24.12.09

¡CRISTO ES SOCIALISTA!

Cuando el Comandante explicó por qué Cristo fue el primer socialista de la historia, las fuerzas retardatrices oligarcas se pusieron en alerta, se desesperaron, gritaron, activaron a sus plumíferos para difundir engaños.
La reacción es comprensible, el Comandante les develó, frustró una ofensiva ideológica. Veamos.
La ofensiva ideológica oligarca consiste en negar la historia. Según esto, el pasado no tiene nada que ver con el presente, lo que hoy pasa no es influido ni influirá en la vida de la humanidad.
Así Bolívar es un fenómeno del 1800, sólo lo recordamos, pero allí quedó confinado. Cristo vivió hace dos mil años y hoy puede hacer uno que otro milagro, pero nunca su prédica podrá dirigir una transformación social que ponga en peligro los privilegios de los oligarcas. Oligarcas que son los mismos que crucificaron a Cristo, los mismos que llevaron a Bolívar a San Pedro Alejandrino, y los mismos que asesinaron al Che en la Higuera.
Se niega la historia de la rebeldía, la que sirve para despertar a los Pueblos, para guiarlos en sus luchas, la que nos dice que la batalla es milenaria, que formamos parte de un torrente libertario, que no estamos solos, que nos acompañan las ideas y las acciones de un ejército de mártires y héroes.
Cuando el Comandante revela que Cristo es el primer socialista de la humanidad, está colocando a la Revolución Bolivariana en la corriente histórica de la redención humana que comienza con Cristo, y en la que se inscriben los innúmeros intentos por construir un mundo, una base material y una conciencia, donde impere su primigenio mandato de amarnos los unos a los otros, que no es otra cosa que el Socialismo.
Cuando el Comandante dice que Bolívar es presocialista, y que esta Revolución es Bolivariana, que nuestro Socialismo es Bolivariano, está colocando a la Revolución en la corriente de los mejores pensamientos y las heroicas acciones por construir en la América un sistema que le de al hombre la mayor suma de felicidad posible, que no es otra cosa que el Socialismo.
Cuando niegan la carga humana del planteamiento bolivariano, cuando esconden y deforman la imagen del Bolívar liberador de esclavos, lo que están intentando ocultar es lo que el Comandante ha puesto a la vista de todos: La traición que sufrió el Libertador, lo mucho que todavía tiene por hacer en esta América.
Al negar la historia guillotinan la continuidad de las luchas por la redención del humano, niegan la posibilidad de cambios, le dan perennidad al sistema que hoy padecemos. Al negar la continuidad y evolución histórica de las ideas nos dicen que todo comenzó en el capitalismo y que todo finaliza aquí.
Por eso arremeten contra la historia, no pueden aceptar que el Pueblo vea hacia atrás y descubra de dónde viene, y así comprenda para dónde va.
¡Chávez es Socialismo!
¡El Nobel para los Cinco!
¡Irreverencia en la discusión, Lealtad en la acción!

23.12.09

CARACAS Y MAGALLANES

¿En qué se diferencian dos equipos de béisbol? Digamos que las diferencias son de grados, no son diferencias de fondo, se diferencian en la superficie pero se igualan en la estructura, uno no refuta al otro, forman parte del mismo esquema, están en el mismo juego, son iguales.
Esta reflexión nos vino a la mente cuando intentábamos buscar las diferencias entre Bolivarianos y la oposición capitalista. El punto es muy importante, de la profundidad de las diferencias que tengamos depende la marcha de esta Revolución. Veamos.
Si decimos que no tenemos diferencias, que somos como Caracas y Magallanes, diferentes pero iguales, rivales pero unidos por la pelota y, por supuesto, todos jugando el mismo juego, entonces la Revolución es una “cuestión de estilo”, de “puntos de vista diferentes”, de “matices”, pero nada de fondo.
Así podríamos coincidir, ponernos de acuerdo en un término medio, ni chicha ni limonada, ni Socialismo maximalista ni capitalismo salvaje, debemos buscar una especie de socialcapitalismo “aceptado por todos”. El resultado de esta atenuación de las diferencias es la inexorable debilidad del camino revolucionario, si somos tan iguales ¿para qué luchar?
El resultado de ese debilitamiento de la Revolución es el triunfo de la restauración y el recrudecimiento de los problemas sociales que el capitalismo no puede resolver, al contrario, los potencia. Y aquí caben las palabras del Comandante, no habrá paz porque no habrá justicia.
En contraste, si reconocemos las profundas diferencias que tenemos con los oligarcas y los neoligarcas, estaremos dotándonos de razones sagradas por las cuales luchar. Veamos.
Los revolucionarios postulamos la integración de la sociedad, que el individuo recupere su conciencia de pertenencia a la sociedad, el convencimiento de que su suerte está ligada a la suerte de la sociedad, y la sociedad se ocupa de la suerte de cada uno de sus miembros.
Ellos postulan que la suerte del individuo no depende de la suerte de la sociedad, sino de su esfuerzo egoísta, que cada individuo debe procurarse su propio bienestar sin importarle la suerte de la sociedad. Los revolucionarios postulamos que el centro de nuestra actividad es el hombre en sociedad. Ellos postulan que el centro es el lucro del hombre individual.
Los revolucionarios postulamos que la medida de todo es el bienestar social, si beneficia a la sociedad, entonces beneficia a sus miembros y es ético. Ellos postulan que la medida de todas las cosas es el lucro, si da lucro es ético, aun perjudicando a la sociedad.
Nosotros postulamos la hegemonía de la Propiedad Social de los medios de producción, administrada por un Estado que vele por la integración de la sociedad y el individuo. Ellos postulan la hegemonía de la propiedad nosocial de los medios de producción, con un Estado débil que únicamente se ocupe de la vigilancia de sus intereses.
No creamos en pajaritos, no somos Caracas y Magallanes, los capitalistas siempre verán a los Socialistas como enemigos a muerte, y con su fascismo nos seguirán atacando.
¡Ellos son capitalistas, nosotros somos Socialistas!
¡Socialismo no es capitalismo!
¡Chávez es Socialismo!

22.12.09

LA RESPUESTA NO ESTÁ EN COPENHAGUE

La humana es la única especie capaz de pensar, de razonar, es una especie paradójica, creadora de poesía para cantar a una flor, y también hábil para generar un desierto que la extinga. Es la única especie productora de pensamientos suicidas que la pueden aniquilar, y con ella a toda la vida del planeta.
Esta especie paradójica, criminal a veces, y a veces sublime, ha creado un pensamiento, es un monstruo que la atrapa y la gobierna, es un virus de la mente, se llama Capitalismo, y hoy ha llegado a su máxima capacidad de daño, nos llevó a una situación terminal: amenaza a la especie que lo creó con la extinción. Veamos.
Una exquisita delegación de la especie se reúne en Copenhague para estudiar el problema más importante de la humanidad: su extinción. Allá estarán cientos de presidentes y sus delegados. Todos de acuerdo en la gravedad de la situación dramática que vivimos, los pronósticos son de catástrofe, y las esperanzas remotas.
¿Por qué?
La respuesta es que el virus del capitalismo se protege a sí mismo.
Lo primero que hace es no dejarnos pensar en el futuro, el futuro para la especie no está más allá de lo cotidiano, del día a día. Si examinamos los periódicos nuestros, veremos que pocos le dan primera página a Copenhague, las preocupaciones que nos imponen son triviales, tontas, frente al naufragio brutal que enfrentamos.
Lo segundo es no dejarnos pensar en las causas de los fenómenos. La humanidad sólo percibe la superficie, no puede establecer relaciones. Así el virus se protege. El capitalismo se esconde tras la discusión pseudocientífica, el capitalismo se escabulle en una turbulencia que solo toca a la superficie.
Lo tercero, usa todo su odio contra los que pongan en peligro sus privilegios y su camino demencial y suicida. Así atacan a científicos que declaran la emergencia climática, desprestigian universidades, ponen sus poderosos medios de comunicación al servicio del engaño, desde sus agencias llueven noticias manipuladoras, desde hollywood nos infestan con ficciones perversas.
Copenhague será un fracaso, es lamentable pero obligatorio decirlo. Expliquemos.
Copenhague será un fracaso porque allí no se tratará el fondo, el origen del problema, no se cuestionará al capitalismo, sólo se hablará de cómo salvarlo, de seguir con la locura, no de frenarla.
La salvación del planeta está en Venezuela, en Bolivia, en Cuba, y en cualquier parte donde se ataque el virus capitalista que nos condena, que nos convierte en una Humanidad Criminal, que turba el pensamiento social.
La salvación de la humanidad está en el Socialismo, nosotros podemos, debemos, estamos obligados a ser el ejemplo, es una cuestión de vida o muerte. Y estamos obligados a llevar la buena nueva al resto del planeta, a los países que más contaminan. Estamos obligados a invitarlos, ayudarlos a superar el virus, a liberarse de la esclavitud.
El reto es inmenso, aquí en Venezuela se decide el destino del mundo.
¡Chávez es Socialismo!
¡El Nobel para los Cinco!
¡Irreverencia en la Discusión, Lealtad en la Acción !

21.12.09

EL AGOTAMIENTO

Las revoluciones, como decía el Che, suceden en medio de una feroz lucha de clases: las ideologías hegemónicas, las que conducen la Revolución, se desplazan, se sustituyen, esa es la esencia de la lucha de clases.
Un ejemplo es la Revolución Soviética: de Febrero a Octubre aquella Revolución entró en una turbulencia, que desplazó en ese pequeño tiempo a la ideología pequeño burguesa que dominaba en Febrero, sustituyéndola por la ideología proletaria que tomó la conducción en Octubre.
Entonces, la lucha ideológica dentro de las revoluciones es un fenómeno natural, no debe alarmarnos, es prueba de que el proceso está vivo, es inevitable.
La Revolución Bolivariana, presenta una primera fase fuertemente marcada por el reformismo y las intenciones francamente restauradoras. Aquí la lucha entre reformismo y Revolución ha sido muy intensa, los intereses restauradores tratan de imponerse, y esta pugna se refleja en todo el cuerpo revolucionario.
Una característica de esta Revolución es la presencia de un líder que la fusiona, que le sirve de hilo conductor: Chávez ha permitido que la pugna suceda, como es lo saludable, y al mismo tiempo ha evitado que la Revolución se fragmente.
La idea reformista, que había sido hegemónica, se agotó en todos los niveles de la vida social.
La primera alarma no las dio la derrota de la Reforma, aquella era señal de que la ideología que nos guiaba estaba agotada, ya no tenía respuestas a los requerimientos del avance hacia el Socialismo.
Entonces, lo de los banqueros es un síntoma más del agotamiento de la reforma. El híbrido capital-Socialismo, la convivencia con los capitalistas es el generador del comportamiento delincuencial de los banqueros.
Agotado el reformismo, de aquí en adelante el dilema es, como nunca antes, Socialismo o Barbarie. En este proceso concluyeron las posibilidades reformistas, en todos los campos es urgente corregir el rumbo. Veamos.
En lo social es necesario superar el aislamiento de los Consejos Comunales, construir un tejido social que restituya la visión de sociedad, superar la mezquina visión localista, convertirlos en herramientas revolucionarias.
En lo político es necesario construir un partido que no se avergüence de ser vanguardia, de dirigir, que supere el chantaje de que todo aparato es totalitario, que entendamos que sin vanguardia firme, fuerte, no es posible Revolución.
En lo teórico es necesario superar las veleidades académicas de filosofastros que construyen idealismos anarcoides en sus escritorios, que nos desarman frente a la agresión de los oligarcas.
En lo económico, ya comprobamos en la práctica que capitalista siempre se porta como capitalista, que capitalista bueno se muere chiquito, que Empresario Socialista termina en la directiva de un Banco, haciendo lo que mejor saben hacer los capitalistas: ¡Estafar a los trabajadores y al pueblo humilde, robarle la pensión a las viejitas! Y luego salir corriendo.
Esta Revolución está en una encrucijada definitoria: si no avanzamos con fuerza hacia el Socialismo, vendrá el fascismo.
¡Chávez es Socialismo!
¡El Nobel para los Cinco!
¡Irreverencia en la Discusión , Lealtad en la Acción !

20.12.09

EL DESARROLLO DESIGUAL DE LA REVOLUCIÓN

La tesis del desarrollo desigual de los procesos sociales es imprescindible para entendernos. Veamos.
La Revolución de Octubre en la Unión Soviética se fundamenta en la tesis del desarrollo desigual del imperialismo, y en el desprendimiento del eslabón más débil.
Ese desarrollo desigual, válido para lo internacional, para lo universal, también lo es para lo nacional, para lo particular. El Che comparaba al subdesarrollo de un país con un enano deforme.
Se deduce que las revoluciones tienen también un desarrollo desigual. Es decir, el avance revolucionario en las diferentes manifestaciones de la vida social es desigual.
Lo anterior contribuye a explicar el tránsito de la Revolución Bolivariana. Analicemos.
La Revolución Bolivariana comienza desarrollando rápidamente la conciencia: recordemos las palabras de aquel embajador que refiriéndose a Chávez dijo: “fíjense en lo que hace y no en lo que dice”.
Y el Comandante con su decir, recorrió todo el país y sembró hondo en el corazón del pueblo a la Revolución y a su liderazgo, levantó la conciencia, la autoestima, el sentido de pertenencia, construyó así el pilar fundamental de una Revolución.
Después vino la declaración de antiimperialista, de anticapitalista y de Socialista. El rumbo estaba marcado, íbamos al Socialismo.
De allí en adelante la Revolución avanza en el rumbo fijado, dando la respuesta correcta a las circunstancias, respondiendo a las agresiones.
Recordemos que el avance es desigual. Tomamos colinas y a veces las perdemos: así pasó con Radio Caracas, le quitamos a los oligarcas la señal pero no supimos ponerla al servicio del camino al Socialismo.
Avanzamos en lo económico con las fábricas de harina de maíz de Yaracuy, marcamos el rumbo: la economía debía tener hegemonía de Propiedad Social. Pero convivimos con formas capitalistas infiltradas como Empreven.
Con las socializaciones de la electricidad, de las comunicaciones, de las empresas conexas con la industria petrolera, redoblamos el paso hacia el Socialismo, lo desarrollamos. Simultáneamente estimulamos formas económicas capitalistas creadoras de egoísmo.
Es el desarrollo desigual.
En la Revolución encontramos gente como la Brigada de Trabajo Voluntario, los internacionalistas que fueron a Cuba cuando aquella isla fue azotada por tres huracanes en una semana, y también encontramos ladrones roba gallina y ladrones que se apropian de un banco entero. Son los reflejos del desarrollo desigual de la Revolución.
Muchos logros tenemos para mostrar: este es un pueblo que sabe leer, y tiene libros para leer. Un pueblo que come, que es respetado, se expresa, es atendido, y sobre todo, tiene un sueño y la garra para construirlo.
Están pendientes la reforma del Estado, el burocratismo, la organización social, la lucha contra la inseguridad, recoger la basura, etc.
La respuesta de la Revolución al problema de los Bancos señala que vamos por el camino correcto: los Bancos con problemas y sus riquezas pasan a Propiedad Social, la tendencia es a seguir caminando hacia el Socialismo, a atender las zonas retrasadas, a consolidar las zonas de vanguardia.
¡Chávez es Socialismo!
¡El Nobel para los Cinco!
¡Irreverencia en la Discusión, Lealtad en la Acción!