4.12.10

TRES TRISTES FANTASMAS (Sábado 04-12-2010)

Tres fantasmas recorren a la Revolución Bolivariana, es hora de comentarlos.
Primer fantasma: La Revolución Soviética, Stalin, Cuba y demás sustos. Este fantasma es esgrimido por la derecha tradicional, la de siempre, la que cuenta en sus filas a zuluaga, a henry falcon, leopoldo, teodoro, maríacorina. Todavía repiten que los revolucionarios comen niños y les quitan las chupetas en la puerta de los colegios.
Pero también es esgrimido por filosofastros y por los que pasan la talanquera por debajo, reptando. Éstos, frente a cualquier planteamiento revolucionario: Lucha de Clases, HEGEMONÍA de la Propiedad Social de los Medios de Producción administrados por el Estado Nacional, Conciencia del Deber Social, reconocimiento del valor de Lenin, del Che, brincan blandiendo su mejor arma: ¡Soviéticos! ¡Totalitarios!
Son las mismas armas con las que han perseguido a los revolucionarios desde 1917, no hay revolucionario en el mundo que no haya sido blanco de ellas.
El segundo fantasma es más impreciso, se trata de la lucha contra la burocracia que los caza fantasmas asimilan al aire acondicionado, o a cualquier puesto ejecutivo, de esa manera consiguen arremeter contra el gobierno, evitando por ahora, mostrarse contra Chávez. Así suman chavistas incautos.
El mal funcionamiento de la burocracia, “el burocratismo”, es sin duda un problema, pero también es cierto que es un objetivo subalterno. Veamos.
Imaginemos que se solucionan los problemas de la burocracia, que ésta comienza a funcionar “muy bien”, como en Estados Unidos, o en Alemania, pero permanecieran las relaciones sociales propias del capitalismo, es decir, los capitalistas se expandieran, la conciencia egoísta y la propiedad nosocial sean las hegemónicas… ¿Entonces estaríamos en Socialismo? O, por el contrario, erramos el objetivo, y con esa distracción abrimos las puertas a la restauración?
Ahora imaginemos que las relaciones sociales capitalistas son sustituidas por relaciones Socialistas, que la Propiedad Social entrelazada con la Conciencia del Deber Social es Hegemónica, en ese caso estaríamos acercándonos al Socialismo, y los problemas del mal funcionamiento de la burocracia se solucionarían.
Entonces, la conclusión es fácil, la lucha contra el burocratismo es subalterna, esos males dependen de las relaciones sociales, sustituirlas, he allí el objetivo principal de la Revolución. No olvidemos que si erramos el objetivo, descuidamos la batalla principal, estaremos caminando al fracaso.
No es la primera vez que los revolucionarios yerran el objetivo principal. Recordemos el 23 de enero del 58, la batalla principal era por el control político, por formar gobierno. Y el pueblo, con una dirección errática, extravió el tiempo persiguiendo a los fantasmas de ese momento: los esbirros de la Seguridad Nacional. En ese empeño, distraído, gastó sus energías…y el gobierno lo formó la oligarburguesía capitaneada por eugenio mendoza, los amos del Valle siguieron siendo amos del Valle por medio siglo más.
Otro fantasma es querer separar la teoría de la práctica, y prestigiar a esta última. Desconocen que teoría y práctica revolucionaria se funden en la praxis, son inseparables. Práctica sin teoría es ejercicio inútil, teoría sin práctica es desperdicio.
¡Chávez es Garantía!

3.12.10

TRAGEDIAS Y OLIGARQUÍAS (Viernes 03-12-2010)

No es la primera vez que la oligarquía aprovecha fenómenos naturales para sus fechorías políticas. Lo hizo desde el propio nacimiento de estas repúblicas americanas. Recordemos que en el terremoto de Caracas de 1812 difundieron la patraña de que aquello era castigo de Dios, lo que obligó al joven Bolívar a refutar la infamia con su celebre: “Si la naturaleza se opone lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca”.
Pero casi dos siglos después en 1999, cuando la vaguada del litoral central, en momentos en que se aprobaba la Constitución, los mismos clérigos fieles a los imperios repitieron la mentira, quisieron manipular en coyunda con los medios de nocomunicación. A Dios gracias, fueron derrotados.
Ahora con las dificultades de las últimas lluvias regresan los heraldos negros oligarburgueses a tratar de aprovechar la tragedia para hacer demagogia y manipulación con los que sufren. Saben que la conmoción de la desventura es terreno propicio para el engaño, llegan como buitres a sacar provecho de las penurias de los que ellos despojaron.
La situación es gravísima, más por lo que presagia que por lo que hoy sucede. Veamos.
La sequía que nos colocó en emergencia eléctrica, las lluvias exageradas de hoy, son señales dramáticas del desajuste climático que padece el planeta. Ya lo han dicho los grandes pensadores: el desequilibrio ecológico pone en peligro la vida en el mundo, que corre riesgo de extinción. Lo que sucede hoy son señales de lo que vendrá mañana.
Es sabido, ya está estudiado, la Tierra no aguanta más la agresión de la humanidad capitalista, no es soportable la contaminación, la elevación del CO2 atmosférico, la desertización.
Las grandes compañías contaminantes, los países industrializados, no están interesados en soluciones, su único objetivo es reproducir el capital, acumular riqueza, no importa a costa de qué. Pagan muchos millones para mantener oculta la gravedad de la situación.
Vemos con estupefacción que suceden cumbre tras cumbre y no aparece ni siquiera una esperanza, ni la mínima voluntad de enmienda. Sólo proclaman que la humanidad se enfrenta al mayor peligro de toda su historia, ya es imposible ocultar la calamidad. Sin embargo, el capitalista dirige a la humanidad al patíbulo, deslumbrada en la paradoja de consumismo y miseria.
¡Hay solución! Los organismos de la ONU, encargados de buscar salidas al desastre mundial profetizado, llegaron a la conclusión de que la vía era el Socialismo: la demostración era Cuba. Aquella sociedad integrada, ha conseguido superar pruebas que, sin duda, hubieran arrasado a una sociedad fragmentada.
Todo está revelado: el capitalismo produce desequilibrios severos, éstos producen tragedias cada vez más frecuentes y cada vez más profundas. La solución reside en el camino al Socialismo.
De allí que, los que trabajan por el Socialismo, lo están haciendo por construir un futuro viable para la humanidad, sólo una sociedad integrada podrá hacer frente al desequilibrio ecológico. Sólo los revolucionarios se importan, hoy y en el futuro, de la felicidad de los humildes. Los oligarcas los pretenden engañar de nuevo con espejitos.
¡Chávez es Garantía!

2.12.10

LA CONCIENCIA NO ES ESPONTÁNEA (Jueves 02-12-2010)

La relación entre la conciencia y la existencia es objeto de discusión entre los revolucionarios. El asunto es muy importante, de la respuesta depende el éxito de una Revolución. Estudiemos.
Lo primero que encontramos es que la relación entre existencia y conciencia no es directa, significa que una existencia miserable no determina una conciencia revolucionaria de manera automática.
Lo segundo, observamos que la conciencia, la ideología de las clases dominantes, migra hacia las clases explotadas. Es así que las conseguimos colonizadas por la ética, la moral de la dominación. Dentro de la clase social explotada, las relaciones entre los individuos son regidas por los patrones de conducta de la dominación.
Esta capacidad de impregnar con su ideología, con su conciencia al resto de la sociedad, es lo que la hace dominante. Una clase social es hegemónica cuando sus valores, sus creencias, impregnan y conducen a toda la sociedad. En el caso del capitalismo lo dominante es el egoísmo, la fragmentación, el individualismo, la visión confinada al mezquino entorno, el beneficio inmediato, la falta de sentido de sociedad.
Esa es la principal fuerza de la clase dominante, del sistema capitalista, sobre esa fuerza se sostiene. Sucede así la paradoja de víctimas defendiendo a sus verdugos, sosteniendo el sistema que llena de miseria a la Humanidad.
Entonces, la Revolución es el cambio radical de esa conciencia, de esa ética, de esa ideología, en resumen, el cambio de la cultura de sumisión-dominación, por la conciencia, la cultura de la liberación. No es posible una Revolución, no es pensable la liberación del humano sin ese cambio de conciencia, de ética, de ideología, de cultura.
Podemos medir el avance, el éxito de una Revolución, midiendo el avance en esta sustitución cultural, todas las acciones de los revolucionarios deben tener como objetivo central esa sustitución cultural.
Esta sustitución no es espontánea, así como no es espontánea la dominación. Los capitalistas mantienen un costosísimo aparato de manipulación para sostener su dominio sobre el alma social. La televisión, radio, prensa, las universidades, la escuela, la iglesia, la cultura, todo al servicio de la colonización de la conciencia, de instalarla, perpetuarla, reproducir la cultura de la dominación-sumisión.
Saben que es en el espíritu donde se sostiene la dominación, y que es allí donde ocurre la principal batalla por la hegemonía social.
La Revolución debe construir mecanismos de desintoxicación espiritual que hagan frente a la manipulación capitalista.
El ejemplo de la vanguardia es uno fundamental. La épica de la vanguardia abre caminos hacia lo profundo del alma social. La austeridad, la fraternidad, la disciplina, la lealtad, la entrega a la causa social, tienen su principal cátedra en la conducta de la vanguardia. Estos valores son fundamento de la batalla contra el imperio.
Los próceres pudieron dirigir a la sociedad en la Revolución de la Independencia, porque se hicieron leyenda soportada en sus valores, conducta, entrega a la hora del combate contra el imperio.
¡Chávez es Garantía!

1.12.10

LA ZONA ESPIRITUAL (Miércoles 01-12-2010)

La Zona Espiritual Socialista, santuario en las dificultades, estímulo para el avance de la Revolución, es una acción material capaz de reflejarse, de clavarse con fuego fundador en el alma de la masa. No son acciones materiales aisladas, son, al contrario, corrientazos que asombran y conmueven lo más hondo del corazón popular.
Esta Revolución tiene las condiciones para construir esa Zona Espiritual, sólo nos falta evidenciar nuestra fibra más íntima, la pureza de la intención revolucionaria, el altruismo de sus motivos, lo noble de sus intenciones, en resumen: su amor auténtico por el desposeído.
Es allí, en el espíritu, donde la Revolución es invencible. El oligarburgués, hijo del odio, nada puede contra el amor revolucionario.
Para la Revolución es fácil demostrar que nunca se quiso tanto a este pueblo, nunca se le ha dado tanto amor, y nunca la riqueza de la patria estuvo más encaminada al bien de todos.
Barrio Adentro es muestra, más allá de la alta eficiencia médica, del profundo amor de la relación con el paciente. El trato humano que allí se dispensa es símbolo del amor revolucionario.
Las Misiones Educativas indican la intención de la Revolución de rescatar a los desposeídos de la ignorancia cavernaria en que los sumió la oligarburguesía para dominarlos mejor. Son prueba de la intención de dar al individuo las condiciones necesarias para el desarrollo de sus mejores cualidades humanas.
Esta Revolución tiene un líder como Chávez, que en la práctica ha corrido todos los riesgos por la causa del pueblo, ningún otro tiene credenciales que son garantía de que no tomará decisiones que perjudiquen al humilde para favorecer al oligarburgués.
Tenemos las condiciones para una nueva Campaña Admirable que labre en el alma popular la nueva Zona Espiritual, que sea estímulo, referencia a la hora de las dificultades, y en los momentos de sosiego alegría por lo construido, que sea trinchera moral en las difíciles tareas que nos esperan.
Estamos en el deber de demostrar que somos diferentes de los oligarburgueses, en todo, desde lo que comemos, lo que vestimos, nuestra ética, nuestra conducta, el desprendimiento y la relación entre nosotros. Estamos en el deber de demostrar que nos guían profundos sentimientos de amor.
Es hora de expresar en la práctica, con el ejemplo, hacia dónde vamos. Así como la humanidad necesita el modelo de la construcción de nuestro Socialismo, el país necesita la muestra de una Zona Espiritual que se refleje sobre toda la sociedad, que asombre por la armonía, donde el hombre viva en paz con el hombre, donde el trabajo de todos sea para el beneficio de todos.
El país requiere ver en la práctica las bondades de la vida en armonía socialista. Es necesario demostrar la fuerza material que representa el “amaos los unos a los otros”, la convivencia entre hermanos, la seguridad material y espiritual que de allí emana, las potencialidades de la sociedad integrada… su fuerza no tiene comparación con nada de lo vivido hasta ahora.
¡Chávez es Garantía!

30.11.10

¿HACIA DÓNDE VAMOS? (Martes 30-11-2010)

¿Hacia dónde vamos? Es pregunta fundamental de una sociedad. Pueblo que no se haga esa pregunta, que no intente responderla con rigor, es fácil presa de sus esclavistas. Veamos.
Nosotros en la Revolución Bolivariana debemos estudiar el asunto con la profundidad que impone la responsabilidad de no dejar perecer la esperanza, porque no es sólo nuestra, es de toda la humanidad.
La historia nos enseña que los procesos emancipatorios se impulsan con el pensamiento que construye, a partir de la realidad, la teoría destinada a hacerse praxis, es decir, práctica revolucionaria dirigida por teoría revolucionaria.
Eso es lo que hace Bolívar en el Manifiesto de Cartagena, allí fortalece la idea que da sentido a la Campaña Admirable. Los patriotas venían de un duro golpe, la pérdida de la Primera República, Bolívar sentía la caída de Puerto Cabello… Era necesario devolver el entusiasmo y la posibilidad a la causa patriota.
La Campaña Admirable, además de una brillante gesta militar, fue una operación dirigida al alma de aquel pueblo, una demostración de que la emancipación era posible, las dificultades siempre podían ser superadas.
Cuando Bolívar entra a Caracas, a escasos tres meses de haber comenzado la campaña, no sólo había vencido militarmente a los monárquicos, sino que había sentado el espíritu invencible de la Independencia, y demostrado que ésta era capaz de sobreponerse a las dificultades y seguir adelante. La idea libertaria era irreductible, a la larga vencería, estaba destinada a triunfar.
La Campaña Admirable creó el santuario espiritual de la Independencia, creó una zona de emancipación en el corazón del pueblo. Esa es la clave de la Independencia, y de cualquier Revolución: hacer creíble el sueño, sembrarlo en el alma popular.
La existencia de esa zona de emancipación espiritual hizo invulnerable a la causa independentista: pudo ser derrotada mil veces en el plano militar, pero en el alma popular tenía su cuartel rebelde perenne, su recuerdo, su referencia para reponerse y emprender de nuevo la batalla. La historia de la Independencia es la historia de la superación de las dificultades a partir del santuario espiritual.
Las Revoluciones necesitan estas zonas espirituales que apuntalen la contienda, que sostengan el amor del pueblo, que eleven su conciencia en los momentos difíciles.
Para la Revolución Cubana la zona espiritual fue la Sierra Maestra: en la Sierra se consolidó el espíritu revolucionario conquistado en el Moncada y el Granma.
Nosotros construimos nuestras zonas espirituales el 4 de febrero, el 27 de noviembre, en Abril y Diciembre.
Ahora las circunstancias reclaman que consolidemos nuestra gesta, es necesaria una zona espiritual que resuma a todas las anteriores. Que demuestre y sea vitrina de hacia dónde vamos, que sea ejemplo de la nueva relación entre los humanos, demostración de que el Socialismo es posible, necesario y que resuelve los problemas más importantes del individuo y de la humanidad: devuelve la condición amorosa del hombre, derrota al “hombre lobo del hombre”, construye “al hombre hermano”, borra la marca de Caín.
¡Chávez es Socialismo!

29.11.10

LAS DEFINICIONES TEÓRICAS Y PRÁCTICAS (Lunes 29-11-2010)

La situación política, independientemente del deseo de los actores, camina hacia nuevas definiciones. Todos los campos de la vida social se conmocionan buscando nuevos acomodos, las diversas fuerzas e intereses pugnan por una nueva hegemonía.
Los capitalistas asumidos arremeten con toda su fuerza contra el Gobierno Revolucionario, intentan desestabilizar, y en su afán no dudan en involucrar a la Fuerza Armada. Intentan dividirla, colocarla, en aras de una imparcialidad que nunca ha existido, al lado de los verdugos de los humildes, someterla a los designios del pentágono, la incitan a traicionar la patria y los ideales del Libertador.
Otros, renegados al servicio del capitalismo que ayer lo atacaban con fuerza, hoy tienen la tarea de transformar a los obreros en verdugos de la esperanza revolucionaria, estimulando dentro de los trabajadores manifestaciones que debilitan al gobierno. A veces tienen éxito y consiguen que los obreros, mal dirigidos, adopten posiciones que en el fondo son contra el gobierno y el Comandante Chávez.
Dentro de los dirigentes y los obreros, en esta hora que exige definiciones teóricas y prácticas, se mueven varias corrientes:
Unos pierden de vista la totalidad social y actúan como si el cosmos fuese su fabriquita, su contratito o el pequeño buró de su pequeño estado. Con esa actitud mezquina, propia de épocas de atraso, coinciden con las conductas de las tradicionales castas sindicaleras y politiqueras que tanto daño hicieron a la causa social, al tiempo que cambian su protagonismo, su papel histórico, por un plato de lentejas o un efímero triunfo táctico.
Otros se baten en las difíciles circunstancias de hacerse revolucionarios en medio de la brega de hacer Revolución. Luchan contra el espíritu capitalista, las conductas dominantes y dominadoras que nos habitan, y enfrentan las corrientes adversas a la construcción del Socialismo.
El gobierno, el Comandante Chávez, avanza hacia el objetivo de construir un mundo como lo soñaron los Libertadores, ese mundo es el Socialismo. Se toman medidas que tienen esa brújula, en el camino se aprende y se ajusta el rumbo. Hasta ahora la Revolución ha salido triunfante de todas sus circunstancias, siempre se ha protegido la posibilidad de seguir avanzando, eso es lo importante, mantener viva la opción revolucionaria.
El camino de la construcción del Socialismo exige definiciones de las clases sociales, de los dirigentes y de los individuos.
En esta hora, los capitalistas y los pequeños burgueses conocen muy bien su ubicación, se sitúan al lado de sus intereses, por defenderlos no tienen ningún escrúpulo.
Obreros, militares patriotas, intelectuales, campesinos y excluidos deben construir una alianza que enfrente al mundo capitalista y, sin extravíos tontos, asumir la defensa del liderazgo del Comandante y la tarea histórica de construir el Socialismo: una nueva cultura, la Conciencia del Deber Social, la Propiedad Social de los Medios de Producción administrada por el Estado Nacional, y la organización de tejidos políticos y sociales.
Sólo de esa manera podremos salir del círculo vicioso de luchas heroicas que son atrapadas por los dominantes.
¡Chávez es Garantía!

28.11.10

GUIÓN PARA UNA PELÍCULA INCONCLUSA (Domingo 28-11-2010)

El nombre puede ser: “La Historia Inconclusa” o quizá: “La Vida Triste de un Hombre Alegre”… No importa el nombre. El director y productor sería Hernán Rosales, la locación de filmación es muy importante, tiene que ser en Caracas. Veamos.
La historia comienza en una casita en el corazón del Ávila, fue construida por un hombre que decidió ser ermitaño, dedicado a contemplar la ciudad desde esa altura, a meditar, a tratar de salvarse y salvar de la hecatombe que el siglo anunciaba.
Es un pesimista redomado, temeroso del fascismo que puede volver. Mientras existan humanos el peligro es vigente.
Presenciemos un día de nuestro pesimista.
Se levanta muy temprano y se sienta a la sombra de un árbol de mango, desde allí contempla el amanecer y percibe a la ciudad tranquila, habla consigo mismo. Él es dos personajes de la película: él y él.
No hay tráfico, eso le dice él a él. Pero tampoco hay gente, le señala él a él. Todos se fueron de vacaciones, eso piensa él, pero no lo dice.
Tengo hambre, dice él en voz alta para que lo oiga él. Comeré de los mangos que quedaron de anoche, responde él.
Después de comer la fruta que alimenta a los dioses, vuelve al árbol, y cantan la internacional. Y él le dice a él: si esos inconcientes de allá abajo supieran que en la unión está el futuro, si alguien con prestigio les dijera que persiguiendo fantasmas perderán la oportunidad, si a ese alguien hicieran caso, el mundo sería mejor, más amoroso, y yo no tendría necesidad de estar en esta ermita, desnudo, comiendo mango y cucarachas.
Él tiene sueño, pero él tiene remordimientos de no haber dicho lo que tenía que decir cuando hablar era permitido, dejar pasar la oportunidad le muerde el alma.
Él tiene ganas de volver a la ciudad, hablar con la gente, quizá esta vez entiendan. Pero él le dice siempre que es trabajo perdido, que nadie comprende, además ellos no tienen prestigio, podrían terminar presos.
Él piensa que no puede bajar desnudo, la gente se horrorizaría, no escucharían el mensaje, a pesar de ser sencillo: “Unidad, idea, líder, amor.” Pasó mucho tiempo perfeccionando ese mensaje. Debía bajar y esta vez no fallaría, no sería un discurso largo lleno de citas de famosos intelectuales e incoherencias. Sólo se pararía en la plaza y gritaría fuerte esas cuatros palabras, luego correría de nuevo al cerro. Esa operación la repetiría cien veces de ser necesario para despertar a la gente.
Aprovecharía para vender algunos mangos y compraría un periódico para saber qué pasa en el mundo. Está decidido, mañana voy, así él no quiera.
El día siguiente bajó…
Ahora vemos al pesimista entrando a un paisaje desértico, poblado por escombros, se dirige al hueco que fue la plaza, se sienta en las orillas y gime diciendo: ¡No supimos evitar el desastre! ¡Eran tantas las posibilidades de vivir!...
Después regresó a su tumba.