6.11.10

LA PEQUEÑA BURGUESÍA

Es una clase intermedia, una franja de amortiguación entre la clase capitalista y las clases depauperadas.
Es una clase que aspira y teme: aspira al ascenso individual, y tiene terror al empobrecimiento que la amenaza todos los días. De allí surgen sus principales características:
Es una clase individualista, muy egoísta, que aunque físicamente permanece en esa franja intermedia, entre empresario y pobreza, su alma, su corazón, se eleva a la situación que aspira: a la clase alta capitalista. Su realidad es, de aplastada por la losa capitalista, pero su espíritu es de magnate.
El fundamental componente de su ideología es la creencia en la solución de los problemas sociales de manera individual. Envidia el llamado “sueño americano”, y de esa ilusión apaciguadora impregna a toda las capas expropiadas.
Difunden por todos sus medios de deformación la falsa idea de que en el sistema capitalista quien no asciende es porque no se esforzó, que es posible mediante “la magia” del trabajo individual salir de una situación de miseria y llegar a ser hasta gerente exitoso de una transnacional. Prestigian esa vía de ascenso de muy poquísimos individuos, como una solución a los problemas sociales.
Viven la contradicción de no tener para pagar el condominio y la obligación de pagar un carro para aparentar éxito ejecutivo. Entre la creencia en el ascenso social y la realidad de estar encadenado a un puesto, sometidos a los sadismos de un jefe incapaz, tan frustrado como ellos. Todos angustiados, todos simulando un éxito huidizo.
La pequeña burguesía es la principal clase defensora del sistema capitalista:
Desvanece la necesidad Socialista, porque si se puede ascender individualmente, entonces el sistema capitalista no es malo, malo son los individuos que no luchan.
Al propugnar la lucha individual, siembra dispersión y egoísmo en las clases motoras del cambio revolucionario, impidiendo la necesaria unión para el salto revolucionario.
Pero el mayor daño que hace esta clase a la posibilidad revolucionaria lo hace por vía de sus intelectuales. Éstos producen teorías de apariencia revolucionaria, con lenguaje y aroma de cambio, pero que esconden una profunda deformación de la teoría revolucionaria y, por tanto, un inmenso obstáculo a la Revolución.
Las teorías pseudos revolucionarias de la pequeña burguesía son expresión de su realidad contradictoria:
Por un lado, sus teorías plantean la superación del capitalismo, esta faceta emana de la realidad que los oprime.
Pero, por otro lado, sus teorías plantean formas y vías impracticables. Este componente de su teoría emana del profundo terror que sienten a superar el campo capitalista donde mora su corazón.
En resumen, son capitalistas de corazón pretendiendo hacer Revolución.
En lo político, plantean la desorganización anarcoide, por eso no van más allá de una maquinaria electoral, o de un motín.
En lo económico, plantean formas nosociales de propiedad teñidas de populismo, por eso combaten la Propiedad Social administrada por el Estado.
En lo social, una fragmentación de la sociedad en egoístas, en grupos aislados.
Su acción va preñada de deslealtad.
¡Con Chávez, con lo que Chávez decida!

5.11.10

LA ÚLTIMA TRINCHERA

El capitalismo ha conseguido convertir a la humanidad en un gigantesco mercado donde todo lo material y lo espiritual devino en mercancía, susceptible de ser vendida o comprada. De esta forma, el humano-mercancía se transformó en el principal enemigo de sí mismo.
Este proceso de deshumanización, que comenzó hace miles de años con la posibilidad de la apropiación del trabajo ajeno, nos conduce a la extinción y nos condena a una vida miserable.
El capitalismo, tenaz, ha conquistado todas las expresiones del humano, de la vida en sociedad. La toma de lo material fue acompañada del asalto a lo espiritual, todo sucumbió al avance de la mercancía: la religión, el arte, la imaginación, todo se rindió al altar del dinero. El mundo comenzó a girar cada vez más por el dinero, la mercancía, el mundo de las cosas aplasta al mundo del humano, el interés del capital prevalece sobre el interés de la humanidad.
Se hacen guerras en beneficio del capital, no importa que sean espantosos genocidios de humanos y de culturas. Se intoxica a la humanidad con fármacos y alimentos artificiales para aumentar las ganancias de las bolsas de valores. Las drogas y las armas engordan las cuentas de los capitalistas y destruyen a la juventud que no tiene lugar en el sistema de las mercancías.
En esta batalla de la Humanidad, que se resiste a la degeneración capitalista, al suicidio que es el camino de las mercancías, sólo queda un bastión, un refugio: “El Amor Materno”, la Máter …
El Amor Materno es la última trinchera contra el egoísmo capitalista, y la primera trinchera en la ofensiva Socialista, por eso le ha costado tanto al capitalismo conquistarla, es la reserva de la especie. Allí, en el Amor Materno, se libra la última batalla de la humanidad. Veamos.
León Zitchner asimila el amamantar de la madre con las bases más íntimas del Socialismo. Nos dice: …“allí entonces cada uno recibiría de acuerdo a su necesidad y daría acorde con su capacidad.
Pero esa forma social, tan humana como difícil de ser recreada, es la que en la infancia del niño todo hijo vive con la madre mientras ella lo amamanta y lo arrulla, donde le da todo al hijo sin pedir nada a cambio, sin equivalente, por amor al arte, sólo por el gusto amoroso de colmarlo en el acto en que al darse ella misma se colma”…
El capitalismo intenta tomar la última trinchera, derrotar a la humanidad. Ataca el amamantar, lo reduce a un mero problema de alimentación material, sustituible por fórmulas industriales.
Pretenden equiparar el hogar a una empresa. El derramamiento amoroso que allí ocurre, asimilarlo con el trabajo de una fábrica. Algunos piden remunerarlo, transformar el último reducto del amor en mercancía.
Las Revoluciones deben proteger al Amor Materno, a la familia amorosa, luchar contra la familia autoritaria. Ese será el núcleo de la liberación humana.
El Ministerio de la Mujer debía ser el Ministerio de la Madre o, más directamente, el del Amor Materno.
¡Chávez es Socialismo!

4.11.10

ABRIL ES EL CAMINO

La confrontación es inevitable, y se decide en la movilización de las masas. Los oligarcas intentan movilizar con su odio, nosotros debemos movilizar a los humildes, tal como en Abril, para defender el derecho a la vida, a decidir nuestro destino, a tomar el camino de nuestra redención.
En la movilización revolucionaria está la clave del éxito, debe ser consciente y constante, sólo así acumulará la fuerza espiritual necesaria para enfrentar las ofensivas oligarcas.
El pueblo movilizado, en la calle, aprende, entiende al Socialismo, lo siente en la piel, lo vive. La movilización es una escuela infinita de Revolución.
La movilización no sólo es una marcha, son también las jornadas de estudio, de Trabajo Colectivo Voluntario, las vigilias, las brigadas de solidaridad internacional, el respaldo militante a las socializaciones, las jornadas de unión de los barrios con la fábrica. Es también la movilización individual, la revisión interna de cada uno, la derrota de los vicios que el capitalismo instala en el alma, la visión mezquina de la vida, el egoísmo que nos despedaza y nos convierte en una simple suma de fragmentos manipulados, esclavizados.
La Conciencia del Deber Social es el cemento de las movilizaciones y las movilizaciones, a su vez, son escuelas formadoras de esa conciencia.
En Abril el pueblo movilizado demostró su alta reserva de humanismo, de grandeza, de entrega a un ideal. Demostró que tiene pasta de gigante, que aquí está la base espiritual para construir el Socialismo, que la empresa no es una quimera.
En diciembre el pueblo movilizado demostró que sabe reconocer a sus enemigos y a sus líderes. En esos días de penuria y batalla, los humildes fueron herederos del Ejército Libertador, el que cruzó Los Andes y venció en Ayacucho, esos días los Bravos de Apure se multiplicaron en las calles de Caracas y de toda Venezuela. Nadie pensó en otra cosa que en defender la dignidad y el decoro de la Patria que la canalla oligarca mancillaba.
Ese espíritu debe guiarnos en la lucha contra la perenne agresión de los oligarcas, contra el plan del golpe fascista que se desarrolla frente a nuestros ojos. Todos los días aparece en la prensa escuálida el llamado al golpe, el susurro a militares, la deformación mediática.
Ahora aparecen los atentados desestabilizadores, sin duda lo de la directiva de fedecamaras es hechura de la CIA, puede ser que usaran hampa común, pero el cerebro es gente como posada carriles, que nadie se engañe.
Sabemos que los gringos, amos de esta oposición, son expertos en cometer crímenes que endosan a los gobiernos que quieren desestabilizar. Allí está el Maine, el ataque del Golfo de Tonkín, el engaño de las Torres Gemelas de New York, y el Comando Conjunto de Operaciones Especiales, denunciado por Fidel como organismo gringo para asesinatos selectivos en todo el mundo.
Sólo un pueblo en Revolución, movilizado, imbuido del espíritu de Abril y de Diciembre, podrá hacer frente a sus enemigos tradicionales, a sus verdugos.
¡Chávez es garantía!
¡San Pedro Alejandrino no se repetirá!

3.11.10

EXPROPIACIONES QUE SOCIALIZAN

Las llamadas expropiaciones de los medios de producción, que podrían nombrarse también nacionalizaciones, patrializaciones, o mejor aún, socializaciones, constituyen un paso importantísimo en la construcción del Socialismo. Veamos.
Cuando la Revolución expropia medios de producción, lo que hace es pasar la propiedad de lo expropiado, que en ese momento pertenecía a una fracción de la sociedad (propietarios capitalistas), a propiedad de toda la sociedad administrada por el único que puede hacerlo en nombre de toda la sociedad: el Estado Nacional.
Este paso significa que el trabajador de una fábrica expropiada, que antes trabajaba para los capitalistas y se enriquecían a costa de su tiempo, sudor y vida, ahora trabaja para toda la sociedad. De esta manera su esfuerzo enriquece a la sociedad toda, que a través del Estado puede repartir con equidad esa riqueza, de acuerdo con las necesidades de todos.
Este trabajador se beneficia de dos maneras: de su salario, en tanto trabajador, y de los beneficios sociales, en tanto miembro de la sociedad.
Además, y muy importante, se beneficia porque su trabajo deja de ser alienante y se transforma en un realizador de las mejores cualidades humanas.
El trabajo en el capitalismo beneficia sólo a un grupo de capitalistas, y convierte al trabajador en un ser extrañado de sí mismo. El trabajo lo transforma en una máquina de producir mercancías, y consume su vida en la producción de algo que no le pertenece, le es ajeno, se vuelve contra él.
El trabajo en el Socialismo, y hoy la fábrica socializada (nombre que abarca el fenómeno), es territorio de trabajo y construcción socialista, reencuentra al hombre con el producto de su trabajo: ahora éste trabaja para la sociedad de la cual forma parte, conoce el objetivo, el fin de su trabajo, el producto no le es extraño, trabaja para sí mismo en tanto miembro de la sociedad.
Además, las socializaciones permiten la planificación socialista, que en palabras del Che es: “la primera posibilidad humana de regir las fuerzas económicas”.
La propiedad social, las socializaciones de los medios de producción, son un paso importantísimo sin el cual no es posible la construcción del Socialismo. Por eso la Revolución debe darles su justo lugar.
Los obreros deben entender que ellos son la vanguardia de los cambios que marcarán el camino de la redención de esta sociedad y de la salvación de la humanidad. Allí en la clase obrera se escenifica la lucha más importante de esta Revolución. No es por azar que la oligarquía intente que los obreros, una vez más, defiendan los intereses burgueses y se transformen en sus propios verdugos.
El pueblo debe acompañar las Socializaciones, los barrios deben visitar esas fábricas, unirse a los obreros, hacer trabajo voluntario junto a ellos, entrelazarse, aprender la disciplina del trabajo en equipo.
Los consejos comunales deben unirse a las fábricas, conocer, por ejemplo, de dónde salen las cabillas, el cemento para sus casas, y que los obreros sientan, palpen, el destino de su trabajo.
¡Chávez es Garantía!

2.11.10

VIENTOS FASCISTAS

Los resultados de las elecciones del 26 envalentonaron a las fuerzas opositoras y delinearon con precisión los campos y los objetivos. Ya sabemos que la Revolución no tiene otra opción que ir hacia el Socialismo, y los burgueses no tienen más alternativa que truncar a la Revolución.
Ahora debemos determinar cómo, de qué manera los oligarcas pretenden salir del Gobierno Revolucionario, de Chávez. En el campo escuálido se impone la vía fascista. Veamos.
La dirigencia oligarca tatuó en su base social el odio a Chávez y a la Revolución, en ese odio fundamenta el apoyo. Ahora el monstruo que crearon les gobierna, les dicta el camino, exige violencia, sangre, venganza, en otras palabras, exige fascismo. Es así, el verdadero dirigente oligarca, el que dicta las pautas a la mesa oligarca, es su base envenenada, a ella obedecen.
Los oligarcas se deslizan hacia el fascismo, sembraron vientos y ahora cosechan tempestades. Estudiemos un ejemplo.
Unos dirigentes de fedecamaras fueron, previa balacera, secuestrados. Inmediatamente salen los voceros oligarcas a responsabilizar del hecho al Chavismo. Teodoro, de forma irresponsable pero comprensible en un renegado, fue el primero en lanzar la infamia, lo secunda fausto massó, y por allí sigue el flujo.
Si a alguien debemos atribuir el atentado a fedecamaras es a la derecha fascista que transita esos caminos, siembra esos vientos, y arrastra nariceados a los timoratos dirigentes de la mesa. No olvidemos al terrorista Chávez Abarca, contratado para realizar este tipo de planes.
El modus operandi es típico del fascismo, es previo a un golpe, ya lo usaron en la Chile de Allende con el asesinato de Schneider para desestabilizar aquel gobierno. El modelo es el mismo.
Pretenden crear la imagen de ingobernabilidad, es un complemento al gobierno paralelo que construyen desde la mesa. Es decir, lo de fedecamaras no es un hecho aislado, forma parte de un plan que está en ejecución y domina la política oligarca, tiene la aprobación de su base envenenada y el beneplácito de los gringos.
¿Qué debemos hacer los Revolucionarios?
Lo Primero, desechar las ilusiones de una posible conversión democrática de los oligarcas, al contrario, su objetivo es yugular a la Revolución de forma violenta, lo necesitan para aplastar el ejemplo, borrar el sueño libertario.
Segundo, no hay conciliación posible entre el capitalismo y el Socialismo, entre la Conciencia del Deber Social y el egoísmo capitalista, entre la política oligarca y la política revolucionaria, entre la forma de organización socialista y la forma de organización capitalista, entre la Propiedad Social de los medios de producción administrada por el Estado nacional y las formas de propiedad nosocial de esos medios.
Tercero, sólo la profundización de los cambios socialistas y la nitidez de la ideología que los dirija, nos dará la fortaleza necesaria para enfrentar la arremetida fascista.
Cuarto, entender que el Socialismo es ante todo un cambio en la Conciencia de Sociedad, que todas las acciones revolucionarias deben evaluarse por la elevación de esa Conciencia.
¡Chávez es Socialismo!

1.11.10

LOS ERRORES GRAVES DE UNA REVOLUCIÓN

Los errores, los fracasos, las derrotas, son inmanentes al proceso revolucionario, propios de la actividad humana y, con más razón, de los procesos que fundan sociedades. Podemos afirmar que toda Revolución es precedida por derrotas que la aceran. El asunto está en qué área se cometen y cómo procesarlos. Veamos.
Los errores no se deben ocultar, deben ser el centro de la crítica imprescindible para avanzar, al contrario, debemos sospechar del que nunca se equivoca, de aquel que no yerra.
Un proceso revolucionario, por definición, cometerá muchos errores, así lo dicta la experiencia histórica y el buen pensar. Ahora bien, donde el error causa estragos irreparables es en la ideología, desde allí se distorsiona la práctica y se extravía el rumbo, los procesos se devuelven a lo viejo.
Los errores que no lesionan la esencia ideológica de la Revolución, se pueden corregir, no tuercen el rumbo, mantienen la posibilidad del proceso.
Un ejemplo a estudiar es la Unión Soviética, que estableció el Capitalismo de Estado, buscando resolver dificultades económicas. En el retroceso impuesto por la realidad cometieron error en la ideología. El Che, agudo crítico de ese proceso, dice:
“..el proceso de nacionalización es dinámico y debe contar con la oposición de las clases dominantes, en cierto momento se impone una tregua, pero lo que aquí se está expresando no es una tregua sino una retirada
…No se toma en cuenta el hecho de que cada sistema económico conlleva una moral propia. (SN) Navegar en las difíciles aguas del capitalismo de estado para crear el socialismo exige una escrupulosa vigilancia moral sobre los cuadros. Por el contrario, el resultado ha sido que los cuadros se aliaron al sistema, constituyeron una casta privilegiada...”
Más adelante el Che reflexiona y dice:
“… aquí se podía preguntar si no se puede hacer valer lo que Lenin decía para los pueblos atrasados de si ¿no se podrá saltar completa una etapa?”
La discusión del Capitalismo de Estado que hace el Che es muy importante en la definición del rumbo de la Revolución Bolivariana. Debemos preguntarnos ¿Cuál es la esencia del asunto, en qué debemos pensar para tomar las decisiones?
El Che responde la interrogante:
“No hay nada económicamente imposible, lo que se debe averiguar es si algo es compatible con el desarrollo de la conciencia socialista.”
Las conclusiones están claras:
No se puede superar el Capitalismo de Estado usando las armas melladas del capitalismo, estimulando capitalismo, conciencia egoísta, eso sería un retroceso descomunal frente a las dificultades, suicidarse en primavera…
Segundo, el Capitalismo de Estado se puede saltar, como pensaba el Che, pero debe ser un salto adelante, esto es, con más Socialismo, más conciencia, estímulos morales, por sobre los estímulos materiales directos, nunca, un salto atrás, con más capitalismo.
Estos asuntos tienen un fondo ideológico que es imprescindible que se discuta, esa es la manera de mantener el rumbo. Recordemos que un extravío en lo ideológico lleva a errores graves.
¡Chávez es Socialismo!
¡Venceremos en Septiembre!

31.10.10

¿CÓMO HACER LO QUE HAY QUE HACER?

Las revoluciones suceden fundamentalmente en el alma, en la cultura… aunque también en la economía, en la organización social y política. Todo puede cambiar, se pueden socializar industrias, se pueden formar comunas, se pueden construir partidos, bienvenidos esos cambios, pero si no cambia el alma, la conciencia, la cultura, no se puede hablar de Revolución.
Es así, las medidas revolucionarias, los cambios de cualquier tipo deben tener como objetivo el cambio profundo de las relaciones entre humanos, transformar en luz fraterna lo que el capitalismo talló egoísmo que esclaviza.
De allí que sean muy importantes las modificaciones que la Revolución hace, pero más importante aún es la manera como esos cambios son sentidos por la masa. Este es el centro de la batalla contra la restauración oligarca. La correcta comprensión que el pueblo tenga de los cambios tonificará sus fibras revolucionarias, pero una mala presentación de las medidas será transformada en miedo por la oligarquía.
Si vamos a socializar una fábrica, por ejemplo, este hecho tan importante para la construcción del socialismo debe ser bien explicado al pueblo, inscribirlo dentro de un plan general, exponer la importancia que tiene para la sociedad controlar esa producción, publicitar las condiciones de trabajo del obrero en el capitalismo, y el daño que hace a la sociedad la propiedad nosocial de los medios de producción.
Debemos explicar que la propiedad social es la única posibilidad de que la humanidad, por primera vez en la historia, controle su destino, su economía, pueda planificarla y liberar las extraordinarias fuerzas espirituales y materiales de la producción en común para el consumo común.
Explicar la imposibilidad de cambiar la vida sin cambiar la propiedad mezquina que se nutre del trabajo ajeno, y explicar de qué manera la propiedad de toda la sociedad cubre con su manto maternal a todos los individuos.
Las acciones revolucionarias deben ser comprendidas y acompañadas por la masa. Una socialización debe impactar el espíritu de toda la sociedad, transformarse en cátedra de Socialismo, siempre debe ser entendida como un avance programado de la Revolución.
Avanzamos en las socializaciones, es lo que hay que hacer, son parte del camino al Socialismo. Ahora bien, al socializar algo, inmediatamente se abre un campo de batalla que va más allá de lo económico, se escenifica en el espíritu social, en la conciencia colectiva, y ya sabemos que ese es el principal campo de la confrontación con la restauración capitalista.
Cada socialización debería ir acompañada de una fuerte campaña explicativa, de concientización. Exponer nuestras fortalezas, nuestras debilidades y la necesidad de dar el paso. Que el pueblo entienda que lo damos con la seriedad del que sabe adonde se dirige.
El enemigo oligarca aprovecha cualquier acción nuestra para, sobre ella, cabalgar una campaña de desprestigio y manipulación. Ellos presentan batalla allí donde saben que pueden sembrar miedo y crear confusión. Entonces, es allí que debemos combatir con fuerza para impedir que el gran paso de las socializaciones se nos revierta y nos perjudique.
¡Chávez es Socialismo!