25.9.10

EL TEMA QUE FALTÓ EN LA CAMPAÑA

Cerrada la campaña electoral se queda atrás la agitación del empeño, y entramos en tiempo de reflexión, de balance juicioso. Veamos.
Un tema faltó en la campaña: el peligro nuclear que es inminente, las mejores mentes del planeta alertan la emergencia, corremos peligro de extinción, de acabar con la vida planetaria. No es plegaria descocada, se trata de posibilidad evidente.
Si revisamos algunas ideas de Fidel expresadas en una reunión con los integrantes del Crucero por la Paz , percibiremos con claridad que caminamos por los bordes del abismo. Revisemos:
“Nunca en la historia de la humanidad hubo un momento tan peligroso como este (…) Dos peligros pueden llevar a la desaparición de la especie humana, remarcó: la destrucción del medio ambiente y el cambio climático, y las guerras y las armas nucleares.
Recordó la conferencia que recientemente impartió en La Habana el Dr. Alan Robock, Profesor Titular de la Universidad Rutges en New Jersey, acerca del invierno nuclear que puede provocar un enfrentamiento entre dos potencias con esas mortíferas armas, de las cuales hay unas 25 mil en el mundo con una potencia 450 mil veces superior en su conjunto que las arrojadas sobre Hiroshima y Nagasaki, y les prometió enviárselas por la utilidad que tiene para la labor que ellos realizan.
Convencido de lo decisivo del momento, Fidel convocó a su auditorio a la gran batalla que tenemos por delante: crear conciencia y luchar por la supervivencia.
Ese es el caso de Cuba. La Revolución no se ha defendido con la fuerza, se ha defendido con las ideas, con los conocimientos. Si renunciamos a la idea de que la conciencia puede crearse qué sería del trabajo de ustedes… La conciencia hizo posible la Revolución , hizo posible nuestra obra, más allá de las críticas que nos hagan, de los errores que hayamos cometido y de los que no tenemos miedo a hablar.”
El causante de estos dos peligros es el capitalismo, el generador del espíritu capaz de aceptar, justificar, llevar adelante los planes que acumulan la diabólica fuerza destructiva es el capitalismo. Está claro que la lucha por el Socialismo, contra el capitalismo, es la lucha fundamental de todos los hombres honestos, de ella depende la sobrevivencia de la Humanidad , de la vida.
La Revolución Bolivariana, su éxito, es una de las pocas oportunidades de la vida para construir un camino de salvación, si esta oportunidad se pierde, si nos extraviamos en atajos subalternos, si disipamos la energía en batallitas tontas, estaremos cometiendo un crimen terminal, no habrá quien nos juzgue por nuestra torpeza.
Es necesario construir una sociedad, transformarnos en un ejemplo para el mundo, una vitrina desde donde esparcir la buena nueva, demostrarle al mundo que una nueva manera de vivir, de relacionarnos, es posible.
Ese es el camino, esa es la razón sagrada para luchar hoy, debe ser el centro de la Revolución. Lo contrario, conformarnos, distraernos con triunfos pequeños, es condenarnos y condenar a la Humanidad a la extinción.
¡Como el 13, Chávez!

24.9.10

EL PRÓXIMO SALTO

Inmediatamente después de conocidos los resultados de las elecciones parlamentarias comienza el próximo salto, la batalla no cesa. Es propio de revolucionarios dar el combate y al mismo tiempo prepararse para los combates venideros, preverlos, anticiparlos.
De la correcta comprensión del nuevo paisaje político dependerá el éxito, y esa clara comprensión sólo puede surgir de una discusión abierta y amplia entre los revolucionarios. Comencemos.
Sean cuales sean los resultados del 26 de septiembre, la confrontación se planteará entre el Socialismo, y el capitalismo en todas sus variantes. Esa será sin dudas, la principal tensión social.
¿Cuáles serán los pilares del campo Revolucionario en esa nueva etapa de la confrontación?
Sean cuales sean los resultados, el liderazgo del Comandante Chávez debe preservarse y fortalecerse. Esa es la primera condición para seguir avanzando, nada debe mermar esa conducción.
Sean cuales sean los resultados la idea del Socialismo debe fortalecerse, delinearse, apropiarse del alma y de la acción popular. El combate contra el capitalismo y por la construcción del Socialismo sólo será exitoso si tiene como piso una teoría vigorosa.
Hay que defender el Socialismo, en primer lugar, de los ataques de la franquicia gringa que estará enquistada en el parlamento. Esto exigirá un gran esfuerzo intelectual a los diputados revolucionarios, allí tendrán que entablar batalla con los diputados enemigos del pueblo que serán asesorados desde el norte.
Los gringos usarán al parlamento como apoyo para construir su plan de derrocamiento de la Revolución. En ese empeño se valdrán de todas sus armas, pondrán al servicio de esa causa a sus tanques pensantes y a los intelectuales lacayos de todo el planeta. Esa contienda será ante todo una gran batalla ideológica.
También en primer lugar debemos defender el Socialismo de extravíos teóricos, de la tentación de paralizarse en su construcción, del engaño de tomar como metas estratégicas las fintas tácticas, propias de las circunstancias de otros procesos revolucionarios y desechar sus enseñanzas esenciales. Esa será también una gran batalla ideológica.
El próximo salto debe ser de la construcción sólida de un tejido social, de una economía y de una organización política que restituya el sentido de pertenencia a la sociedad, que sea territorio de la formación del Hombre Nuevo, de la sociedad nueva. Las formas aisladas, egoístas, deben ser sustituidas, agrupadas en ese tejido. Esa es la manera de darles visión de sociedad, que es el pilar fundamental del Socialismo.
Todo lo anterior tendrá sentido si es dirigido a la formación de una Conciencia del Deber Social, esta es la columna más importante de la Revolución, la única que permitirá resistir los ataques y las seducciones del espíritu y de la acción capitalistas.
Y todo lo anterior será posible sólo si el espíritu de grandeza que este pueblo heredó de los libertadores, se muestre en mil batallas y de mil formas. El próximo salto no será el último, vendrán nuevos retos y nuevas oportunidades de construirnos pueblo noble, grande, digna prueba de que la Humanidad tiene futuro y vale la pena.
¡Como el 13, Chávez!

23.9.10

EL GOLPE ESCUÁLIDO AVANZA

Los escuálidos oligarcas son franquicia de los gringos. Ya de su casa matriz les llegó la orden de avanzar en el golpe contra Chávez, la Revolución y el Pueblo.
Ensayan simultáneamente varios atajos, el golpe cruento, el magnicidio, el hondurazo, tienen un solo objetivo: guillotinar a la Revolución.
Van avanzando en todos los sentidos, debilitando las bases institucionales, desprestigiando a los poderes, creando una imagen de fatalidad que justifique el zarpazo fascista.
Una muestra de sus intenciones es la agenda parlamentaria que la mesa escuálida propone para el 26, es un verdadero plan mínimo para el golpe de Estado.
Los oligarcas, en la proximidad de las elecciones pierden el recato, y en la presentación de su propuesta declaran que es: “una propuesta programática que trasciende el mero hecho electoral”. Veamos algunos puntos de la propuesta que “trasciende el hecho electoral”.
“Una Ley de Amnistía General para presos y perseguidos políticos. Revisar las leyes de descentralización. Revisar la transferencia de los Puertos y Aeropuertos. Reformar la ley del FONDEN para evitar la transferencia de recursos a gobiernos extranjeros. Reformar la ley de la Fuerza Armada para preservar su carácter apartidista y no deliberante en asuntos políticos. Revisar los Decretos Leyes y Leyes que modifican o desvirtúan el mandato popular expresado en el referéndum de diciembre del 2007. Revisar la ley de Consejos Comunales. Reformar la Ley Resorte…”
Es el mismo plan del golpe de Abril, sólo que allá mostraron rápidamente el rabo del diablo, ahora lo ocultan y sólo asoman las intenciones más suaves. Lo que les falta decir, pero carecen de coraje político, es que derogan la Constitución, disuelven los poderes, retiran a Venezuela de la OPEP. De esa manera estaría completo el plan y no habría engaño.
Rápidamente se percibe que es un plan para desmantelar todos los avances de la Revolución, es un plan golpista, lo dicen con toda la claridad que les permiten las circunstancias. No hay dudas, vienen por Chávez, por la Revolución y a instaurar un gobierno oligarca.
Los honestos, los revolucionarios, no pueden permitirse ninguna vacilación, estamos frente a un golpe que es dirigido por los gringos. La ofensiva es fina, ellos tienen experiencia en derrocar gobiernos, y no tienen escrúpulos, ni límites en sus pretensiones, son capaces de cualquier crueldad, de cualquier infamia.
El 26 de septiembre tendrá la misma significación que el 13 de abril: detendremos al monstruo fascista, esta vez disfrazado de paloma con ramo de olivo.
A los oligarcas los reconocemos nuestros enemigos irreconciliables, no nos hacemos ilusiones con su presentación ingenua de hoy, el odio se les sale por los poros, el carácter fascista satánico asoma por los trajes de marca y los cosméticos caros, son golpistas.
No hay excusas para que el pueblo humilde deje de apoyar al Comandante, debemos todos salir a la calle en aluvión, como en abril, las circunstancias son las mismas, se trata de defender a Chávez y a la Revolución amenazada.
¡El 26, como el 13, Chávez!

22.9.10

EL 26 EL PUEBLO ELEGIRÁ SUS CAMINOS

El 26 el pueblo elegirá entre Lázaro y Judas Iscariote, entre Bolívar y Santander. Elegirá si San Pedro Alejandrino se repetirá, o si nunca más abandonaremos a los grandes.
La del 26 no es una elección común, de esas que pasan desapercibidas, cuyos resultados no alteran el camino de las naciones. Esta elección del 26 es, como nunca antes, la escogencia de un país, de un futuro, de un pueblo.
Decidiremos si continuamos el camino de la redención que comenzó el 4 de febrero, o si regresaremos al pasado miasmático de la cuarta. Es decir, definiremos qué clase de pueblo somos. El 26 el pueblo se elegirá a sí mismo.
Si votamos por los candidatos de la Revolución, escogeremos ser un pueblo dispuesto a construir su futuro, a afrontar el sacrificio que eso signifique, a retomar nuestras deudas históricas y saldarlas con creces, un pueblo dispuesto a no dejar solos a sus líderes, a no repetir San Pedro Alejandrino.
La oligarquía nos propone convertirnos en un pueblo flácido, asustadizo, flojo frente a las adversidades, cándido, fácilmente manipulable con dos mentiras y tres gritos. Nos engañan profusamente, nos conducen al patíbulo.
La Revolución, en contraste, es el camino de nuestra formación como pueblo digno, ejemplo para el mundo, única vía para retomar lo que una vez fuimos: libertadores guiados por libertadores. La Revolución nos convoca para lo grande, para ocupar el puesto de vanguardia en el planeta, a pasear por el mundo como miembros de una sociedad que muestra el camino para la salvación de la especie, que da evidencias de un temperamento que asombra.
El 26 decidiremos qué pueblo somos. No será la elección de unos diputados, será la elección de un pueblo.
Si los oligarcas consiguen engañarnos, abusar de nuestra credulidad, como ya lo han hecho tantas veces, entonces la esperanza sufrirá un duro golpe, la humanidad seguirá su camino de extinción. El Socialismo que es el bálsamo, se postergará, y la destrucción de la naturaleza y de la condición humana, seguirá su tránsito de infortunio.
Si la Revolución sale fortalecida podremos, bajo la conducción del Comandante Chávez, continuar la difícil pero hermosa aventura de tomar en nuestras manos la responsabilidad de construir una sociedad viable, feliz, donde todos vivamos como hermanos, donde las dificultades sean problemas de todos, y la felicidad sea una meta alcanzable, donde el trabajo sea de todos y para todos.
El 26, al votar, al pulsar en la máquina, cada uno de nosotros tendrá la gran responsabilidad de ser un forjador de pueblos, alcanzar, en ese instante, la altura de un prócer, de un gigante guerrero de las causas nobles.
Que privilegio haber nacido en esta época, hoy podemos revivir la epopeya de los Libertadores.
El 26, vamos a la batalla electoral, con el mismo espíritu que guió a Junín y Carabobo, con la misma fe del Ché en Bolivia, con la misma tenacidad del Paso de los Andes. Con el espíritu del 13 de abril.
¡El 26, como el 13, Chávez!

21.9.10

LA MANIPULACIÓN PERENNE

A pocas horas de las elecciones, el ataque contra la Revolución recrudece. El imperio usa las mismas artimañas que ya le dieron resultado con la reforma, desempolvan viejos miedos instalados en el inconciente colectivo.
Es asombroso que las manipulaciones de hoy sean las mismas de hace un siglo, o dos, y las mismas para Brasil, Ecuador, o Chile… el inconciente humano fue globalizado.
Es sorprendente que el hombre de hoy obedezca a los mismos hilos de marioneta que lo movieron hace dos siglos atrás, cuando un fantasma, el mismo de hoy, recorría el mundo, y ese miedo hizo posible la manipulación de las masas, la derrota del sueño libertario, y el surgimiento de Hitler, de Franco.
Hoy hablan ¡todavía! de totalitarismo, comunismo, de quitar las casas, lavado de cerebros y de diez mil tonterías más. Todas, manipulaciones descaradas pero que hacen mella en el alma popular, no en vano tienen siglos abonando el terreno que convierte al humano en sumiso rebaño, en su propio verdugo.
Uno de los centros del ataque es Cuba, y por supuesto, Fidel. La ofensiva tiene dos vertientes con blancos bien definidos:
Uno, se dice que Cuba y Fidel ya no son socialistas, que renegaron del sistema que defendieron toda su vida, que las medidas tomadas recientemente indican claudicación. Ataque dirigido a debilitar la moral, la capacidad de combate de las filas revolucionarias, similar a aquel invento del “fin de la historia”. Se pretende la resignación de los revolucionarios.
Dos, a la par, y sin que les importe la contradicción con el planteamiento anterior, dicen que Cuba es comunista, Fidel un monstruo basilisco que maneja a Chávez a su antojo, y que pretenden construir el infierno totalitario, revivir el fantasma que nos despoja de todo. Este planteamiento va dirigido a la clase media y marginal, que siempre es ambigua y temerosa.
Esa misma estrategia anticomunista la vienen aplicando durante siglos. Sin dudas que les ha dado resultado. La estrategia es compleja y difícil de rebatir, intenta poner a las revoluciones a la defensiva debilitante. Veamos.
Si la Revolución sale a desmentir la patraña, entonces se identifica con el enemigo oligarca, desdibuja su proyecto social, lo asimila al de los oligarcas. De esa manera se debilita, deja de ser alternativa profunda, sólo se va a diferenciar en las cantidades.
Si acepta la declaración burguesa, entonces activa los miedos, le hace el juego a la ofensiva enemiga.
La dificultad reside en que el ataque se origina en los miedos que se instalaron en la etapa de preparación de la ofensiva. Es allí donde está lo más importante de la batalla, es allí donde la información, y la formación cultural juegan un papel decisivo. Las dificultades de hoy, son debilidades en la acción pasada.
Nuestra fortaleza es la confianza que el pueblo tiene en Chávez, que lo sabe capaz de dar la vida por el bien del pueblo, incapaz de aceptar una acción que perjudique a los humildes.
¡Chávez es garantía!
¡El 26 Chávez!

20.9.10

FIDEL: LA AUDACIA QUE FUNDA

Con motivo de su cumpleaños mucho se ha escrito y hablado de Fidel, son ochenta y cuatro años que la historia analiza con los lentes del afecto y del asombro.
Fidel volvió al camino con su adarga al brazo, tal como corresponde a los grandes de la humanidad. Ahora está en el centro de la política internacional, alerta conflictos nucleares y avisa la hecatombe ecológica, pide Libertad para los Cinco, da entrevistas, manda mensajes a Obama. Su vida es una cátedra de Revolución que debe ser estudiada por todos. Veamos algunas enseñanzas de Fidel.
Una, es la audacia teórica y práctica. El asalto al Moncada es una lección de la capacidad de riesgo que debe acompañar a un revolucionario. No hay posibilidad revolucionaria sin riesgos. Se puede decir que toda revolución está precedida por acciones riesgosas, cruciales, definitorias.
Lenin dio muestra de esta capacidad cuando se traslada al escenario de la Revolución en el “tren sellado”, y al llegar a la Rusia insurrecta derrota las pretensiones de avanzar sólo hasta lo permitido por el sistema burgués, y corrió la hermosa aventura de construir un mundo nuevo, hacer que la Humanidad vuele por terrenos de esperanza.
El 4 de febrero fue un asalto a las convenciones que ataban a Venezuela al pacto de punto fijo. La audacia, el desprendimiento, el riesgo de aquellas horas, aún hacen vibrar a los corazones de los honestos, y nunca serán perdonados por los mezquinos que vieron alterada su cómoda sumisión.
El Cuartel Moncada fue, en ideas del Che escritas en el campo de batalla, “un asalto a la oligarquía y a los dogmas que aplastaban la posibilidad revolucionaria en los países sin desarrollo del proletariado”. Aquel dogma que dictaba la necesidad de bloques dirigidos por unas supuestas burguesías nacionales, fue sustituido por un dogma, una definición fresca y revolucionaria: “El deber de los Revolucionarios es hacer la Revolución”.
Y este nuevo dogma es la segunda enseñanza de Fidel: siempre el revolucionario debe intentar hacer la Revolución. Las condiciones para hacer la Revolución surgen del intento revolucionario. Aquellos que se sienten en la puerta de su casa a esperar las condiciones no tienen una actitud revolucionaria.
La tercera enseñanza nos la da Fidel en el ejercicio del poder. Allí la Revolución Cubana nos da lecciones importantes: Los cambios materiales, en las relaciones de producción fueron dirigidos a apuntalar el espíritu social que con los barbudos bajó de la Sierra.
Hoy se discute, después de cincuenta años, lo acertado de las socializaciones de la Revolución Cubana. Algunos dirigentes creen que se equivocaron generalizándolas, nosotros, con el respeto debido a la trayectoria, creemos que esa política fue acertada: así se consiguió el impacto que permitió el cambio indispensable de conciencia
La cuarta enseñanza de Fidel, se resume en la actitud rebelde, irreverente de ese pueblo capaz de rescatar a Elian, entender carencias, de pararse firme frente al monstruo del norte en la crisis de los misiles.
¡Fidel y Chávez son Socialismo!

19.9.10

¡MALDITA TEORÍA!

El rechazo a la teoría, al pensamiento, es un fenómeno que se presenta en las Revoluciones. Nace de la postura anarcoide, cuya esencia es la renuncia a la organización, a la dirección. Es un culto al espontaneísmo.
Entre nosotros este rechazo tuvo su florecimiento con el escepticismo que acompañó a la derrota revolucionaria de los años sesenta. Ese trauma incomprendido llevó a muchos a renegar del sueño, de la teoría, del pensamiento, de la voluntad de dirección. Fue algo así como un despecho que se mantiene hasta nuestros días y aún nos impregna.
El capitalismo, siempre sabio en su dominación, profundizó la grieta y consolidó “la teoría de la antiteoría”, a sabiendas que una Revolución sin teoría tarde o temprano perece, saben que un movimiento espontáneo, sin dirección y sin teoría es fácilmente atrapable, no pasará de ser un inmenso motín, sin peligro para el sistema. Ese fue el caso del 27 de febrero.
Los explotadores saben que la teoría revolucionaria es el pilar fundamental de su derrota, por eso la deforman y persiguen a sus elaboradores. No es casualidad que el hombre más odiado y perseguido por la burguesía sea Carlos Marx, el pensador revolucionario más importante de la historia.
Ellos, concientes de que la sociedad la dirige la teoría definida y clara, intentan impedir que la insurgencia la construya, difunden el facilismo de la improvisación.
De allí que la burguesía, sobre el desencanto que la derrota del sesenta produjo en las fuerzas revolucionarias, consolidó el rechazo a la teoría. El término pasó a ser un insulto, un arma para la descalificación. Mucho daño ha causado esta postura. A la primera discrepancia se apela al descalificativo y, con ese artificio argumental, se castra la discusión creadora.
Es necesario recuperar el valor de la teoría, rescatarla del rincón del desprecio. Esforzarnos por entender la teoría que nos dejaron los procesos revolucionarios anteriores, interpretar, a la luz de ese conocimiento, el momento, aportar ideas a la discusión.
Sabemos, por la experiencia histórica, que un movimiento revolucionario sólo es derrotado si antes fue derrotado en la teoría. No hay derrota revolucionaria sin derrota de la teoría, de allí la importancia que tiene la discusión y el estudio.
La teoría no es contemplación, es, parafraseando a Gramsci, la más poderosa de las acciones prácticas. Sigamos las enseñanzas de Marx: “se trata de cambiar al mundo” de usar la teoría como palanca para la transformación. Pero no olvidemos que sin teoría revolucionaria no habrá práctica revolucionaria. Tan perjudicial es la teoría contemplativa, como la práctica sin rumbo.
Esta Revolución nuestra, tan importante para el destino de la Humanidad, debe hacer de la teoría el eje de su actividad práctica. Esa es la única manera de triunfar en la difícil tarea de enfrentarnos al capitalismo mundial para superarlo.
Recordemos siempre que un vacío en la teoría revolucionaria será llenado por la teoría burguesa en sus variadas caretas, y sin percatarnos estaremos caminando por algún atajo hacia la restauración del capitalismo.
¡El 26, Chávez!