15.5.10

¿SON NECESARIOS LOS RICOS?

Cuando una Revolución llega a etapas de definición, de lo profundo de la sociedad afloran las cadenas psíquicas más fuertes. En época de ruptura se desvelan los mecanismos más sutiles de la dominación.
Los mecanismos de dominación más importantes son los espirituales, los psíquicos. Estos se expresan en prejuicios, convicciones, creencias, refranes, frases hechas, dichos de la abuela, tradiciones, chistes, rumores, símbolos de poder. Todos desencadenan conductas sumisas.
Es así como se ancla en el alma de una sociedad la diferencia entre los estamentos sociales, la necesidad de ella, lo natural de su existencia. Se instala así en el alma de la sociedad la convicción de la necesidad de la clase dominante, de que sin ella no es posible que funcione la sociedad y, simultáneamente, se inocula en el espíritu social la incapacidad de los dominados para dirigir. Este dogma es el pilar maestro de la dominación.
Una de las tareas principalísimas de una Revolución es sustituir los mecanismos espirituales de dominación por los mecanismos liberadores, en otras palabras, una Revolución Cultural, un cambio de fe.
Una tarea fundamental consiste en instalar en el espíritu social, la idea de la capacidad de los desposeídos dominados para aprender a dirigir el Estado, la tolerancia con los errores que ese aprendizaje supone, y la valorización en este empeño de la capacidad de estudio, de la disciplina.
Todo el aparato del Estado Revolucionario debe estar al servicio de esta meta, las masas deben estar informadas de los pasos que se dan, involucrarse en ellos. Y deben entender que siempre serán mejores las soluciones socialistas, que las soluciones capitalistas, aunque en lo inmediato parezca lo contrario. Más valen los errores de los desposeídos en el camino a su redención, que los aciertos capitalistas en el empeño de esclavizarlos.
Hoy la Revolución Bolivariana está sometida a una ofensiva de la oligarquía: desabastecimiento, especulación, encarecimiento artificial del dólar. Son las manifestaciones materiales del ataque. Pero lo más importante de la batalla es la utilización de esta situación para reactivar la idea de que la Revolución, el pueblo humilde, son incapaces de dirigir, que es necesario llamar a los ricos, oligarcas, y llamarlos rápido, antes de que se acabe el país.
De allí que a la par de las respuestas económicas del gobierno, es necesario respuestas dirigidas al espíritu social. Demostrar que obtenemos triunfos que sólo una Revolución puede conseguir, porque sólo una Revolución rescata el amor del pueblo, su autoestima.
Que este Estado nuestro es mejor que cualquier otro Estado que hayamos conocido, porque es el único que está guiado por sentimientos de amor hacia el pueblo que es su origen, y no protege a los oligarcas en su intención de explotación y saqueo de la nación.
¡Los ricos no son necesarios! Ellos tienen capacidades y conocimientos para explotar, saquear, nunca para construir a favor de los humildes. La tarea del Socialismo es tarea de los humildes encontrados con el conocimiento universal y la teoría revolucionaria.
¡Sin Chávez no hay Socialismo!

14.5.10

LA BATALLA POR EL SOCIALISMO

La realidad es infalible, su veredicto inapelable: cuando ella habla, la teoría calla, la discusión concluye.
Entre nosotros se desarrolla una extensa polémica alrededor de la forma de avanzar hacia el Socialismo. Varias posturas se manifiestan, dos grandes campos agrupan a las proposiciones. Veamos.
Primero, encontramos un campo capitalista, que tiene dos proposiciones principales:
Los que proponen algo que podríamos agrupar como Socialismo Insular, son formas económicas y de organización social aisladas que reproducen la conciencia egoísta, las soluciones individuales y grupales. Estas formas se cubren con una ligera capa de retórica socialista, sin embargo, al no tener sentido de integración social, rápidamente entran en contradicción con el avance hacia el Socialismo, así se lo dictan sus intereses parciales.
La otra proposición capitalista es la que postula un Social-Capitalismo, dicen que es suficiente que el Estado mantenga el control económico de las empresas básicas, Guayana, PDVSA, y que en el entorno se estimule la “productividad capitalista”. Reducen el Socialismo a un mero problema de propiedad, cuando es un asunto cultural, de espiritualidad, de conciencia y de integración social.
La realidad ha hablado: el capitalismo no entiende razones, no acepta controles, su voracidad no le permite otra razón que la acumulación de capital.
Hoy en Venezuela se libra una batalla por el Socialismo, en ellas los diversos frentes de lucha se complementan y potencian mutuamente. El capitalismo ataca en lo político con la “mesa de unidad”, en lo social penetra en los barrios con sus mentiras, manipula, pretende organizarse, e intenta influenciar a la Fuerza Armada.
Ahora, en la proximidad de las elecciones, lanza una fuerte ofensiva económica: especula con el dólar, crea desabastecimiento, se sale de los controles de Estado, y sus medios arrecian campaña de manipulación.
Las instrucciones vienen del monstruo del norte: el secretario de Defensa de Estados Unidos, Robert Gates, estuvo de gira por la región a mediados de abril y asomó la estrategia, declaró: “Pienso que Venezuela enfrenta problemas internos y económicos muy severos. Eso ya no la hace un modelo tan atractivo para otros.”
Manifestaban así su intención de lanzar una ofensiva económica, que estimulará los otros frentes, creará condiciones para un golpe, y debilitará a la Revolución para las elecciones.
El otro campo es el Socialista. Éste propone como esencia del Socialismo la Propiedad Social de los Medios de Producción administrados por el Estado, único soporte de la Conciencia del Deber Social. Y resalta que es en la Conciencia, en el espíritu, que se da la gran batalla por el Socialismo.
Ya no existe cabida para más retardos, la realidad habló. Los capitalistas no aceptan convivencias con el Socialismo, si éste se descuida, si no eleva la Conciencia del Deber Social, los zamuros capitalistas lo engullirán, y la primera y definitiva derrota que le infringen es en la Conciencia de las masas. De esa manera las confunden, las separan del proyecto, debilitándolo, y así preparan para dar el zarpazo fascista.
¡Sin Chávez no hay Socialismo!

13.5.10

EL DETONANTE

Los dirigentes escuálidos hablan de golpe y de magnicidio con inusual descaro, sólo disfrazan un poco sus palabras, la salida cruenta cada día se fortalece, están envalentonados.
Ya todos los sectores opositores se han manifestado: los empresarios, la dirigencia de la iglesia, los renegados militares, todos siguen obedientes al guión de la embajada gringa, la orden es yugular a la Revolución, que chille la economía, y tumbar a Chávez.
Están creando una imagen de debacle económica, de peligro de guerra, los altos voceros gringos no pasan un día sin agredir al Comandante, lo acusan de armamentista, de enemigo público de Estados Unidos, construyen con celeridad una imagen tipo Hussein que haga aceptable para su opinión pública la tropelía que planifican.
Corren presagios de enfrentamiento. La pregunta que surge es ¿cómo será?
Es difícil responder, pero se puede hacer una comparación histórica y tener una idea del “modus operandi” de los imperiales. Veamos.
Los fascistas han ensayado siempre la simulación de agresiones que justifiquen sus arremetidas. Recordemos.
A Hitler, con el incendio del Reichstag (parlamento alemán) en 1933, que justificó el avance nazi en Alemania. Los nazis se apoyaron en el suceso, que fue detonante para impulsar la suspensión de garantías, y para acusar a sus adversarios comunistas. Ha quedado comprobada la autoría nazi.
El 3 de agosto de 1964 el presidente de Estados Unidos, Lyndon Johnson informó de un ataque de las patrulleras vietnamitas al destructor USS Madox en el Golfo de Tonkin, y consiguió la autorización del Congreso para lanzar masivos ataques contra el gobierno de Hanoi. En 2005 documentos desclasificados de la Agencia de Seguridad Nacional, comprueban que no hubo tal ataque, fue un detonante artificial que justificó la profundización de la guerra de Vietnam.
El 15 de febrero de 1898 explota misteriosamente en la bahía de La Habana el acorazado Maine. Este hecho fue casus belli de la invasión gringa a ese país, y la frustración de su independencia.
Los ejemplos son muchos, recordemos las Torres Gemelas de New York, nuestro Puente Llaguno, los atentados terroristas antes de la caída de Allende. Con esos ejemplos es suficiente.
Está claro que el imperio usa acciones terroristas como detonante, como generador de odio, miedo y justificación de agresiones.
Entonces, justo es pensar que están preparando un detonante que cambie el paisaje político venezolano. Debemos estar alertas, cuidar a los objetivos factibles de estos ataques terroristas escuálidos, los nuestros, y también los de ellos, posibles de endilgárnoslos.
Es necesario amolar nuestro aparato de información y comunicación para enfrentar temprano un ataque de esta naturaleza. Es importante informar a la sociedad de esta posibilidad, eso contribuirá a desmontarla. Pero también es importante que la masa chavista esté alerta, vigilante, que sepa qué hacer a la hora de la agresión, derrotar desde ahora las respuestas desesperadas, construir una reacción implacable pero serena. Si se atreven, debemos profundizar al Socialismo tomando medidas, con orden, disciplina, sin disipar la energía social en acciones sin sentido.
¡Sin Chávez no hay Socialismo!

12.5.10

LA CLASE OBRERA REVOLUCIONARIA

Una Revolución necesita una Clase Obrera Revolucionaria que participe en la construcción práctica y teórica del Socialismo, que guíe al resto de la sociedad con su ejemplo.
El cambio de una Clase Obrera que participa en la lógica del capital, a una Clase Obrera liberadora de la sociedad, es el más importante de los que deben suceder en una Revolución. Sobre esta autotransformación se edifica la nueva relación social, sin ella todo esfuerzo se desvanece en las veleidades de la ideología pequeño burguesa.
En la Revolución Bolivariana la batalla por ese cambio sucede feroz. Es muy esperanzador que ya emerge con fuerza un poderoso sector de la Clase Obrera que supera los extravíos y emprende el camino de su madurez.
Primero dio muestras importantes de su vocación unitaria, desechando mezquindades logró la unidad para las elecciones de la Federación Petrolera , supo dar a sus organismos de dirección sindical la tarea del reto histórico que engloba lo reivindicativo. Entendió la necesidad de dar organización a esa Unidad y fundó un instrumento político: Vanguardia Obrera Socialista.
Ahora, elevándose en la comprensión teórica de su papel, ha dado pasos concretos en la construcción de la referencia socialista.
La Clase Obrera petrolera en los muelles nacionalizados de PDVSA, en la Costa Oriental del Lago de Maracaibo, es protagonista de un salto ideológico, allí van asumiendo la visión de sociedad y se yerguen sobre el economicismo mezquino.
Utilizan el Trabajo Colectivo Voluntario como instrumento concientizador de la masa obrera. Las jornadas de Trabajo Voluntario dan sus frutos materiales: ya han recuperado equipos petroleros, locales, han construido bibliotecas, refaccionado clínicas. Así refuerzan su organización y elevan su conciencia.
Consiguieron hilvanar las luchas reivindicativas, propias de la clase, con las luchas por los objetivos superiores de la sociedad. De esta manera se colocan a la vanguardia del proceso revolucionario, se hacen políticos.
Entienden que es Chávez el líder que resume los anhelos liberadores de la sociedad, y lo apoyan por encima de cualquier otra consideración, corren su misma suerte, sienten que en Venezuela el Socialismo se hace con Chávez o no se hace.
Asumen las tareas internacionalistas del Socialismo, y transformaron ese internacionalismo en acciones concretas: piden la libertad de los Cinco Héroes Cubanos secuestrados por el imperio, que desprecia y persigue a los patriotas y a los humanistas.
Hay razones para tener esperanzas: la Clase Obrera ha encontrado el camino para el verdadero combate por el Socialismo, ha entrado en acción con su ejemplo, contra el economicismo y las desviaciones infantiles. Ahora existe una clase vanguardia de la Revolución Socialista , una Clase Obrera que encontrada con su ideología es capaz de dirigir a la sociedad en la construcción del Socialismo.
Ese es el verdadero control obrero, el poder obrero y del pueblo: construir una nueva sociedad.
Este importante nacimiento de un núcleo de vanguardia merece todo el apoyo de los revolucionarios, será un baluarte importante en la construcción de la teoría y la práctica Socialista.
¡Sin Chávez no hay Socialismo!

11.5.10

LA CLASE OBRERA EN GUERRA CONSIGO MISMA

La revolución sólo se consolida con la participación de la Clase Obrera consciente, esto es, encontrada con su ideología, con su papel histórico. En ese camino encontramos tres posiciones. Veamos.
Una. En el capitalismo la Clase Obrera se organiza para vender su fuerza de trabajo, esa es la mercancía que lleva al mercado. Así forma parte del metabolismo del capitalismo. El Sindicato es su marchante.
Las luchas obreras meramente reivindicativas son parte del sistema, no lo cuestionan. Mientras la Clase Obrera se mantiene en este status, el sistema de explotación está garantizado.
Dos. Cuando la clase se eleva sobre el economicismo y comprende que no hay liberación posible sin cambiar todo el sistema social, sin superar al capitalismo, entonces, se encontró con su ideología…se reconoce clase destinada a cambiar la sociedad, y asume ese reto. Pasa de ser una clase parte del sistema de explotación, a ser liberadora de la humanidad.
Tres. En el camino de esta toma de conciencia existen estaciones intermedias, extravíos: la Clase Obrera ve espejismos y tentaciones, siente que el sistema capitalista debe ser cambiado pero no puede hacerlo porque busca soluciones en el mismo campo capitalista. Confunde obrero, con Clase Obrera consciente, confunde dirigir una fábrica, con cambiar el sistema. De esta manera, evade su papel histórico de sepulturera del capitalismo.
Estas son las tres corrientes de la gran guerra de la Clase Obrera consigo misma. Se presentan en toda Revolución, es la batalla fundamental.
Ocurre en Bolivia cuando los obreros economicistas no entienden la importancia de Evo y lo atacan por mejoras salariales, poniendo en peligro todo lo que él significa para su propia Redención, y de la sociedad boliviana.
Los tres actores están aquí entre nosotros.
El economicismo recorre a la Revolución Bolivariana, campean los marchantes. No entienden la oportunidad de redención de la sociedad toda, y la cambian por el plato de lentejas de una pequeña reivindicación que les permite mantener su status. Confinan la Clase Obrera al infantilismo.
Otros, aparentemente más elevados, pretenden hacer una Revolución Socialista en el ámbito mezquino de su fabriquita, ese es su universo, se olvidan del resto del país, del continente, de la Humanidad, practican una suerte de egoísmo con retórica social. Así engañan a los trabajadores, que no resolverán de esa manera los problemas de su existencia, y lesionan la oportunidad histórica que es esta Revolución y el Comandante Chávez.
Pero otros, encontrados con la ideología revolucionaria, saben que la Revolución, la marcha al Socialismo es un asunto social, que tiene que ser con el Gobierno Revolucionario, con Chávez que resume la conducción de la sociedad, por eso lo apoyan en la práctica y en la teoría. Establecen las nuevas relaciones socialistas dentro de las fábricas y con el gobierno, que sirven de ejemplo para el resto de la sociedad. Esta es la esencia de la conducción obrera, de esta manera asumen el reto histórico de liberar a la sociedad.
¡Sin Chávez no hay Socialismo!

10.5.10

EL GOLPE AVISA

No es difícil detectar intenciones golpistas oligarcas: ellos anuncian sus planes, así lo hicieron en abril y en diciembre. Es suficiente leer las señales para darse cuenta de sus propósitos. Veamos.
Diego Arria, connotado agente imperial, que fue presidente del Consejo de Seguridad de la ONU, cargo de absoluta confianza de la oligarquía internacional, es vocero antichávez por todo el mundo, publica en la Revista “Poder 360” un artículo abiertamente golpista. Dice Arria:
“He comprobado lo difícil y hasta lo peligroso que resulta contradecir a algunos voceros opositores que no perciben la gravedad de la coyuntura política. Que no aceptan que nuestro problema desde hace tiempo dejó de ser sólo electoral. Que vivimos bajo la bota de un régimen militarizado y dictatorial que sepultó la democracia.
Por este motivo no aceptan que la mayor exigencia que enfrentamos no es de naturaleza electoral, ni se resolverá con procedimientos electorales (tarjeta única o múltiple, como sugerí en el pasado). El problema de Venezuela es de naturaleza política, y sólo podría resolverse si actuamos en un frente unido de resistencia, que vaya más allá de activarnos sólo con fines electorales. Esto, por supuesto, exige un verdadero consenso”.
No hay dudas, el imperio dio la orden de yugular a la Revolución, de esclavizar de nuevo al país, de tumbar a Chávez. En Facebook, Arria habla de un destino similar al de Noriega.
Las medidas no se hacen esperar, los agentes oligarcas internos, sumisos, dan los pasos desestabilizadores que el imperio les dicta: intentan agrietar a la FAN, por eso han levantado la acusación de “Traición a la Patria ”.
Con esto pretenden justificar cualquiera acción violenta. Es un guión que viene de los halcones gringos, Arria lo confirma, y se desarrolla con precisión de campaña militar.
Primero avanzó el general rastrero, éste acusó la presencia de cubanos y dictaminó “traición a la patria”.
Luego el partido de Rosales mueve a Enrique Ochoa, uno de sus malignos, para demandar en el Tribunal a Chávez y a los altos mandos militares por “traición a la Patria ”.
Está claro que los oligarcas que enarbolan banderas gringas, llaman a invasión a la séptima flota, tienen su cuartel general en Miami, apoyan las bases gringas, es obvio que no están preocupados por la Patria, todo forma parte del macabro guión.
El grupo 2D de bobolongo, ataca el domingo con un comunicado lleno de hipocresía dando otro paso hacia el desenlace golpista: hablan de la soberanía en peligro y de respeto a la Constitución. Se les olvidó que en abril dieron un golpe con complicidad gringa y derogaron la Constitución que hoy dicen asumir.
Las señales están claras, los campos se perfilan con claridad. Los oligarcas se decidieron por la vía violenta, todas sus acciones se subordinan a ella. Los vacilantes se quedan en un limbo esperando ser perdonados por el monstruo fascista que se asoma. A los Revolucionarios no nos queda otra opción que avanzar en el Socialismo. Arrasar en septiembre.
¡Chávez es Socialismo!
¡San Pedro Alejandrino no se repetirá!

9.5.10

EL CONCEPTO PUEBLO-REVOLUCIÓN EN EL LIBERTADOR

Si estudiamos el concepto Pueblo-Revolución en el Libertador, encontraremos como rasgo principal que no es estático. Él creía, y eso subyace en su obra, que el pueblo se educa, aprende, a medida que la lucha por crear un nuevo mundo se desarrolla, y de ese aprendizaje debe depender la relación Pueblo-Revolución.
En el Manifiesto de Cartagena en 1812, expone El Libertador:
“¿Qué país del mundo, por morigerado y republicano que sea, podrá, en medio de las facciones intestinas y de una guerra exterior, regirse por un gobierno tan complicado y débil como el federal?.... Es preciso que el Gobierno se identifique, por decirlo así, al carácter de las circunstancias, de los tiempos y de los hombres que lo rodean. Si éstos son prósperos y serenos, él debe ser dulce y protector; pero si son calamitosos y turbulentos, él debe mostrarse terrible y armarse de una firmeza igual a los peligros, sin atender a leyes, ni constituciones, ínterin no se restablece la felicidad y la paz”.
Temprano desarrollaba su concepto de la relación Pueblo-Revolución adaptada a las circunstancias. En otras palabras, un profundo “sentido del momento histórico”.
En el Congreso de Angostura, 1819, precisa su concepto:
“Uncido el pueblo americano al triple yugo de la ignorancia, de la tiranía y del vicio, no hemos podido adquirir ni saber, ni poder, ni virtud. Discípulos de tan perniciosos maestros, las lecciones que hemos recibido, y los ejemplos que hemos estudiado, son los más destructores. Por el engaño se nos ha dominado más que por la fuerza; y por el vicio se nos ha degradado más bien que por la superstición. La esclavitud es la hija de las tinieblas; un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción; la ambición, la intriga, abusan de la credulidad y de la inexperiencia de hombres ajenos de todo conocimiento político, económico o civil; adoptan como realidades las que son puras ilusiones; toman la licencia por la libertad, la traición por el patriotismo, la venganza por la justicia… La libertad, dice Rousseau, es un alimento suculento pero de difícil digestión. Nuestros débiles conciudadanos tendrán que enrobustecer su espíritu mucho antes que logren digerir el saludable nutritivo de la libertad”…
Después de Junín y Ayacucho, cuando ya la América era libre, entonces, Simón Bolívar nos alecciona... Y el 10 de febrero de 1825, en Lima, devuelve al Congreso del Perú los poderes dictatoriales que éste le había conferido el año anterior, cuando la existencia de la República estaba en juego.
En Santa Marta, 1830, se lamenta de un pueblo que, víctima de la ambición, la intriga y la inmadurez, lo derrotó, asesinó la esperanza.
La enseñanza es clara: la tarea de la Revolución es conducir al pueblo, sacarlo de las tinieblas, de la ignorancia, de la esclavitud. Si comete el error de “no identificarse, al carácter de las circunstancias, de los tiempos y de los hombres que lo rodean”, padecerá en medio de un pueblo abusado en su credulidad.
¡San Pedro Alejandrino no se repetirá!