31.12.09

CHÁVEZ DEFINE

A medida que la Revolución avanza, las aguas toman su cauce, el espacio para la maniobra oportunista se reduce, las posiciones se definen, las caretas caen, muchos se estacionan en el hombrillo, otros, simplemente saltan la talanquera.
Las revoluciones tienen un punto que las define, las caracteriza, y podemos decir, las sostiene, las hace posible.
Se trata de un punto sin el cual la Revolución pierde el alma, se desnaturaliza, se desvanece, en ese punto, o por medio de ese punto los pueblos en rebeldía se expresan, ese punto los resume.
Si ese punto desaparece, las sociedades se dispersan en muchas manifestaciones sin sentido, sin propósito, se comportan como una gallina despescuezada, hasta que al fin es atrapada por la quietud del sepulcro.
Este punto, que llamaremos núcleo generador es rápidamente detectado por el imperio, y hacia él enfilan sus más crueles esfuerzos, necesitan extirparlo con crueldad, dejar sentado un precedente que disuada: así lo hacen desde los días de Espartaco, de Cristo, en la independencia lo hicieron con los patriotas, y al Libertador lo asesinaron, sino físicamente, algo que está por dilucidarse todavía, con seguridad lo hicieron espiritualmente.
La lista de esos puntos es larga, tan larga como la historia de los intentos libertarios: Malcon X, Luther King, Mahatma Ghandi, Ho Chi Min, Torrijos, Allende, Fabricio, Jorge Rodríguez.
Hoy vivimos una Revolución que avanza firme hacia el Socialismo, transitando su propio camino, con contradicciones, con una feroz lucha de clases en su interior, pero siempre marchando hacia delante, en ella el núcleo generador, el punto de que hablamos, es el Comandante Chávez. Esto hay que reconocerlo sin mezquindad. Él resume el aliento vital de la Revolución , sin él la Revolución se esfuma.
Eso lo sabe el imperio y contra él enfilan sus armas. Esa es una buena medida del valor del Comandante.
En la práctica Chávez define. Eso significa que hoy en Venezuela no es posible ser Revolucionario y no estar con Chávez. O dicho de otra forma, si contra Chávez es, entonces es contrarrevolucionario.
Esa Revolución si se queda sin Chávez pierde su punto principal, su núcleo generador, se desvanece en mil contradicciones.
A Chávez hay que apoyarlo sin reservas. Las Revoluciones tienen como ley, el agruparse alrededor del líder, del núcleo generador.
Ese fue el éxito de la Revolución Cubana, que se congrega alrededor de Fidel, fue la clave de la Revolución Soviética, concentrada alrededor de Lenin.
Fue el error principal de lo más avanzado de la Revolución Chilena, del MIR. Tenía un excelente nivel de acierto en sus propuestas políticas, pero no supo entender que era Allende el aliento de aquella Revolución, sin Allende todo se derrumbaría.
Aquí en Venezuela la principal estrategia de la ofensiva imperial es asesinar a Chávez, ya sea físicamente o moralmente. La defensa de Chávez es el más importante objetivo para los revolucionarios. Debemos estar con el Comandante, eso significa estar con lo que Chávez decida, discutir todo con irreverencia, pero lealtad en la acción, secundarlo con disciplina.
¡Chávez!

30.12.09

PROLETARIZACIÓN DE LA REVOLUCIÓN

El Che Guevara escribe en El Socialismo y el Hombre en Cuba, que en la guerrilla de la Sierra Maestra se dio un proceso de proletarización del pensamiento.
Esta afirmación indica un salto inmenso en la teoría revolucionaria y propina una fuerte derrota al dogmatismo, abriendo el camino hacia la posibilidad revolucionaria en los territorios periféricos pocos desarrollados de los imperios. Expliquemos.
Una dogmática interpretación de la teoría revolucionaria, soldaba mecánicamente la ideología de una clase con esa clase, de esta manera las ideologías eran privadas de movilidad, es decir, la ideología proletaria era propia, única del proletariado, estaba consustancialmente unida a él, no podía existir sino asociada a él. Lo mismo sucedería con la ideología oligarca, estaría ligada a la clase oligarca.
Se ignoraba el hecho de que la dominación es posible porque la ideología de la clase dominante coloniza el alma del dominado, migra. De esa misma forma, la liberación es posible porque la ideología liberadora la del proletariado también migra hacia otras clases. Este dogmatismo también ignora el hecho de que las ideologías son universales, propias de toda la geografía humana. Es suficiente que en una parte del mundo existan las condiciones materiales que la sustenten para que en cualquier parte del planeta surjan esas ideologías.
Así, la teoría proletaria es edificada sobre las condiciones materiales de Inglaterra. Con el instrumental filosófico de Hegel y Marx que surge en Alemania. Aprende de la práctica francesa, la comuna. Y tiene su primera aplicación práctica en Rusia, país rezagado en el desarrollo imperialista. Aquí se muestra lo universal y la migración de las ideologías.
El Che nos devela uno de los grandes logros de la Revolución Cubana, quizá el mayor: siendo una Revolución campesina, liderizada por individuos surgidos de la clase media, es capaz de apropiarse del pensamiento revolucionario proletario universal y conducir a ese Pueblo hacia las metas más avanzadas que la humanidad se ha planteado en toda su historia: recomponer la sociedad, derrotar definitivamente al capitalismo, forma superior de la esclavitud, y enrumbarse hacia la redención del humano.
La esencia de la ideología proletaria es la transformación de la sociedad para impedir que unos hombres se apropien del trabajo de otros hombres, cambiar la manera de consumir y de producir y, entrelazada con esas nuevas bases, construir una Nueva Espiritualidad, una Nueva Cultura, una Nueva Moral, unas Nuevas Luces. Siguiendo esta experiencia, nutriéndose con la enseñanza de la Revolución Cubana, la Revolución Bolivariana debe proletarizarse, superar su etapa pequeño burguesa, caracterizada por los intentos de morigerar al capitalismo y, enrumbarse decididamente hacia la construcción, sin ambages, de la sociedad del amor, la libertad, hacia la construcción del Socialismo.
Si no conseguimos dotar a la Revolución de la ideología proletaria, si el Pueblo no hace suya la ideología, la moral y las luces de esa clase, que por explotada, es génesis de ideas libertarias, entonces, irremediablemente no podrá avanzar hacia las hermosas metas propuestas.
¡Chávez es Socialismo!
¡El Nobel para los Cinco!
¡Irreverencia en la iscusión, Lealta en la acción!

29.12.09

VOLVERSE CAPAZ

Los revolucionarios no hemos sido capaces de ser revolucionarios. Nos hemos dejado vencer por la cultura de la dominación, no hemos sabido enfrentarla, tenemos una suerte de complejo que nos frena. Es necesario volvernos capaces de ser revolucionarios. Veamos.
La Revolución es en esencia la lucha contra la cultura de la dominación.
El Libertador percibió ese peligro y nos dijo: “moral y luces son nuestras primeras necesidades”. Pedía otras luces, las de la rebelión frente a la monarquía, y pedía otra moral, la moral que lo hizo decir en Bolivia que la peor infamia era la esclavitud. Es decir, “moral y luces” resume la necesidad de otra cultura, la cultura de la liberación.
Bolívar aceptó su derrota cultural en San Pedro Alejandrino, cuando, a pesar de triunfante en mil batallas militares, nos dice: “Colombianos han abusado de vuestra credulidad”.
Hoy en Venezuela la cultura de la dominación se cuela por todos lados, y nosotros, en aras de una unidad que esteriliza y no beneficia a nadie, callamos el necesario debate, dejando que la Revolución, lejos de entablar la batalla cultural, aliente los valores de la dominación, sofrene los valores de la liberación. Perdemos así la batalla cultural, que es lo mismo que decir, estamos dejando escapar la oportunidad revolucionaria.
Un ejemplo es la consigna “Venezuela es de todos”, consigna que enmascara el motor de la Revolución : la lucha de clases.
Venezuela todavía no es de todos, estamos luchando para que sea de las mayorías humildes y trabajadoras, y deje de ser de las oligarquías, que desde la hora del Libertador se han apoderado de las riquezas y el trabajo nacional.
Integrar a la sociedad pasa por una profunda lucha de clases. Para integrar a la sociedad es necesario acabar con el origen de la fragmentación social, con la posibilidad de que una pequeña fracción se apodere de la riqueza que pertenece a toda la sociedad. En otras palabras, para unir a los hombres es necesario acabar con las relaciones sociales que los desunen, y para acabar con esas relaciones sociales disociadoras, es necesaria una Revolución, que no es otra cosa, que una profunda lucha de clases. Recalcamos, la Revolución no se dirige contra los hombres, es una lucha profunda contra las relaciones sociales que los desunen.
Hace falta que los revolucionarios emprendamos una gran campaña por la resocialización de la sociedad, por recomponer a la sociedad que el capitalismo ha fragmentado en egoísmos. Es importante que elevemos la conciencia de pertenencia a la sociedad. Que rescatemos los valores de lo social frente a los valores del egoísmo. Que el individuo espere de la sociedad, pero también se deba a ella.
Es bueno recordar que los cambios culturales, los cambios en la conciencia y en el espíritu, deben entrelazarse con los cambios en las relaciones económicas.
¡Chávez es Socialismo!
¡El Nobel para los Cinco!
¡Irreverencia en la Discusión, Lealtad en la acción!

28.12.09

LA PEQUEÑA BURGUESÍA

Es una clase intermedia, una franja de amortiguación entre la clase capitalista y las clases depauperadas.
Es una clase que aspira y teme: aspira al ascenso individual, y tiene terror al empobrecimiento que la amenaza todos los días. De allí surgen sus principales características:
Es una clase individualista, muy egoísta, que aunque físicamente permanece en esa franja intermedia, entre empresario y pobreza, su alma, su corazón, se eleva a la situación que aspira: a la clase alta capitalista. Su realidad es, de aplastada por la losa capitalista, pero su espíritu es de magnate.
El fundamental componente de su ideología es la creencia en la solución de los problemas sociales de manera individual. Envidia el llamado “sueño americano”, y de esa ilusión apaciguadora impregna a toda las capas expropiadas.
Difunden por todos sus medios de deformación la falsa idea de que en el sistema capitalista quien no asciende es porque no se esforzó, que es posible mediante “la magia” del trabajo individual salir de una situación de miseria y llegar a ser hasta gerente exitoso de una transnacional. Prestigian esa vía de ascenso de muy poquísimos individuos, como una solución a los problemas sociales.
Viven la contradicción de no tener para pagar el condominio y la obligación de pagar un carro para aparentar éxito ejecutivo. Entre la creencia en el ascenso social y la realidad de estar encadenado a un puesto, sometidos a los sadismos de un jefe incapaz, tan frustrado como ellos. Todos angustiados, todos simulando un éxito huidizo.
La pequeña burguesía es la principal clase defensora del sistema capitalista:
Desvanece la necesidad Socialista, porque si se puede ascender individualmente, entonces el sistema capitalista no es malo, malo son los individuos que no luchan.
Al propugnar la lucha individual, siembra dispersión y egoísmo en las clases motoras del cambio revolucionario, impidiendo la necesaria unión para el salto revolucionario.
Pero el mayor daño que hace esta clase a la posibilidad revolucionaria lo hace por vía de sus intelectuales. Éstos producen teorías de apariencia revolucionaria, con lenguaje y aroma de cambio, pero que esconden una profunda deformación de la teoría revolucionaria y, por tanto, un inmenso obstáculo a la Revolución.
Las teorías pseudos revolucionarias de la pequeña burguesía son expresión de su realidad contradictoria:
Por un lado, sus teorías plantean la superación del capitalismo, esta faceta emana de la realidad que los oprime.
Pero, por otro lado, sus teorías plantean formas y vías impracticables. Este componente de su teoría emana del profundo terror que sienten a superar el campo capitalista donde mora su corazón.
En resumen, son capitalistas de corazón pretendiendo hacer Revolución.
En lo político, plantean la desorganización anarcoide, por eso no van más allá de una maquinaria electoral, o de un motín.
En lo económico, plantean formas nosociales de propiedad teñidas de populismo, por eso combaten la Propiedad Social administrada por el Estado.
En lo social, una fragmentación de la sociedad en egoístas, en grupos aislados.
Su acción va preñada de deslealtad.
¡Chávez es Socialismo!
¡El Nobel para los Cinco!
¡Irreverencia en la discusión, Lealtad en la acción!

27.12.09

LAS FORMAS

Así como las formas geométricas son pocas y se repiten con pasmosa regularidad, las formas políticas y sus luchas se repiten insistentes a lo largo de la historia de los pueblos. Veamos.
Circunferencias, hexágonos, triángulos, paralelepípedos, se repiten en la naturaleza, igual que a través de las diferentes etapas históricas encontramos reformistas, revolucionarios, derechistas, capitalistas, socialistas.
Por eso el estudio de la historia es fundamental para entender el presente y su devenir. La historia se repite porque los espectros del pasado, las obras inconclusas, aunque se creían enterradas regresan reclamando su puesto en el presente, soluciones definitivas.
Hoy vivimos, sentimos, la presencia de la independencia entre nosotros, no es por azar que esta Revolución se llama Bolivariana, Bolívar regresó a hacer lo que la oligarquía mantuana le impidió concluir en el 1800.
Las formas políticas se repiten:
Los mantuanos viven aquí entre nosotros, basta ver a nuestro alrededor para encontrarlos, ya no montan hermosos corceles, los cambiaron por Mercedes, Lexus y BMW.
Los campesinos de la América Bolivariana, se vinieron a los cerros de Caracas, allí están los Centauros de Apure, y los guerreros de Ayacucho.
El espíritu de La Junta Patriótica habita en los corazones insurgentes, irreverentes de los desposeídos que ven en la Revolución la concreción de la Esperanza.
La primera república, la boba, toca la puerta de la quinta república, reclamando la gloria que las manipulaciones mantuanas le negaron.
Miranda deambula entre nosotros como un espíritu que alerta que no hay capitulación triunfante, que nunca hay que desfallecer, que es más glorioso morir en Carabobo que en la Carraca.
Es así, la lucha es la misma, asombrosamente la misma. La experiencia está allí, es la misma piedra en el camino. El 23 de Enero del 58 no la vimos. Nos volvieron a derrotar. Bolívar que cabalgaba por las colinas del siete machos, tuvo que regresar a San Pedro Alejandrino, Zamora que vino con sus valientes llaneros, encontró su San Carlos en el Cuartel, no ya con forma de bala, sino de ahorcamiento simulado.
Es así, la lucha es la misma, asombrosamente la misma. Ahora, con la Revolución Bolivariana, aparecen idénticas formas, proponen las mismas desviaciones y extravíos.
Frenan la liberación de los esclavos, se olvidan de Ocumare y Carúpano, sí lo harán pero más tarde, son buenos los desposeídos, pero no tanto para tener poder del grande, mejor es ir por parte, ahora es conveniente un híbrido con el capitalismo, una junta protectora de los derechos de los capitalistas, es mejor que la independencia socialista.
Es hora de repetir los gritos: “Trescientos años de calma no bastan”… “Si la oligarquía mantuana se opone lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca”.
Es así, regresó la batalla por la independencia, y esta vez Bolívar se quedará entre nosotros, no regresará a las riberas del Magdalena, su lugar es aquí en esta patria que volverá a ser faro de la redención americana y guía de la humanidad en su lucha por sobrevivir a los designios de muerte del monárquico capitalismo.
¡Chávez es Socialismo!
¡El Nobel para los Cinco!
¡Irreverencia en la discusión, Lealtad en la acción!