15.8.09

RUPTURA Y ZARPAZO

La Revolución Pacífica en una primera etapa debe hacer sus cambios dentro del espíritu oligarca heredado. Esto significa que opera en un terreno que conspira contra lo nuevo. Dentro de ese cepo, la Revolución poco a poco se desgasta. Esto es una ley.
Cuando la Revolución se debilita la oligarquía le da un zarpazo, produce una ruptura que alcanza la crueldad de un pinochetazo físico o moral. En cualquier caso, la posibilidad socialista es enclaustrada por muchísimos años en las profundidades de las catacumbas ignotas.
¿Cómo superar este destino?
Debemos interiorizar que una Revolución Pacífica es: sustituciones profundas, rompimiento, ruptura con el espíritu oligarca, pero también supone la posibilidad de una restauración, de un rompimiento favorable a la oligarquía.
Este es el principal peligro de las Revoluciones Pacíficas, esos procesos caminan hacia una Ruptura, eso es inevitable e independiente de la voluntad de los actores.
El estudio de la Ruptura es vital para la Revolución , permanecer desprevenidos dentro del espíritu, de la lógica oligarca, es fatal. Adelantarse en el rompimiento es profundizar la debilidad. El manejo de la ruptura es un arte y una ciencia que merece estudio. Lo peor que nos puede pasar es ignorar esa realidad y dejar a la oligarquía actuar a su libre albedrío.
El reto es conducir ese rompimiento, que es inevitable, hacia cambios profundos, hacia el Socialismo, e impedir la restauración, el aplastamiento del ejemplo, del sueño.
La ruptura puede ser violenta o pacífica, la Revolución debe estar preparada para cualquier posibilidad.
¿Cómo hacerlo?
Revisemos nuestras fortalezas y reforcémoslas, detectemos nuestras fallas y corrijámoslas, así estaremos preparándonos para el momento de la ruptura inevitable.
Tenemos un líder de la calidad de Chávez, defendámoslo.
Tenemos una idea, el Socialismo, que nos guía hacia la construcción de un mundo con la mayor suma de felicidad posible, única manera de garantizar la sobrevivencia de la especie amenazada por el capitalismo, reafirmémosla, aclarémosla, profundicémosla.
Tenemos un pueblo valiente, ansioso, esperanzado en los cambios, esperando ser dirigido en la construcción de ese mundo, del Socialismo, organicémoslo, eduquémoslo, guiémoslo en el combate.
Necesitamos un Partido que supere los límites de lo electoral, que se constituya en guía de la acción social en la paz y en la guerra, que sea referencia para la acción del pueblo, un partido creíble, confiable, con reputación de bueno. Construyámoslo.
Necesitamos cuadros que sean ejemplos de la nueva conducta, capaces de los mayores sacrificios, últimos a la hora de los privilegios, dignos herederos de las hazañas de la gesta libertadora, émulos de El Paso de los Andes, de Carabobo, de Las Queseras del Medio. Estudiosos, capaces de adaptar a nuestra realidad el acervo histórico revolucionario universal, queridos por el pueblo, que los sabe entregados a la causa social, hijos de la Revolución. Formémoslos.
Precisamos de centros generadores de teoría, directores del estudio, donde se analice nuestra realidad, la ofensiva enemiga, la geopolítica, que nutran la acción política. Fundémoslos.
Así estaremos preparándonos para la inevitable ruptura y derrotando el zarpazo.
¡Chávez es Socialismo!

14.8.09

PODER POLÍTICO Y FÁBRICA

El papel político de los obreros varía de acuerdo a la historia. Veamos.
Bajo la colonización capitalista, cuando la conciencia hegemónica de la dominación impera, el papel de los obreros se reduce a peleas reivindicativas. Grandes sectores apoyan a los explotadores, pequeños sectores soportan las posiciones reformistas y poquísimos militan con la emancipación obrera.
Cuando la turbulencia política arrecia, la dictadura de la oligarquía se resquebraja y la hegemonía capitalista se tambalea, entonces la teoría revolucionaria prospera en el seno de los obreros y éstos van adquiriendo conciencia de su papel histórico. Las angustias de la clase ahora van más allá de las reivindicaciones, de los estrechos contornos del lugar de trabajo y se importan con las dificultades de la sociedad. En otras palabras: la clase se va haciendo política.
En estas circunstancias los obreros empiezan a despertar, a zafarse de la lógica del capitalismo, poco a poco dejan de ser comerciantes de la fuerza de trabajo y se van encontrando con la conciencia revolucionaria que les pertenece.
De esta manera, un poco por instinto y un poco por conciencia, ayudan a las fuerzas del cambio, a la conquista del poder político, contribuyen a fracturar la forma política de la dominación.
Finalmente las anchas alamedas se abren para la posibilidad socialista. En esta etapa nos encontramos en Venezuela, entonces la pregunta que surge es:
¿Cuál es el papel de los obreros en esta etapa?
Una Revolución Socialista es un fenómeno social que va desde la idea de sociedad hacia la fábrica y ésta debe estar al servicio de la realización de la idea de sociedad. Esto significa que en esta etapa la función de la “Fábrica Socialista” es hacer la Revolución , por tanto su principal objetivo es la preservación de la posibilidad socialista, del poder político que lo hace posible y del líder que lo encarna.
Es un extravío que hace mucho daño el que la Clase Obrera permanezca atada a etapas anteriores, cuando estaba confinada a un papel de pieza del sistema capitalista, reducida a reivindicaciones económicas, aislada de la acción política.
Es un extravío también que la Clase Obrera se importe sólo por el funcionamiento “socialista” de su fábrica y se desentienda de la tarea central en esta etapa: la defensa y la construcción del Socialismo que es, repetimos, una construcción social y requiere la acción del poder político.
La función de la Clase Obrera estará determinada por las necesidades fundamentales del Socialismo, y hoy esas necesidades son:
La defensa del gobierno que hace posible la esperanza socialista y la defensa del Comandante Chávez que encarna esa posibilidad. Sin ellos retrocederíamos a las tinieblas del pasado, por tanto, nada, ninguna acción que los lesione debe partir de los trabajadores, al contrario: los trabajadores tienen como función principal su defensa en cualquier terreno
Hoy la tarea fundamental de esta Revolución es la batalla ideológica, por el encuentro de los obreros con su ideología y la derrota de los engendros teóricos que lo impiden.
¡Chávez es Socialismo!

13.8.09

LA FUNCIÓN DE LA ZONA SOCIALISTA

La Zona Socialista no es meramente un concepto territorial ni económico, es un concepto mucho más amplio: abarca los cambios materiales y los incorpora, los entrelaza con lo espiritual formando un complejo donde la conciencia es lo determinante.
La Zona puede comenzar por algunas de las fábricas socializadas, ese sería un primer enclave, pero debe relacionarse con todas las demás empresas de Propiedad Social hasta constituir una zona donde la relación humana y económica sea prefiguración socialista. Es decir, entre ellas no existe intercambio de mercancías, funcionan en la práctica como componentes de una sola empresa, en la que los excedentes pasan al Estado y éste lo distribuye de acuerdo a las necesidades de la sociedad toda.
Aquí cabe un paréntesis: No educa en la Conciencia del Deber Social que una fábrica reparta directamente en su entorno una parte de los excedentes, esto sustituye el concepto de sociedad, lo correcto es que sea el Estado el que retorne ese excedente a las proximidades de la fábrica y al resto de la sociedad.
En el primer caso, creamos conciencia de “fábrica benefactora”, justificando, consagrando la propiedad nosocial, creando un núcleo de egoísmo.
En el segundo creamos conciencia social, que el Estado, administrador de la sociedad, está resolviendo el problema del entorno y del resto de la sociedad, que todos los miembros de la sociedad, así estén situados en sus confines, tendrán amparo.
De esta manera, los trabajadores de esas empresas estarán ligados, por el producto del trabajo, a toda la sociedad, y no sólo a su entorno. Así construimos conciencia socialista y demostramos en definitiva que el Socialismo es lo correcto.
Un primer paso en la conformación de la Zona Socialista es la creación de organizaciones obreras integradas.
La Zona Socialista debe ser un núcleo de combate con la Zona Capitalista en todos los campos, lo ideológico, político, mediático, cualquier movimiento de los capitalistas debe tener respuesta desde la Zona nuestra. Esta Zona Socialista debe servir de núcleo integrador, entrelazarse con el gobierno, las organizaciones sociales, el partido.
Su principal función es la defensa y construcción del Socialismo, del Gobierno Revolucionario.
Debe ser vitrina del futuro y muestra del presente, allí se debe ejercer la nueva ética, la anticorrupción, la eficacia, el ahorro. Los miembros de la Zona Socialista deben ser ejemplo, por su comportamiento, para el resto de la sociedad, debe ser un honor y un privilegio pertenecer a la Zona Socialista.
Todo lo bueno que pase allí, todos los premios, los éxitos de producción, los ahorros, los actos de desprendimiento y heroísmo deben ser alimento para la batalla contra el capitalismo. El hombre de la Zona debe ser embrión del Hombre Nuevo. La Zona debe ser ejemplo de las nuevas relaciones de los hombres entre sí y de estos con la naturaleza.
Así construiremos una nación potencia, potencia por la espiritualidad que supera cualquier logro material.
¡Chávez es Socialismo!

12.8.09

LA ZONA SOCIALISTA EN REVOLUCIÓN PACÍFICA

Una Revolución, que es en definitiva una confrontación, una guerra, supone posiciones, territorios, frentes, flancos, retaguardia, líneas de suministro, etc. Cuando la Revolución es violenta, estos elementos son claros, bien definidos, tienen sus leyes, se estudian desde hace milenios.
No es así con la Revolución Pacífica, ésta tiene sus propias características, sus propias leyes, la gran mayoría aún por descubrirse. Podríamos decir que la Revolución Pacífica es inédita: en ella nos movemos, tenemos que avanzar y descubrir simultáneamente sus determinaciones, esto por supuesto requiere pensamiento, estudio, razonamiento, rigor.
Algo avanzamos desde el empeño de averiguar las leyes que rigen a nuestra Revolución pacífica y ponerlas a nuestro favor: sabemos la función de los medios como cañones enemigos, detectamos la existencia de ciclos con una fase “democrática”, que les sirve a los oligarcas para entrar en una fase violenta, presentimos que el ciclo final nos llevará a un enfrentamiento que será muy cruento.
Estamos en un punto de madurez en el que es necesario delimitar los teatros de operaciones, los campos de la confrontación.
Lo primero es entender que la Revolución pacífica es una guerra, en ella hay dos enemigos irreconciliables, el capitalismo y el Socialismo, que se enfrentan en condiciones especiales. Veamos.
En una primera fase de ese enfrentamiento, se lleva a cabo una guerra no declarada, no convencional, y podemos decir, parafraseando a Von Clausewitz, que en este caso “la política es la guerra expresada por otros medios”. La segunda fase, el desenlace, puede adquirir características más convencionales.
En la nueva expresión de la guerra, los conceptos militares cambian, los frentes, los teatros, las posiciones, flancos, líneas, etc., adquieren otras características, son inéditas.
¿A quién enfrentamos, dónde está el enemigo?
Los campos están poco definidos. Geográficamente la situación es marmorosa, presenta manchas y vetas dispersas. En lo económico la situación es similar, se entremezclan las “colinas”. En lo político se mezclan las posiciones de los dos bandos.
¿Cuál es el objetivo militar-político, cuál es la Zona Socialista?
Se deduce que en la Zona lo determinante, lo decisivo, no es lo geográfico, lo político, lo económico, esos son componentes, pero no la definen.
Lo que determina, lo que da carácter a la Zona Socialista, lo que la hace perdurable, es sin dudas la Conciencia del Deber Social, la Conciencia Socialista.
La Zona Socialista está delimitada por el nivel de conciencia, por el espíritu. Entonces sus frentes de batalla van desde el interior individual, hasta la batalla armada abierta, todos estos frentes tienen como objetivo conquistar la Conciencia, el alma de la sociedad y de los individuos.
El objetivo militar, en este caso, es el aniquilamiento del espíritu capitalista y la instauración de la Conciencia Socialista. Las Zonas Capitalistas y Socialistas se delimitan en la Conciencia.
Por supuesto que la Zona Socialista tiene base material, fundamento político, planteamiento militar, forma de organización, etc., pero todo esto se entrelaza con el determinante que es la conciencia.
¡Chávez es Socialismo!

11.8.09

EL CAMINO DE LA ESPERANZA

Con la Plancha 7 la clase obrera petrolera dio muestras de madurez revolucionaria, este hecho marca el inicio de la superación de su etapa economicista y su participación decisiva en la construcción de la máxima reivindicación social y obrera: El Socialismo.
La Revolución necesita consolidar la ideología revolucionaria, hoy es más cierta que nunca la clásica afirmación de que no es posible práctica revolucionaria sin teoría revolucionaria.
Un proceso revolucionario puede avanzar durante un período sin que se produzca el encuentro de la clase obrera con su ideología, pero es imposible consolidar el Socialismo sin una clase obrera conciente de su papel histórico.
Sólo la clase obrera conciente, puede ser partera de los grandes cambios que supone una Revolución, sólo ella puede impulsar el cambio en la relación de propiedad de los medios de producción, y sólo ella puede conducir al resto de la sociedad por senderos de transformación.
La clase obrera no tiene compromiso con la propiedad nosocial de los medios de producción, al contrario, su explotación es consecuencia directa de esa forma contranatural de propiedad, por eso la clase obrera es la clase revolucionaria, llamada a impregnar al proceso con su ideología revolucionaria.
La tarea está llena de dificultades, la costumbre ejerce su influencia, cambiar es un proceso doloroso, cuesta abandonar los remansos, las caletas que dan seguridad.
Ha sido difícil cambiar los objetivos conocidos y los métodos mil veces transitados: responder a la hermosa aventura de transformar al mundo, de restaurar las relaciones humanas.
Algunos trabajadores no han comprendido, no han tenido sentido del momento histórico, han extraviado el camino.
Unos prefirieron quedarse en las luchas reivindicativas, lo hacen con honestidad, pero así con buenas intenciones perjudican a la Revolución.
Otros sirven a los oligarcas, saben que la demagogia reivindicativa distrae al trabajador de su verdadero papel emancipador y la utilizan como arma contrarrevolucionaria. Y aquí se produce una paradoja, la reivindicación que en el capitalismo era justificada resistencia, hoy en plena Revolución, al separarlas de la lucha general, se puede transformar en instrumento de los enemigos del pueblo.
Los trabajadores agrupados en la Plancha 7 luchan por las reivindicaciones obreras tradicionales, pero incorporando esas luchas, insertándolas dentro de la gran lucha por el Socialismo, la gran reivindicación de la sociedad toda.
Saben que el Socialismo es la única forma de romper con el círculo vicioso de luchas por reivindicaciones, conquista de esas reivindicaciones, alegría temporal, para descubrir después que las condiciones de existencia de los trabajadores no han cambiado, al contrario, el proceso de depauperación aumenta para la mayoría, y las amenazas de la exclusión son cada vez más fuertes.
Es correcto el camino que han emprendido los trabajadores agrupados en la Plancha 7, el de la unidad y el de la claridad ideológica, ese es el camino de la esperanza, un importante paso hacia la consolidación ideologíca de la Revolución , todos debemos apoyarlos, dejar de lado mezquindades, cálculos egoístas.
¡Chávez es Socialismo!

10.8.09

LOS PLANES DEL RETORNO

Uno de los grandes pilares de la dominación oligarca es la fragmentación de la realidad. De esta manera, lo que pasa en política no tiene nada que ver con la economía, y lo social no tiene relación con otros aspectos de la vida.
Este parcelamiento de la realidad les permite construir la paradoja de un pueblo favoreciendo a sus victimarios, eligiendo a un candidato oligarca, a su verdugo.
En Venezuela aplican esa fórmula. Es deber de los revolucionarios mostrar al pueblo las relaciones de la realidad. Veamos.
Fedecamaras es uno de los principales representantes de los capitalistas, otros son Empreven y Fedeindustria, todos se asemejan en el objetivo de “hacer negocios”. Ese es su centro ético. En su asamblea anual, Fedecamaras expone con claridad sus objetivos económicos, los que impondrían en caso de retornar a ejercer la hegemonía en la sociedad.
Lo primero que postulan es: que se mantenga la propiedad privada en todos los medios de producción. Por supuesto, con esta declaración no están pensando en la mujer desnuda de la cuña, ni en el muchacho de la moto: sus propiedades no son medios de producción. Están pensando en sus grandes negocios, las fábricas, las tierras y sobre todo, tienen la vista puesta en PDVSA para privatizarla.
Sabemos que la privatización de PDVSA, significaría las mayores ganancias de su vida para los capitalistas. Si capturan a la cuarta empresa petrolera del mundo, esto traería como consecuencia miseria espiritual y material para la población.
Dos “cositas” más piden los capitalistas de Fedecamaras:
…“una política cambiaria y monetaria sensata que elimine progresivamente el control de cambio y permita la flotación transparente de la moneda a una tasa de equilibrio cónsona con la competitividad, bajo control independiente del Banco Central de Venezuela.”
Están pidiendo con descaro el acceso a las reservas internacionales, si eso sucediera, y ese es un punto principal en el programa de gobierno capitalista-golpista, las reservas de la nación, de la sociedad, no durarían un mes, saquearían el erario público.
El otro punto es: “el desmontaje del control de precios, para dejar funcionar al mercado y garantizar el abastecimiento de bienes y servicios.”
Aquí evidencian dos aspectos importantísimos de la economía y la política capitalista:
Uno, al control de precios, instrumento del Gobierno Revolucionario para intentar controlar al capitalismo, ellos lo combaten con desabastecimiento, lo hacen no porque son malucos, sino porque es un requerimiento de su condición capitalista: “si no da lucro no es negocio, no se hace”. Esto es válido para todo empresario, aun para los que se declaran socialistas.
El otro aspecto es la necesidad que tiene el capitalista de “libertad” para retornar a explotar al pueblo consumidor.
Se concluye que la economía capitalista tiene relación con la política capitalista.
Favorecer sus planes políticos, desde el golpe hasta cualquier elección, es condenar al pueblo humilde a la miseria sin esperanzas, y favorecer sus planes económicos es ir contra la estabilidad de la Revolución.
¡Chávez es Socialismo!

9.8.09

HISTORIA OBRERA

Existen eventos que hacen historia pero que en su momento no es percibida su importancia, su magnitud. Uno de esos sucesos acaba de ocurrir entre nosotros.
La noticia es escueta, dice así:
“El día 6 de agosto, se inscribió la plancha 7 a las elecciones de la Federación Petrolera.”
Hasta aquí parece una noticia común, nada de extraño tiene. Sin embargo, al explorar la historia de la Plancha 7, encontramos su extraordinario significado para la Revolución y la Clase Obrera. Veamos.
Vivimos un Revolución Pacífica, inédita, que se desarrolla en medio de una feroz lucha de clases, el avance revolucionario se realiza en contra de dogmas y oligarquías, la resistencia a los cambios está dentro de la Revolución y dentro de los Revolucionarios.
El capitalismo no cesa en su lucha constante contra la posibilidad Socialista, a ésta se enfrenta de manera directa, golpes y saboteos, y también de manera solapada, sutil, y esta es la más peligrosa. Inventan toda clase de teorías para desviar desde adentro a la Revolución , para evitar el camino hacia el Socialismo. El enfrentamiento a estas teorías es difícil porque ellas se cubren con una retórica revolucionaria.
La Revolución avanzó en estas condiciones, siempre salió airosa del enfrentamiento ideológico, siempre la posibilidad socialista se mantuvo. No obstante, la Revolución , que se enfrenta a retos cada vez mayores, necesita cada vez más fortalecer la ideología revolucionaria, y requiere que la Clase Obrera se encuentre con esa ideología.
Sabemos que sin Clase Obrera conciente de su papel histórico, madura ideológicamente, organizada, no es posible consolidar un proceso revolucionario.
Ahora bien, para que la Clase Obrera se encuentre consigo misma, haga conciente su fuerza para el cambio, su papel rector del proceso, es indispensable que supere su condición de clase dominada por la ideología capitalista, deje de ser un factor más en el funcionamiento del sistema capitalista, supere las conductas economicistas egoístas.
Una de las características principales de la Clase Obrera dominada por la ideología capitalista es la desunión, entonces, para liberarse debe unirse, es impensable consolidar un proceso revolucionario sin una Clase Obrera unida alrededor de ese proceso y del líder que lo resume.
En estas circunstancias y guiados por este pensamiento, hace meses se reúnen diferentes corrientes obreras buscando la unidad revolucionaria, en esas discusiones se consiguió vencer el espíritu capitalista, y surgió un movimiento unitario: Vanguardia Obrera Socialista, al principio fue sólo una esperanza.
Luego esa esperanza enfrentó su primer gran reto: ¡las elecciones! En ambiente electoral construir una plancha unitaria revolucionaria, hermanada con el Socialismo y con el Comandante Chávez.
Son las elecciones tradicionales terreno propicio para que emerjan los egoísmos que sustentan el capitalismo, y en esta ocasión surgieron como siempre, pero ahora fueron vencidos, y esos obreros que allí se sentaron a discutir alcanzaron altas dimensiones revolucionarias, consiguieron La Unidad y abrieron caminos reales a la esperanza socialista.
Los saludamos, reconocemos su esfuerzo, y los apoyamos.
¡Chávez es Socialismo!