19.6.10
LA SEMILLA
18.6.10
EL GRANMA NAVEGA EL CARIBE DE LA DIGNIDAD
17.6.10
PROPIEDAD PATRIA
El Comandante Chávez ensaya el concepto Propiedad Patria, superior al concepto Propiedad Social, lo engloba y le imprime sentimiento, lo hace más humano, más entendible, lo acerca al alma de los pueblos.
La Propiedad Patria debe ser, así lo indica su nombre, Propiedad de toda la Patria. No hay lugar a dudas ni a interpretaciones, lo que resta por dilucidar es hasta dónde se extiende el concepto, qué abarca, quién administra.
Es importante discutir la idea:
Es imprescindible para el Socialismo la Propiedad Patria de los medios de producción, y esa propiedad sólo tendrá esa dimensión si es administrada por el Estado. Sólo entrelazada con esa Propiedad se podrá construir la Conciencia de Patria que requiere el Socialismo, es decir, rescatar el sentimiento de pertenencia a ella.
Por otra parte, hay que recalcar que el concepto de Patria no es un concepto que está por encima de las clases sociales. Así, la patria del capitalista es su capital, su ganancia: si ve alguna dificultad emigra sin botar una lágrima, para él es lo mismo instalarse en Caracas, en Miami, Bogotá, Pekín o en Atenas, dependiendo de los dictados de su capital. El capitalista no duda en aliarse con el señor de las moscas, si esa alianza le garantiza seguir explotando a los pueblos del mundo.
El capitalista, con la misma falta de escrúpulo, le roba el trabajo a un obrero gringo, a un trabajador chino o brasileño. Con la misma desfachatez, contamina el Golfo de México o el Mar del Norte, deforesta la amazonía o los bosques africanos, contamina el Mar Caribe o el de Japón. Si hay ganancia todo es válido. Su patria es la chequera, el depósito bancario.
El concepto de Patria que pertenece a los pueblos desposeídos es diferente al del capitalismo. El sentido de solidaridad es vivo, hay arraigo con el territorio, pero más fuerte es el arraigo con el humano. La solidaridad de los pueblos humildes ha resistido todos los embates de la manipulación capitalista, el egoísmo lucha por instalarse en el alma de los pueblos, pero sólo consigue hacerlo a medias, no ha podido desterrar del corazón popular la fraternidad.
Fue así que entendió el llamado del Libertador para liberar el continente, supo con facilidad que “La Patria es la América ”.
Los humildes incorporan a su concepto de Patria, la idea de Humanidad, acompañan el sentimiento de Martí cuando nos dice “La Patria es la Humanidad", o la conducta del Che, cuando tiembla de indignación ante una injusticia cometida en cualquier lugar del mundo.
Es así, hoy el concepto de Patria Socialista abarca a toda la Humanidad , sabe que el destino de su terruño está ligado al resto del planeta, que no hay soluciones aisladas. El Libertador amaba a Caracas, pero sabía que la Patria llegaba hasta los confines de su mundo.
El concepto de Propiedad Patria Socialista, debe entenderse como propiedad de la Patria de los siempre desposeídos.
¡Viva la Patria de los Pobres de la Tierra , Viva Chávez!
16.6.10
CONTROL DE LA CLASE OBRERA
15.6.10
¿CONTROL OBRERO, O CONTROL DE LA CLASE OBRERA?
14.6.10
LA NUEVA MORAL SOCIALISTA
13.6.10
LA JUSTICIA REVOLUCIONARIA
La justicia es un asunto vital para una Revolución, ella es reflejo y a la vez se refleja en toda la estructura revolucionaria y social, es parte esencial de su espiritualidad.
Debe dar seguridad de ser superior a la justicia burguesa, de defender a la sociedad y al individuo, siempre protegiendo el humanismo rescatado.
Así debe ser desde el inicio de la gesta revolucionaria. Recordemos los partidos que ejercieron el fusilamiento a la ligera, esos desaparecieron como revolucionarios, fueron a inflar las filas del enemigo.
En contraste, la Revolución Cubana triunfante debe su éxito al humanismo, al respeto al ser humano que demostró desde su nacimiento. Es representativo el rescate al combatiente del Granma que cayó al Golfo de México, y el trato a los prisioneros en la Sierra Maestra.
Esa revolución ha sido muy dura en su defensa, pero no ha trasgredido nunca, aun cuando ha considerado fusilar, el respeto por el humanismo que construye. Por eso es ejemplo y guía para el mundo.
Otra actitud fue la de la cuarta república, recordemos la orden de rómulo: “disparen primero averigüen después”. Allí está resumida la doctrina del oligarca, no hay presunción de inocencia, no hay juicio. Basta parecer que daña los intereses de la burguesía para ser condenado y aplicada la pena máxima.
Ahora gran revuelo ha causado el aparecimiento de unos contenedores que los medios oligarcas denuncian como podridos. De ellos es comprensible, deforman la realidad, se apoyan en nuestros errores para crear tolvaneras, alharacas, ponen a correr rumores, falsifican. Aprovechan todo para favorecer su causa infame: truncar a la Revolución. Condenaron a diestra y siniestra, pidieron guillotina, se portaron como manda rómulo, dispararon y ni se importaron por averiguar.
Lo que es incomprensible es la jauría de revolucionarios que se precipitó a juzgar el hecho y acusar a destajo, a pedir pena máxima. Contribuyeron con la matriz de opinión de los oligarcas. Algunos voceros destacados perdieron la mesura, fueron más audaces y se lanzan a llamarlos: “forajidos sin moral alguna”, los acusan de forajidos, y sentencian que los contenedores fueron desviados y ocultados con el objeto de robar su contenido, o sabotear la política de soberanía alimentaria.
Todos dispararon primero y todavía no averiguan.
Ya eso es una actitud contrarrevolucionaria, romulera, muy dañina. Pero lo peor es el precedente de justicia oligarca, de irresponsabilidad para con los involucrados en el hecho, y con la necesaria construcción de otra justicia, dura, implacable, pero humana, sensata.
El asunto no pasaría de una escaramuza con unos atorados de inquisición, y si no contribuyera con la oscura estrategia enemiga, no merecería respuesta sino fuese porque lesiona en lo profundo algo que esta Revolución ha ido construyendo: la magnanimidad, el humanismo que guía su accionar.
Uno de los pilares de esta Revolución, de cualquier Revolución verdadera, es que la gente se sienta protegida por ella, se sienta querida, respetada, que esté segura de estar amparada por otra justicia, durísima pero humana.
¡Sin Chávez no hay Socialismo!