución Pacífica es una vía inédita de Revolución, en ella casi todo está por descubrirse. No obstante, algo hemos aprendido en el camino y en la memoria de otros procesos.
Sabemos que la Revolución Pacífica sólo en apariencia se desarrolla dentro de los límites de la democracia oligarca, en realidad es una guerra con sordina, donde la oligarquía usa la legalidad por ellos construida como trinchera y vía de escape.
La oligarquía tiene su objetivo militar muy claro: derribar al gobierno revolucionario. Y en ese empeño se vale de todo, su única ley es: cualquier acción para tumbar al gobierno es legítima.
Entonces no debemos engañarnos, estamos en medio de una guerra, y las leyes de la guerra son de gran utilidad para comprender el momento.
La guerra es un todo, la unidad del todo es fundamental, pero los diferentes factores adquieren importancia de acuerdo al desarrollo de la contienda. En un momento las municiones pueden ser vitales, en otro el alimento o el transporte, en otro tomar una colina o una buena retirada puede marcar el triunfo, hasta el divertimento tiene su importancia y su momento.
Determinar la marcha de los acontecimientos bélicos es importante para conocer la importancia de cada factor y mantener la unidad del todo.
En los últimos días el campo revolucionario ha cambiado: una vanguardia, que podíamos llamar económica, ha realizado un avance audaz, se han socializado unidades económicas que pertenecían a la oligarquía.
Si de una guerra convencional se tratara, esto equivaldría a una ofensiva de los “tanques” revolucionarios.
Aplaudimos las medidas que marcan las intenciones de la dirección revolucionaria de ensanchar la Zona Socialista. En ese momento, uno de los factores que adquirieron importancia fueron los obreros convertidos en tropa que desarrolló la maniobra: tomaron las lanchas, las plantas de inyección de gas, las tierras, etc., hubo despliegue de logística, se cumplieron las órdenes, la disciplina funcionó, la clase obrera dio muestras de preparación para la batalla.
Ahora los tanques penetraron profundo en territorio enemigo, pero es necesario apoyarlos con otros factores. Veamos.
En este momento toma importancia vital el factor ideológico: la ofensiva de nuestros tanques, las socializaciones tienen que ir acompañadas de solidez ideológica, las medidas deben ser explicadas con igual o mayor eficacia que la desplegada en su ejecución y planificación.
Es necesario desplegar una ofensiva que supere la mentalidad economicista y clientelar que aún perdura, las diferentes instituciones del gobierno, los ministerios, el partido, las organizaciones de base, deben incorporarse a la ofensiva que se inicio con las socializaciones. Es necesario acercarlas a las masas, explicar su importancia.
De poco valen esas medidas sino se traducen en elevación del nivel ideológico de las masas, de su conciencia del Deber Social, de su capacidad para participar en la Guerra Pacífica.
Es una buena oportunidad para ejercer la política: el Partido debe bajar un material que motorice esta discusión en sus organismos, los Consejos Comunales deben participar de esta discusión, los sindicatos deben hacer política.
¡Chávez es Socialismo!