9.4.11

LA ELECTRICIDAD PRESAGIA EL FUTURO (Sábado 09-04-2011)

La electricidad volvió al centro de las preocupaciones de la nación. El problema es muy claro: no es suficiente la generación para cubrir la demanda de la sociedad. Frente a la dificultad se presentan variadas respuestas.

Fedecámaras, los capitalistas, como siempre, aprovechan la grieta y buscan sacar provecho de las emergencias. Su presidente declara que el problema tiende a complicarse, vendrán apagones. Y después de meter miedo pide, no soluciones al conflicto, sino la formación de una tripartita para negociar los salarios de los trabajadores. Aplican el mismo método de la cuarta capitalista: asustan y después piden real.

El Ministro Alí plantea el problema en términos inteligentes, dice: “en la medida que el consumo supere a la generación hay que hacer recortes”. De esta manera ubica el asunto en su justa dimensión. Ese es el problema del mundo que hoy se manifiesta en la electricidad. Veamos.

El capitalismo necesita de un consumo desmedido, toda su energía vital proviene del mercado, y éste se mueve con la compra y venta de cualquier cosa, no por su utilidad sino por la capacidad de generar ganancias.

Es ese consumo desmedido el origen de la producción demencial, de la depredación del humano y de la naturaleza. Esa es la esencia del capitalismo. Hasta tal punto ha llegado en su crecimiento, en su “desarrollo”, que, como alertó Chávez, amenaza en convertir a la Tierra en otro planeta Marte.

La única solución al problema de la humanidad, la vía para salvarla, el rumbo de su supervivencia, es armonizar el consumo con las limitaciones de producción que impone la naturaleza. Que la medida del consumo sea la conservación de las condiciones de vida.

Ahora bien, esto no se consigue dentro del capitalismo, es imposible que el mundo del capitalismo resuelva el problema que él mismo creó, por eso, es imprescindible construir el Socialismo, ese es el reto de esta Revolución Bolivariana.

El asunto es complejo, estamos, toda la humanidad lo está, atrapados en el dilema de resolver con la lógica del capitalismo los escollos de la política, en estimular el consumo fácil, alimentando así la patología capitalista, en no agitar las aguas, no correr riesgos, y de esa forma conseguir simpatías. O por el contrario, tener fe en la masa actuante, convocarla para el sacrificio que construye las posibilidades de vivir, explicarle la gravedad de la situación, educarla, organizarla y con ella combatir por la vida, por cambiar la visión del mundo y conquistar la armonía con la naturaleza.

Si escogemos el camino de las armas melladas estaremos formando un pueblo, una humanidad, instrumento ciego de su propia destrucción. Sólo el camino riesgoso de enfrentar al capitalismo garantiza la vida feliz, el buen vivir.

La electricidad es sólo un aviso de las dificultades graves que vendrán, y una advertencia de que no se pueden resolver siguiendo el camino capitalista. Cuba es la esperanza, ¡armonía!... Japón es presagio de la extinción que anuncia el camino capitalista.

¡Con Chávez Resteaos!

8.4.11

¿ES ESTO UNA REVOLUCIÓN? (Viernes 08-04-2011)

La respuesta, sin vacilación de ninguna especie, es: esto es una Revolución, y además, como lo dijo Fidel, es un milagro. Argumentemos.

Está claro que la afirmación anterior no es compartida por dogmáticos, éstos no ven por ningún lado las etapas que les dictan los manuales, ni las fuerzas proletarias tomando el Palacio de Invierno, ni las proclamas en el Iskra, ni ven a los barbudos bajar de la Sierra Maestra, ni al Libertador en Carabobo.

Es que cada Revolución, aunque conserva las características generales, es inédita en la concreción de lo universal. Las leyes generales de la Revolución fijan el rumbo estratégico, y son los requiebros tácticos los que le otorgan la plasticidad necesaria para adecuarse a los meandros del camino concreto.

Es labor de los revolucionarios desentrañar las peculiaridades del proceso, interpretarlas, hacerlas teoría, y así nutridos diseñar la batalla por la redención.

Por supuesto que los anarcoides tampoco creen, esperan que del cielo les llueva la libertad, una sociedad de ángeles, no hacen nada para tomar el cielo por asalto, se limitan a contemplarlo y a ser jueces de todo intento por fundar el nuevo mundo.

Si analizamos a esta Revolución con el ojo crítico del historiador del futuro, no podemos menos que asombrarnos. Veamos.

Resplandece cuando todo se daba por perdido: era el fin de la historia, la humanidad estaba resignada a seguir, sumisa, las leyes que le imponía un capitalismo sin freno. Transitábamos por la noche tenebrosa de la desesperanza, los valores más humanos cedían paso a los valores del lucro por encima de cualquier cosa. La ética del altruismo fue sustituida por la ética del egoísmo, navegábamos en las “aguas heladas del cálculo egoísta”.

En ese ambiente surgió la Revolución, dijo basta, y se proclamó antiimperialista y Socialista. Un milagro.

Y comenzó la lucha por construir y por defender una nueva sociedad. Y vinieron los ataques del imperio, que como dijo el Che tiene olfato para reconocer a sus enemigos. Y vencimos golpes y sabotajes, superamos deserciones y ataques mediáticos.

En esas condiciones adversas, conseguimos avanzar, guiados por la ternura que acompaña al revolucionario, y por la audacia de una práctica que nos ubica en el umbral de cambios trascendentes.

Este país tiene una economía rentista, de allí que la utilización de esa renta dará el signo al proceso. Dimos un paso vital cuando la Revolución tomó control de PDVSA. Derrotada la meritocracia, la renta que antes se llevaban los gringos, ahora apuntala la construcción del Socialismo.

En la historia de esta Revolución, tendrá lugar destacado el control de PDVSA por el gobierno del Comandante Chávez, ese fue y es el pilar económico que permitió el desarrollo del proceso.

No hay rincón de la sociedad dónde la renta petrolera no haya dejado su huella de constructora de las nuevas relaciones sociales, desde los hospitales, las relaciones con los hermanos de otros países, hasta la lucha contra el desabastecimiento golpista. No es pensable esta Revolución sin la creación heroica, valiente, leal de PDVSA.

¡Con Chávez Resteaos!

7.4.11

LOS VIENTOS DE ABRIL (Jueves 07-04-2011)

Los tenebrosos vientos de abril no desaparecen de la política venezolana, soplaron fuerte presagiando la tormenta de diciembre del 2002, y ahora regresan anunciando nuevas confrontaciones.

Los oligarcas, los capitalistas, no aceptan a la Revolución, buscan yugularla con variadas armas. A veces se sientan con nosotros, pero ocultan el puñal esperando el momento propicio a la traición anunciada. La mayoría de las veces muestran su rechazo genético a los cambios, pasan el día lanzando dardos, planificando crueldades. No condenan el magnicidio, ni reconocen la legitimidad del gobierno, reclutan a oportunistas. El golpe de Estado revolotea sus intenciones, siempre.

Si observamos los vientos que soplan hoy, y los comparamos con los de abril, encontraremos claros presagios de una nueva aventura que avanza rápido. Veamos.

Tal como ayer, hay desconocimiento del gobierno: se crea una imagen de ilegalidad, de tiranía, todo conduce a justificar la asonada.

Se dice que la Revolución Bolivariana es idéntica a Libia, invocando la misma invasión, se establece la relación con el caradurismo propio de estos tiempos, cuando se “protege” a civiles cayéndole a bombazos.

Se liga a Venezuela con el narcotráfico, con células terroristas, no pasa un día sin que altos voceros gringos lancen sus mentiras, trazan la imagen que justifique el asalto.

Todos los días susurran a los militares, intentan desprestigio, se deforma el concepto de Milicia, se levantan viejos fantasmas, se buscan justificaciones a la traición, se llama descaradamente a desconocer al gobierno, amenazan y alaban a militares, es una operación muy fina, propia de las agencias de inteligencia extranjera.

¿Qué hacer?

La situación es grave, sin embargo es promisoria, recordemos que las crisis son revolucionarias. Lo primero que debemos resolver es el escenario ideológico. Veamos.

La historia es muy clara: Revoluciones que no avanzan con decisión y rapidez son yuguladas por la restauración. La velocidad de los cambios viene dada por la capacidad de derrotar al reformismo y a la conciliación que la habita.

Recordemos que los mantuanos trabajaron desde adentro hasta apagar el fuego de la Primera República, la perdieron y se conoció como la República Boba. El Libertador en el Manifiesto de Cartagena describe con precisión las debilidades de ese intento independentista, y señala las causas de su caída.

El estallido libertario del 23 de enero del 58, punto de origen de toda esta historia bolivariana, fue capturado por los reformistas de entonces, hoy explicablemente agrupados en mesas y frentes oportunistas. Fabricio Ojeda, Presidente de la Junta Patriótica que derrotó la dictadura, reconoce en su carta de renuncia al congreso, cómo el reformismo castró la posibilidad revolucionaria.

Los clásicos apuntan como causa de la caída de la Comuna de París, la primera República Proletaria, a las dudas para defenderse de los reformistas y conciliadores.

La Revolución Bolivariana, de alta vocación pacifista, es asediada por los embates golpistas que se escudan en la mentalidad y legalidad burguesa que la constriñe.

¡La Revolución tiene como primer deber y derecho defenderse! No puede asistir petrificada a la construcción de su patíbulo.

¡Con Chávez Resteaos!

6.4.11

EL CÓDIGO DE INDIAS (Miércoles 06-05-2011)

El Estado burgués, instrumento de la dominación burguesa, construido para su perpetuación, se resiste de mil maneras a ser superado. Uno de los problemas principales de la Revolución es cómo hacerlo. La respuesta es difícil, y más si la Revolución transcurre en condiciones pacíficas. La experiencia nos va señalando caminos. Veamos.

En la Revolución pacífica es vaporoso el límite entre lo viejo y lo nuevo, está envuelto en la bruma de la costumbre. Carece del impacto de la toma del poder por un acto de fuerza que inmediatamente genera una pasión, una épica, un sentimiento amoroso, de altruismo, que se hace ley y delimita con nitidez los campos.

El líder de la Revolución pacífica es el jefe del viejo Estado y simultáneamente el generador de su sustitución.

En condiciones pacíficas la comprensión del cambio es más compleja y la exigencia a los pioneros es muchísimo más sacrificada. No hay eventos heroicos, al contrario, las acciones son, con frecuencia, sordas, incomprendidas. Los sistemas de valorización de las conductas se confunden, lo que antes era ilegal, ahora adquiere la legalidad que le confiere la necesidad de hacer y preservar la Revolución. Lo que antes era legal, debe ser condenado por la nueva ética que comienza a surgir.

Estamos en una condición semejante a la Revolución de la Independencia, allá ningún patriota pretendía aplicar el “Código de Indias” a las acciones de la liberación.

Ahora la vanguardia no realiza acciones militares tradicionales, o mejor, las acciones militares se presentan de otra manera: el ejército realiza labor social, los Generales reparten alimentos, los oficiales rescatan damnificados, ahora los civiles se convierten en milicia. La producción es batalla, el ahorro eléctrico es ofensiva contra el enemigo. El trabajo voluntario entrenamiento y acción militar. Las Misiones son comparables con la Campaña Admirable, con Carabobo.

El viejo Estado debe dar lugar a lo nuevo, y debe hacerlo en condiciones pacíficas. Es necesario proteger las formas del nuevo Estado que van surgiendo, es vital amparar a los pioneros en la fundación de este nuevo mundo.

Para eso es imprescindible construir una nueva legalidad, en la que la ley fundamental sea la protección de la Revolución, donde ese sea el principal criterio de legalidad.

Es urgente que los Consejos Comunales y las Comunas dejen de ser entes aislados, fomentadores de egoísmos, y se constituyan en tejido social, soporte de la visión de sociedad y humanidad, sólo de esta manera podremos entender, sentir el espíritu altruista de la Revolución.

De este tejido social, que será esencia del nuevo Estado, se desprenderá la necesidad de nuevas instituciones y manera diferente de elegirlas.

Este es el camino que la práctica y la teoría dictan para la sustitución del Estado burgués, es la manera de consolidar los avances. No hacerlo es dejar a los pioneros y a su obra a la disposición de la voracidad de un Estado capitalista, que se defiende, que aplasta desde adentro y desde afuera a las formas y acciones revolucionarias que van naciendo.

¡Con Chávez Resteaos!

5.4.11

DOS ESTADOS EN GUERRA (Martes 05-04-2011)

La Revolución Bolivariana, que es pacífica, confronta problemas teóricos y prácticos inéditos. Uno, de altísima importancia, es la sustitución del Estado Burgués heredado. Los clásicos preveían la toma del poder por la violencia, lo que suponía la destrucción del Estado oligarca, y sobre esos escombros se edificaría el Estado Revolucionario. Una Revolución como la nuestra, que llega al gobierno por vías pacíficas, debe necesariamente atravesar una fase en la que tiene que funcionar dentro del estado oligarca, con sus leyes, su lógica, sus costumbres.

¿En estas condiciones, cómo será la sustitución del Estado heredado? La realidad nos va ofreciendo elementos para entender el proceso de reemplazo. Veamos. La Revolución, para concretar sus ideas, alcanzar sus metas y también para defenderse, requiere un nuevo Estado. Así surgen las Misiones, bañando a la sociedad de salud, educación, cultura, deporte. La milicia le da una nueva dimensión a la defensa de la Patria y a la unión de lo civil y militar. Es el nuevo Estado que emerge de las exigencias de la realidad.

El viejo Estado capitalista se topa con el embrión de Estado que surge de sus entrañas, es manifestación del enfrentamiento ideológico que toda Revolución lleva en su seno.

Este choque no sigue los linderos de la política, los límites señalados por los partidos, no lo interpretan. Es necesario un nuevo mapa que marque las conductas frente al choque de Estados, así identificaremos los campos ideológicos. Veamos.

Los enemigos del nuevo Estado son de dos tipos principales:

Aquellos que lo cuestionan directamente: son los escuálidos capitalistas, olfatearon las posibilidades de Revolución y atacaron al gobierno con golpes y saboteos petroleros.

Los otros enemigos están dentro de la Revolución: son sutiles, menos percibidos, y más peligrosos. Ponen trabas al nacimiento del nuevo Estado de mil maneras, lo hacen intencionalmente, los guía la ideología restauradora. Obstaculizan a las Misiones, sabotean las socializaciones. Otros, se enfrentan al gobierno con la misma lógica con la que se enfrentaban al Estado capitalista, ignoran la nueva situación de guerra entre los dos Estados.

Hasta aquí todo es fácil de percibir, pero falta por señalar uno de los más importantes obstáculos: se trata de la paradoja de que es el Estado viejo, sus instituciones, su legalidad, el soporte del nacimiento del Estado nuevo. De esta manera, los llamados a fundar el nuevo Estado son los funcionarios revolucionarios del Estado viejo, y al hacerlo quedan en un territorio de nadie. Allí todavía no hay legislación, no hay instituciones que lo normen, aún no nacen. Por tanto, se intenta enjuiciar los audaces actos de la fundación de lo nuevo con la legislación que fue construida para impedir ese parto, ignorando que precisamente la Revolución es el estallido de esa legislación.

Esta situación de incomprensión, de no entender que el surgimiento de lo nuevo es una condición de guerra, de exploración de terrenos inéditos, y pretender aplicar la lógica de lo viejo a los pioneros de esa lucha, es asesinar el embrión.

¡Con Chávez Resteaos!

4.4.11

LOS ERRORES GRAVES DE UNA REVOLUCIÓN (Lunes 04-04-2011)

Los errores, los fracasos, las derrotas, son inmanentes al proceso revolucionario, propios de la actividad humana y, con más razón, de los procesos que fundan sociedades. Podemos afirmar que toda Revolución es precedida por derrotas que la aceran. El asunto está en qué área se cometen y cómo procesarlos. Veamos.

Los errores no se deben ocultar, deben ser el centro de la crítica imprescindible para avanzar, al contrario, debemos sospechar del que nunca se equivoca, de aquel que no yerra.

Un proceso revolucionario, por definición, cometerá muchos errores, así lo dicta la experiencia histórica y el buen pensar. Ahora bien, donde el error causa estragos irreparables es en la ideología, desde allí se distorsiona la práctica y se extravía el rumbo, los procesos se devuelven a lo viejo.

Los errores que no lesionan la esencia ideológica de la Revolución, se pueden corregir, no tuercen el rumbo, mantienen la posibilidad del proceso.

Un ejemplo a estudiar es la Unión Soviética, que estableció el Capitalismo de Estado, buscando resolver dificultades económicas. En el retroceso impuesto por la realidad cometieron error en la ideología. El Che, agudo crítico de ese proceso, dice:

“..el proceso de nacionalización es dinámico y debe contar con la oposición de las clases dominantes, en cierto momento se impone una tregua, pero lo que aquí se está expresando no es una tregua sino una retirada.

…No se toma en cuenta el hecho de que cada sistema económico conlleva una moral propia. (SN) Navegar en las difíciles aguas del capitalismo de estado para crear el socialismo exige una escrupulosa vigilancia moral sobre los cuadros. Por el contrario, el resultado ha sido que los cuadros se aliaron al sistema, constituyeron una casta privilegiada...”

Más adelante el Che reflexiona y dice:

“… aquí se podía preguntar si no se puede hacer valer lo que Lenin decía para los pueblos atrasados de si ¿no se podrá saltar completa una etapa?”

La discusión del Capitalismo de Estado que hace el Che es muy importante en la definición del rumbo de la Revolución Bolivariana. Debemos preguntarnos ¿Cuál es la esencia del asunto, en qué debemos pensar para tomar las decisiones?

El Che responde la interrogante:

“No hay nada económicamente imposible, lo que se debe averiguar es si algo es compatible con el desarrollo de la conciencia socialista.”

Las conclusiones están claras:

No se puede superar el Capitalismo de Estado usando las armas melladas del capitalismo, estimulando capitalismo, conciencia egoísta, eso sería un retroceso descomunal frente a las dificultades, suicidarse en primavera…

Segundo, el Capitalismo de Estado se puede saltar, como pensaba el Che, pero debe ser un salto adelante, esto es, con más Socialismo, más conciencia, estímulos morales, por sobre los estímulos materiales directos, nunca, un salto atrás, con más capitalismo.

Estos asuntos tienen un fondo ideológico que es imprescindible que se discuta, esa es la manera de mantener el rumbo. Recordemos que un extravío en lo ideológico lleva a errores graves.

¡Con Chávez Resteaos!

3.4.11

LA POLÍTICA Y LAS NECESIDADES MATERIALES (Domingo 03-04-2011)

Los partidarios de resolver las carencias materiales de la población como requisito previo para luego encarar la formación de conciencia, de criterio político, de pasión revolucionaria, se fundamentan en un párrafo del discurso de Engels en la tumba de Marx. Dijo Engels:

“Así como Darwin descubrió la ley del desarrollo de la naturaleza orgánica, Marx descubrió la ley del desarrollo de la historia humana: el hecho, tan sencillo, pero oculto bajo la maleza ideológica, de que el hombre necesita, en primer lugar, comer, beber, tener un techo y vestirse antes de poder hacer política, ciencia, arte, religión, etc.; que, por tanto, la producción de los medios de vida inmediatos, materiales, y por consiguiente, la correspondiente fase económica de desarrollo de un pueblo o una época es la base a partir de la cual se han desarrollado las instituciones políticas, las concepciones jurídicas, las ideas artísticas e incluso las ideas religiosas de los hombres y con arreglo a la cual deben, por tanto, explicarse, y no al revés, como hasta entonces se había venido haciendo.”

Basados en una interpretación parcial de las ideas allí expuestas, deducen que la Revolución debe satisfacer primero las necesidades materiales de los individuos, entonces, la espiritualidad, la conciencia vendrán por añadidura, espontáneamente. Así el “buen vivir” es sólo un concepto material, y la política, la espiritualidad, debe esperar la satisfacción de los apetitos.

Refutar esta posición es indispensable, de hacerlo depende el rumbo de la Revolución y los resultados de los desafíos futuros. Veamos.

Primero, es evidente que las palabras de Engels se refieren a la sociedad, al desarrollo económico de la humanidad. Quiere decir, la humanidad (la especie hombre) no hizo política hasta que alcanzó cierto nivel la producción de bienes materiales, hasta cierto desarrollo de los medios de producción. Vale decir, hasta el aparecimiento de las clases sociales.

A partir de ese desarrollo, surge la lucha de clases, el Estado y la política, la pugna por dirigir la sociedad. Antes no había razón para la política.

Esa evolución de fuerzas productivas, medios de producción, relaciones de producción, determina la historia de la humanidad, que Marx califica como la historia de la lucha de clases, es decir, de la política.

Una visión mecánica, dogmática del marxismo, sustenta la pugna de clases exclusivamente en el desarrollo material, y desecha el papel decisivo de la conciencia, la espiritualidad, condenando así a los países pobres a la dominación perenne, y a los pobres, a los hambrientos, a los desposeídos, a no participar en política, a no disputar el poder a las clases expropiadoras hasta no tener satisfechas sus necesidades, es decir, por ese camino ¡nunca!

Lo revolucionario, la Revolución Cubana ya lo demostró, es construir los bienes con conciencia, y nunca pensar que los bienes materiales construirán conciencia revolucionaria de manera automática.

Concluimos, que sólo los pueblos con un altísimo grado de conciencia revolucionaria podrán conquistar la satisfacción material plena. Lo contrario es imposible.

¡Con Chávez Resteaos!