28.11.12

EL GRAN TRIBUNAL (Miércoles 28-11-2012)


Venezuela, dando muestras de la visión humanista que es propia del Socialismo, debería proponer un Gran Tribunal Mundial para la Preservación de la Humanidad. A la convocatoria acudirían seguro las mejores mentes del planeta.
La creación de este tribunal es un deber de la Revolución , es un enfrentamiento en concreto con el sistema capitalista que debemos superar, es un centro de concientización del mal que produce, un paso hacia la visión integradora del humano, un adelanto en la formación de una verdadera unión de las naciones, la unión de la humanidad. Un pueblo se empodera verdaderamente en la medida que toma conciencia de su dimensión de pertenencia a la humanidad, en la medida que se entiende perteneciente a la especie y corre su misma suerte.
El tribunal será un medio formador de conciencia del nuevo rumbo que debe tomar la humanidad, so pena de extinguirse. Mérida, con su Sierra Nevada herida de capitalismo, puede ser la sede. Universidad y pueblo están sensibilizados para ser motores de esta idea. El nuevo gobernador Alexis, en su plan de gobierno tiene como punto central el rescate de lo mejor del humano, del medio ambiente como templo de la vida. Seguramente impulsará la idea.
El tribunal debe ir acompañado de un Instituto para el estudio del impacto ambiental, e investigar, por ejemplo, cuántas especies y cuáles se extinguen, cuáles están en peligro, y relacionar esta pérdida con la acción del capitalismo. Allí se deben estudiar las medidas para contener y enfrentar el deterioro del ambiente. Pero sobre todo debe ser un instituto político, de cuestionamiento científico del capitalismo, de enaltecimiento del Socialismo.
La Revolución, nuestra Revolución, ya es hora de que avance hacia niveles superiores de cuestionamiento del capitalismo, del egoísmo que le sirve de fundamento. Sólo yendo al centro del problema humano, de su existencia, podremos entender la necesidad urgente del Socialismo, dejaremos de dar vueltas en un mismo sitio, de deslavar el término, le daremos la profundidad, la fuerza de su significado, lo reverenciaremos como instrumento único de salvación de la vida. Superaremos lo trivial de una existencia de sobrevivientes en el mundo de las mercancías, de las cosas.
Sólo así valdrá la pena la Política , convirtiéndola en la ciencia y el arte de vivir, de construir y defender una especie armónica, dejar de ser una humanidad suicida, asesina de la vida.
La humanidad tiene tribunales para la defensa de los derechos humanos, pero no tiene tribunales para la defensa de la naturaleza. Tiene tribunales de comercio, las grandes fábricas disputan los inventos, las patentes, esos tribunales traducen el impacto ecológico a dólares, cuantifican a la naturaleza en dinero. Así, un derrame en el Golfo de México lo paga la British Petroleum en dólares. A la civilización del capitalismo ningún tribunal la cuestiona.
Es deber de esta Revolución, de sus dirigentes, de sus gobernadores, de sus candidatos, elevar la mira, apuntar al fondo del problema humano… Si no lo hacen ellos, ¿quién lo hará?
¡Con Chávez,  Humanistas!

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